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De beisbolista a perder la mano; Alan recupera su vida con una prótesis

Alan perdió la mano derecha mientras jugaba con pirotecnia; a nueve meses del accidente volvió a practicar beisbol gracias a una prótesis

Escrito en VERACRUZ el

A nueve meses del accidente en el que perdió la mano derecha jugando con pirotecnia, Alan volvió a practicar beisbol gracias a una prótesis mioeléctrica diseñada en el Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica.

Las fiestas por las vísperas de Año Nuevo se ensombrecieron la tarde del 29 de diciembre de 2020, cuando con un grito de dolor ahogó el estallido inesperado de un cohete que le destrozó la extremidad.

Alan es uno de los dos menores beneficiados con la entrega de una prótesis mioeléctrica diseñada por el ingeniero Antonio Emmanuel Blanco Vidal, coordinador de la Ingeniería en Nanotecnología del Tecnológico de Poza Rica.

Tras la explosión del cohete en su mano, el joven, de 16 años, apenas pudo tomarse un tiempo para pedirle ayuda a su hermano, quien, desesperado, solo atinó a llevarlo con inmediatez al Hospital General de Álamo Temapache.

Su padre estaba ausente de casa en el momento del accidente, pero recuerda que cuando llegó al hospital vio que nadie atendía a su hijo, por lo que decidió trasladarlo al Centro Médico de Tuxpan, en donde tampoco lo atendieron por la falta de un cirujano que lo sometiera a cirugía.

Finalmente, Alan fue atendido en el Hospital Regional de Poza Rica, ubicado a 66 kilómetros y medio o una hora con 30 minutos de la comunidad de Mesón Molino, del municipio de Álamo Temapache, donde Alan y su familia tienen su domicilio.

El menor de edad sufrió la amputación de la mano derecha y parte del antebrazo debido a las lesiones que el cohete le causó en la extremidad, por lo que durante ocho meses se mantuvo imposibilitado para llevar a cabo diversas actividades hasta que recibió la prótesis.

“Al principio no sabía qué sentir, ya después entendí y tuve que dejar de hacer algunas cosas que hacía antes y ya cuando me dijeron de la prótesis volví a hacerlas, me ayudó mucho a hacer mi vida otra vez”, dijo.

UNA PRÓTESIS PARA LA AUTOESTIMA

“La prótesis me ha ayudado mucho en mi vida cotidiana, en mi autoestima y en lo mental”, comentó Alan, quien hace un mes recibió el implante a través de un programa coordinado entre el Tecnológico y el Hospital Regional de Poza Rica. 

“La verdad a esto me acercó el doctor que me operó, el doctor Rodríguez, nos acercó al Tec”, expresó.

Después de más de medio año inactivo en el beisbol, el joven comenzó a practicar nuevamente junto con su padre, quien le enseña a adaptarse a pichear y batear utilizando la prótesis mioeléctrica.

Con el apoyo que tiene tanto de su padre como de los ingenieros del Tecnológico de Poza Rica, la adaptación es menos complicada para Alan, quien toma como una ventaja que al menos conserva su mano izquierda, pues es zurdo.

“Me siento muy agradecido con los ingenieros, sobre todo el ingeniero Blanco”, aseguró.

3 MIL 500 PESOS, EL COSTO PARA ELABORAR UNA PRÓTESIS

De acuerdo con Antonio Emmanuel Blanco Vidal, diseñador de las prótesis mioelétricas, para la elaboración de un implante se necesita un presupuesto de tres mil 500 pesos únicamente para el material. 

La diferencia entre el costo de una prótesis mioeléctrica elaborada en el Tecnológico de Poza Rica y una del mercado es notoria, pues un implante comercial tiene un costo que va de los 300 mil a los 500 mil pesos.

“Tan solo una prótesis de tipo maniquí, con las que empezamos, las llegas a encontrar hasta en seis mil pesos, ya la más sencilla en dos mil pesos, pero muy sencilla”, explicó.

Hace cinco meses que Antonio inició una investigación con la intención de que personas amputadas o que carezcan de alguna extremidad desde el nacimiento tengan acceso a tecnologías como las prótesis, que solo se fabrican en zonas metropolitanas o en el extranjero.

Por ahora las prótesis solo cuentan con un movimiento general en la mano, que se logra a través de sensores que amplifican la actividad eléctrica de un músculo y producen señales que son leídas por un controlador que permite la movilidad del implante.

Sin embargo, Antonio Emmanuel Blanco trabaja para que pronto cada uno de los dedos de la mano robótica tenga un movimiento independiente.

 “El chiste es llegar a tener la mano natural, que él como paciente no se tenga que adaptar a la prótesis, sino que la prótesis empiece a adaptarse a él”, declaró.

El ingeniero busca que el gobierno del estado invierta en su proyecto para que más personas amputadas se beneficien con prótesis mioeléctricas gratuitas. Hasta el momento, ya cuenta con el aval de la Secretaría de Salud y de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).




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