Hidalgo (La Silla Rota).- El secretario de Gobierno de Hidalgo, Simón Vargas Aguilar, dijo que los ejecutados cuyos cadáveres han sido hallados en municipios de la entidad eran originarios del Estado de México. Esto, consideró, es una estrategia del crimen organizado “para generar terror”.
Aunque el 8 de enero se localizó una cabeza y manos cercenadas en el Barrio Alto Primera Sección y en la colonia San José, en Tula; el 27 de abril, el cuerpo de una mujer degollada y con huellas de tortura, la orilla de la presa San Juan Cacaloapan, en Huasca de Ocampo, y el 11 de mayo los restos mortuorios de un hombre, con una bolsa en la cabeza y atado de pies y manos, el responsable de la política interna insistió en que se tratan de “hechos aislados”, en los que, aseguró, no están involucradas organizaciones delictivas asentadas en el territorio estatal.
“No es gente de Hidalgo. Afortunadamente todavía no tenemos esos índices de delincuencia (ejecuciones atribuidas a cárteles del narcotráfico), afortunadamente esos niveles ni se han dado y estamos trabajando para que no se den. (Los asesinatos) son hechos que suceden en otras entidades y vienen y los tiran aquí”, indicó.
“Las personas que han sido ejecutadas no son de aquí, son (principalmente) del Estado de México”.
—¿Hidalgo es cementerio del Edomex?
“Yo no diría eso, yo diría que son estrategias del crimen organizado para intimidar, para generar terror”, respondió.
El funcionario expuso que no podía dar a conocer si son cárteles, y cuáles de ellos, los que intentan internarse en la entidad, según el gobernador Omar Fayad Meneses; no obstante, anticipó que la próxima semana proporcionará información sobre un asunto “muy importante” en el combate a la criminalidad.
La Silla Rota reveló, el pasado 9 de mayo, que La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEH) investiga la posible colusión de elementos de las policías municipal, estatal y judicial con un grupo de la delincuencia, el cual, presuntamente, opera en la región Tula-Tepeji.
La presencia de esta célula criminal dedicada, según el testimonio de un autodenominado miembro, a la venta de droga, cobro de piso, robo y secuestro fue conocida por las autoridades después de que en la primera semana de enero de 2017 circulara una grabación en la que este sujeto revelara su modo de operación antes de ser asesinado.
En el clip, con duración un minuto 51 segundos, el sujeto, sometido, con lesiones en el pómulo izquierdo y el labio, refiere que trabaja con tres individuos a quienes identifica por sus apodos: El Lisiado, el segundo sobrenombre es inaudible y El Nalgón, que son ocho en la “corporación” y que pagan “renta” a las autoridades para “trabajar”.
lra