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Damnificadas por sismo del 2017 pasan Año Nuevo sin casa

En el municipio de Santo Domingo Ingenio, al menos 30 personas fueron defraudadas por supuestos contratistas, quienes les quitaron su dinero con la promesa de que les construirían sus casas

Escrito en ESTADOS el

SANTO DOMINGO INGENIO, Oaxaca.- Norma aguanta el llanto que produce la impotencia. Mira las paredes de una construcción inacabada, abandonada por el constructor que, después de vaciar su tarjeta y la de al menos 30 personas más -destinadas para la reconstrucción de sus viviendas- desapareció de la comunidad.

Afectada por el terremoto de 8.2 grados Richter ocurrido el 7 de septiembre de 2017, el inmueble fue evaluado como inhabitable. El folio 254/000293 aún está marcado en color negro sobre el pequeño muro de su antigua barda. 

  

A dos años y cuatro meses del movimiento telúrico, Norma, mujer istmeña recibe un año más  sin un hogar propio. 

“¿Qué le puedo decir?, es triste no estar en casa, tener que rentar. Estar pagando no es fácil y hay que buscarle, trabajar de lunes a domingo mientras que aquel ingrato se llevó mi dinero”, expresa.

Ella y otras mujeres fueron defraudadas por José Carlos López, habitante de la misma localidad, quien signó contratos falsos usando la razón social de la constructora Novel Astana, la cual se deslindó del conflicto diciendo que dicha persona ya no trabajaba ahí.  

El proyecto presentado a las más de 30 personas, contemplaba la entrega de casas terminadas con un valor de 110 mil y 90 mil pesos.

Los trabajos se quedaron en un 60 por ciento. Les faltan dos hileras de tabiques, cadena, techado, piso, repello y todo lo relativos al sistema de energía eléctrica en cada casa. 

“Primero vimos que pararon los trabajos y convocamos a una reunión, fuimos a buscarlo varias veces a su casa y no lo encontramos, en una de tantas llegó y nos devolvió las tarjetas, nos dijo que ahí estaba el resto del dinero. Nosotras nos confiamos porque el señor era de acá, pero si en ese momento hubiéramos actuado, ya no lo hubiéramos dejado ir. Pasó una semana y nos dimos cuenta que había cambiado su número de teléfono. Sus trabajadores nos dijeron que el dinero ya se lo había gastado, que había comprado carro para su hijo, terminó la casa de su esposa, compró terreno en Chimalapa”.

Mujeres fueron estafadas

Tras una nueva reunión determinaron verificar el saldo de las tarjetas, para su sorpresa, todas estaban vacías. Fue como un golpe en seco en el estómago.

“Nuestro primer sentimiento fue coraje porque se había llevado el dinero. Una de las personas defraudadas es un señor que tras el sismo le fue amputada una pierna, está en silla de ruedas, nos dijo: me voy a morir sin ver de nuevo mi casa”, recuerda Magdalena Cruz Jiménez, hija de Norma.

Del total de las 30 personas defraudadas, sólo 25 decidieron iniciar una denuncia penal en contra del supuesto contratista. Hasta el día de hoy no hay avances concretos en su caso. A la espera de justicia, se agregan las promesas incumplidas del gobierno federal, quien, en un segundo censo realizado en octubre de 2017, ofreció a 980 familias un segundo depósito. 

Gobierno de Peña Nieto no cumplió

Aquél año, el entonces presidente de la república Enrique Peña Nieto, junto a la titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (Sedatu), Rosario Robles Berlanga y el hombre más rico del país, Carlos Slim, llegaron repartiendo promesas, que a decir de las personas, no cumplieron. 

Hace un par de semanas, una luz de esperanza volvió a brillar luego de que el gobierno informara de un pago adicional a todas las personas damnificadas por los sismos del 2017.

“Nos entregaron unas nuevas tarjetas, pero nos han dicho que todavía no podemos retirar, que el dinero está ahí pero que hay que esperar la indicación para que el dinero se libere”, señala Magdalena.

Santo Domingo Ingenio es un municipio perteneciente a la región del Istmo de Tehuantepec. Hace más de una década la gente se dedicaba a la siembra y producción de caña de azúcar. Tras el quiebre del ingenio azucarero, la población tuvo que enfocar su labor a la siembra sorgo y recientemente ajonjolí en los pocos terrenos que no están ocupados por los aerogeneradores de las empresas españolas de energía eólica. 

Les dejaron sus casas inconclusas

Sobre sus 83 años de edad, Dionisia Posada Escobar carga también la penuria de un fraude, al igual que Norma, fue despojada del dinero de la reconstrucción de su vivienda. Cuando se enteró, “casi se nos muere”, expresa Lilia, su hija. 

“Con el sismo mi madre perdió su casa, cuando vino el apoyo se lo dimos a una persona para que reconstruyera pero no terminó, nos dejó a medias. El señor venía cada mes que depositaban, nosotras íbamos a cobrar y le dábamos para que fuera avanzando con el trabajo. Lo último que le dimos fueron cinco mil pesos. Un trabajador de él nos llevó al banco, ahí nos esperó, le dimos el dinero y no volvimos a saber nada más”.

Dionisia tenía dos tarjetas, una de 30 mil pesos para mano de obra y otra de 90 mil para el material, ésta última la entregó directamente al constructor, quien al parecer, mediante un acuerdo irregular con la tienda de materiales, recibía dinero en efectivo por compras simuladas.

Cuando comenzó la reconstrucción, las personas que contrataron a José Carlos López, le solicitaron que priorizara la vivienda de Dionisia ya que por la insuficiencia renal que enfrenta, requiere de espacios adecuados para dializarse.

La reconstrucción encabezada por el presunto constructor se quedó también en un 60 por ciento. Dionisia ha perdido toda esperanza de volver a su hogar.

La precariedad y la enfermedad en la que vive no fue suficiente motivo para desalentar al defraudador o regresar a concluir su trabajo.

La única esperanza que la mujer tiene para volver a su hogar, es que se liberen los 130 mil pesos que le fueron recientemente entregados en una tarjeta, la cual hasta el momento no le han autorizado utilizar.