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“Dan más miedo las balas que la pandemia”, sobreviviente de Aldama

Vecinos de Aldama advierten que a pesar de que existe un plan de pacificación, los paramilitares de Chenalhó mantienen las agresiones armadas

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- En medio de incesantes ataques a balazos contra las comunidades tsotsiles de Aldama, Chiapas, la mañana de este miércoles fue herido en el pecho Artemio Pérez Pérez, de 25 años, en la comunidad de Tabak, de donde es originario. Los balazos, procedentes de T''elemax, en Santa Martha, municipio de Chenalhó, empezaron desde las nueve de la mañana.

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Artemio Pérez, de oficio albañil, se encontraba trabajando en las viviendas que se están construyendo en la comunidad de Tabak, cuando fue alcanzado por las balas de grueso calibre disparadas desde Santa Martha por sujetos pertenecientes a un grupo armado “de corte paramilitar”.

Socorro, habitante de Aldama, explica que para dar una salida al conflicto por la posesión de 60 hectáreas de tierra, que mantienen con habitantes de Santa Martha, Chenalhó, el gobierno federal propuso dividir la tierra entre ambos municipios.

De acuerdo con el Tribunal Agrario, la tierra en disputa le pertenece a su municipio, legal y “ancestralmente”. Sin embargo, la resolución del Tribunal que le otorga a Aldama la propiedad ha sido cuestionada, desde hace varias décadas, por los habitantes de Santa Martha, quienes reclaman como suya la tierra donde habitan indígenas de 13 comunidades de Aldama.

Así, desde 2018, los habitantes de Santa Martha emprendieron una estrategia de despojo a través de las agresiones armadas.

“No se pueden trabajar las tierras, nosotros comemos de las tierras y de esto vivimos, pero no podemos trabajar las tierras porque nos disparan y somos cazados como animales”, dice la mujer.

El pasado 18 de septiembre, el gobierno federal hizo una nueva propuesta para dividir la tierra entre ambos municipios: 32.5 hectáreas para Aldama y 27 hectáreas para Santa Martha, Chenalhó, más una indemnización por la diferencia en la repartición.

Foto Cuartoscuro

El subsecretario de Gobernación pidió que la propuesta se llevara a consulta con los pobladores, con un plazo de 15 días para responder. Aldama ya aceptó.

Pero por parte de Chenalhó, en la medida que las agresiones armadas siguen les da a entender que “no quieren esa propuesta y por ello las agresiones siguen”.

Ayer los disparos alcanzaron a Artemio Pérez, a quien un proyectil se le incrustó en el pulmón y ahora permanece hospitalizado

Sobre la situación en la que viven los habitantes de Aldama, a raíz del conflicto armado y el desplazamiento forzado, dijo: “ya están creciendo los niños con trauma, las mujeres ya tienen daños psicológicos, los ancianos ya están enfermos por tanto susto”.

A parte de la pandemia, pues ya no sé si da más miedo la pandemia o ser disparado desde la distancia o ser matado. La pandemia quedaría en segundo plano, las agresiones armadas dan más terror y miedo

CONFLICTO AÑEJO

La Comisión Permanente de los 115 Comuneros y de Desplazados informa todos los días de las agresiones paramilitares que padecen sin que las autoridades gubernamentales intervengan para detener esa violencia, bajo el falso argumento de que se trataría de un fuego cruzado.

Aldama y Santa Martha están enfrentados desde hace 45 años por la disputa de 60 hectáreas, lo que ha dejado 26 muertos y varios lesionados de bala de ambos lados.

Lo anterior, pese a la firma de un pacto de no agresión en 2019 y ratificado este 2020.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas afirmó que, 18 días después de la ratificación de los acuerdos de paz, el destacamento de la policía estatal se retiró de la zona, debido a que el Estado mexicano no ha sido capaz de proteger a la población de los ataques armados.

Planteó investigar la omisión institucional, detener, sancionar, desarticular y desarmar a los grupos armados que ponen en riesgo a las comunidades tsotsiles de Aldama y Chenalhó.