A pesar de los esfuerzos del gobierno federal para contener la migración ilegal, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) está a punto de romper el récord de solicitudes de refugio en el país, al registrar 62 mil 299 personas al cierre de octubre.
De acuerdo al documento de estadísticas de la COMAR, las dinámicas migratorias, impuestas por el actual gobierno, bajo la presión de Estados Unidos, han propiciado que nacionalidades, como la colombiana y la camerunés, figuren entre las solicitantes de refugio.
La COMAR detalló que, del total de solicitudes, 27 mil 750 son ciudadanos hondureños, mientras que 8 mil 236 provienen de El Salvador, 7 mil 195 de Cuba, 6 mil 544 de Venezuela, 4 mil 583 de Haití, 3 mil 243 de Guatemala y 2 mil 056 de Nicaragua.
Además, se tiene el registro de 495 personas de origen brasileño que han solicitado permiso para establecerse en México en calidad de refugiados, al igual que otros 444 ciudadanos colombianos.
Destaca, también, que personas provenientes de regiones tan remotas como Camerún (344) hayan solicitado esta condición.
Estimaciones de la COMAR marcan que al final de 2019 México acumulará una cifra de 75 mil solicitantes de refugio.
Según los datos oficiales, las principales solicitudes de refugio se hicieron en Chiapas y la Ciudad de México y de los 62 mil solicitantes, más de 27 mil, casi el 50 por ciento, son migrantes hondureños, seguidos de El Salvador y Cuba.
Datos oficiales explican que el fenómeno hondureño se debe porque la mayoría de los solicitantes huyen de la violencia de las pandillas de la Mara Salvatrucha y la M18.
“El éxodo de hondureños es un caso en verdad dramático. De las 27 mil 750 solicitudes de refugio, la mitad corresponde a niñas, niños, adolescentes y mujeres. Esta es una migración que principalmente huye de la violencia criminal de las pandillas conocidas como Maras Salvatruchas y el Barrio 18, dedicadas al reclutamiento forzado de adolescentes y jóvenes”.
“Son pandillas fuera de control, que se dedican al cobro de piso de negocios, trasporte público, viviendas familiares y hasta por templos religiosos. Son pandillas que se han convertido en el brazo armado de bandas dedicados al tráfico de drogas, al secuestro y a la extorsión”, advierte el reporte oficial de la COMAR.
La de Honduras, subraya el informe, es una migración de personas que buscan paz, seguridad y salvaguardar su propia vida, y en muchos casos son familias con hijos desaparecidos, secuestrados o muertos.
México representa para ellos una oportunidad para rehacer sus vidas, con la esperanza de que algún día las cosas mejoren en sus lugares de origen y así poder regresar. Es una población que merece y necesita nuestra solidaridad y apoyo, tanto o más que el resto de los migrantes extranjeros, al igual que los migrantes nacionales desplazados
Apretarse el cinturón
Para atender un aumento del 195% de las solicitudes de asilo el próximo año, la COMAR tendrá un presupuesto aprobado por los diputados de poco más de 47 millones de pesos, casi tres veces menos de los 124 millones que los que solicitó la Comisión para operar el próximo 2020.