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ANIVERSARIO LUCTUOSO

Francisco Gabilondo "Cri-Crí", el artista veracruzano que rechazó a Walt Disney

La vez que Francisco Gabilondo Soler rechazó al productor estadounidense y otros 9 datos que probablemente no sabías del creador del Grillito Cantor

Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER. -  El talento de Francisco Gabilondo SolerCri-Crí llegó a cautivar al productor de dibujos animados, Walt Disney. El estadounidense lanzó una oferta para hacerse de los derechos de los dibujos animados del orizabeño. Pero su respuesta fue no.

¿Por qué?Gabilondo Soler quiso ser el dueño absoluto de sus obras, de sus personajes, canciones y fantasías para compartirlos con niños y niñas de México, antes que proyectarse a la fama y el éxito mundial”, cuenta Armando López Macip, cronista de Orizaba, donde nació Cri-Crí un 6 de octubre de 1907, en una pequeña casa ubicada en la calle Oriente 7.

Este 6 de octubre se cumple el 116 aniversario del cantautor veracruzano que dejó un legado a la niñez mexicana, y de otros países, de al menos 216 canciones, entre ellas su más grande éxito: El grillito cantor, Ché araña, La patita, El jicote aguamielero, El ropavejero, El ratón vaquero, Caminito de la escuela, Teté, entre muchas otras.

La Silla Rota Veracruz te presenta 10 datos que quizá no sabías de Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como Cri-Crí, el Grillito Cantor, retomados de su biografía, publicada por la Sociedad de Autores y Compositores de México y del cronista de la ciudad de Orizaba, Armando López Macip.

1.- Sus orígenes

Francisco Gabilondo nació el 6 de octubre de 1907 en Orizaba, Veracruz; en una pequeña casa de tejas ubicada detrás de la catedral de esa ciudad. Sus padres fueron los señores Tiburcio Gabilondo y Emilia Soler. Armando López Macip, también director de la orquesta clásica de Orizaba lo describe como “un niño travieso que caminaba por el Cerro del Borrego o la Alameda central, que hoy lleva su nombre como homenaje”.

De acuerdo con la biografía realizada por la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), “desde pequeño mostró interés por aprender y estudiar más no por asistir a la escuela, prefería el rumor del campo y el murmullo del bosque al molesto barullo de sus compañeros de clase; aprendió más por sí mismo que con profesores que le parecían poco interesantes”.

“Cuando tenía 19 años decidió aprender música; pidió permiso para estudiar en la pianola de unos baños públicos de Orizaba”. Aprendió música de manera empírica; y con la práctica dominó el teclado y más tarde se convirtió en pianista.  

 

“Inició su trayectoria tocando melodías de la época en bares y casas de citas, componiendo sus propias obras alrededor de 1930; entre ellas se encuentran tangos, danzones y fox-trots, uno de los cuales: Montecarlo, fue grabado en Nueva York por una banda estadounidense. Otras de sus canciones fueron Dorotea, Vengan turistas, Timoleón y Su majestad el chisme”, se expone en la biografía de la SACM.

 

2.- Cri-Crí y su gusto por oír, ver y oler las coas

Cri-Crí fue un artista que utilizó todos sus sentidos para interpretar la música, en su biografía se cuenta que no solo se instruyó en los libros, sino que al mismo tiempo captó y asimiló los sonidos de su alrededor para crear sus composiciones.

 

“Era aficionado a los idiomas y al origen de las palabras; adquirió diversos conocimientos no sólo por lo aprendido en libros sino por lo que sus oídos le permitían asimilar: voces de mil seres diferentes con el canto del agua que formaban música en su cabeza y se sumaban a la algarabía de una abuelita que lo entusiasmaba con narraciones infinitas y alegres melodías al piano”.

 

Varias de las letras de sus canciones surgieron como inspiración de fabulas y cuentos de autores reconocidos en la literatura popular universal, lo mismo que de los relatos de su abuela, como lo menciona en una de sus composiciones.

 

“Algunas lecturas que lo inspiraron para crear sus propios relatos fueron las fábulas de Esopo, las historias de Julio Verne y los cuentos de Emilio Salgari, Hans Christian Andersen, Wilhelm Hauff y los hermanos Grimm”, refiere su biografía.

 

3.- Cri-Crí interrumpió su carrera para convertirse en marinero

En 1934 Francisco Gabilondo comenzó a trabajar en la estación de radio XEW, donde sus primeros espacios fueron sin patrocinadores ni publicidad. En esa estación comenzaría un programa de radio que permanecería al aire durante casi 27 años.

A sus 32 años de edad, en 1939, interrumpió su programa en la XEW, y decidió emprender una aventura como marinero, y así conoció Sudamérica y se quedó a vivir en Buenos Aires, Argentina.

Su paso por la carrera marítima fue fugaz, al no ser contratado por ninguna embarcación le es imposible regresar a México. “Ya no puede regresar porque ya no le dan trabajo como marinero y decide trabajar en un bar”, cuenta Armando López Macip.

4.- “A Cri-Crí lo rescató el futbolista “Luis Pirata de la Fuente”

Es Luis ‘Pirata’ Fuente, exjugador de los Tiburones Rojos del Veracruz, quien lo encuentra en una gira de su equipo de futbol en Buenos Aires. Después de un partido acude al bar donde trabajaba Cri-Crí.

“¿Y ahora tú qué haces aquí?”, le habría preguntado. “Pues ahora aquí trabajo porque ya no tengo para el pasaje”. "Se le debe al Pirata de la Fuente haber traído de nueva cuenta a México a Cri-Crí”, cuenta el cronista de Orizaba.

5.- La música de Cri-Crí fue prohibida por ser empírico  

Tras su viaje por Sudamérica, Cri-Crí se reincorpora a la XEW, en 1944. En México el éxito lo aguardada.

“El éxito de él fue que no grababa sus canciones, como todo era en vivo lo tenían contratado todo el tiempo con sus músicos auxiliares. Él viene grabando hasta 1949 sus primeras canciones y es cuando se consagra”, cuenta López Macip.  

 

“Curiosamente, entre 1942 y 1952, su música fue prohibida en las escuelas, por la envidia que le tenía Rosaura Zapata, que era la jefa del departamento de preescolar. Ella era una educadora muy famosa, pero había estudiado para concertista, entonces como Cri-Crí no era de conservatorio, se le menospreciaba por no ser de ese nivel de estudios. Pero eso no afectó a Cri-Crí, porque finalmente en México lo que está prohibido se hace más popular”, explica Armando López.

 

6.- La vez que Cri-Crí rechazó a Walt Disney

El estadounidense Walt Disney, fundador del emporio más importante de dibujos animados en el mundo, era admirador de Cri-Crí y sus composiciones musicales; hizo lo posible para conocerlo solo para proponerle comprar los derechos de sus personajes.

El 6 de octubre 2007, se inauguró una exposición denominada “100 años 100 fotografías” en el Congreso de la Unión. En una de esas fotos está Walt Disney con el álbum de Cri-Crí.

 

“Sabemos entonces que era un admirador de Cri-Crí. Incluso le propuso comprar los derechos de sus personajes para filmar unas películas, pero Francisco, muy ad hoc con su personalidad, se negó. Él quiso seguir siendo el dueño absoluto de sus obras”, afirma Armando López Macip.

 

7.- El día que Cri-Crí se empapó en una fuente

Era abril de 1972, en su natal Orizaba le fue organizado un homenaje a Francisco Gabilondo Soler “Cri-Crí”, en donde se presentaron representaciones de sus canciones entonadas por niños de varias escuelas.

Armando López Macip recuerda que en ese entonces cursaba la primaria y junto con sus compañeros hizo los coros en la inauguración de la placa donde él nació, en la calle Oriente 3, atrás de Catedral de Orizaba.

Pero uno de los eventos más representativos ocurrió en la Plaza de Toros de la ciudad, en donde el cantautor orizabeño terminó festejando dentro de una fuente ubicada al centro del ruedo, que recorrió como un torero al terminar vencedor en una faena, el cronista de la ciudad lo recuerda nítidamente.

“Hubo una participación del Jardín de Niños Cuauhtémoc, que presentaron la canción “El Chorrito”, y pusieron, con todo su ingenio, una fuente al centro de la plaza de toros, con un chorrito que se hacía grandote y se hacía chiquito. Cri-Crí, emocionado, terminando la actuación se bajó al ruedo, se metió a la fuente y abrazó el chorrito. Entonces quedó empapado, la gente se volcó en ovaciones.  Él le dio una vuelta al ruedo como si hubiera hecho la gran faena”.

8.- Le apasionaba la astronomía

Cri-Crí fue apasionado de la astronomía durante toda su vida, disciplina que aprendió de manera autodidacta, al igual que la música, afirma el cronista de Orizaba. En su adolescencia mostraba gran interés por observar las estrellas, pero nunca tuvo oportunidad de dedicarse de lleno a su estudio formal.

En los últimos días de su vida, Cri-Crí se retiró del medio artístico para pasar sus últimos días en calma en su casa de San Miguel Tocuila, en el Estado de México, en donde dedicaba gran parte de su tiempo al estudio de las estrellas.

 

“No quería saber nada de nadie, allí se dedicaba al estudio de las estrellas. Ya no quería platicar con nadie. Él quiso retirarse y morir en paz. Dejó más de 216 canciones, sus cuentos y la fantasía”.

 

9.- Amante de los deportes

Francisco Gabilondo Soler “Cri-Crí” se instruyó en el conocimiento científico y de la música de manera independiente debido a su disciplina, pero al mismo tiempo que desarrollaba esas habilidades era dedicado en el deporte, de acuerdo con la biografía que elaboró el SACM.

En su juventud practicó boxeo, natación y tauromaquia, en esta última disciplina fue conocido como “El estudiante”, estas actividades le permitían canalizar su energía, se detalla en su biografía.

“Se consideraba hombre metódico y autodidacta; indagó en diversas áreas del conocimiento siendo la astronomía la ciencia que realmente lo atrapó. Durante su adolescencia canalizó su energía en los deportes, incursionó en el boxeo, la natación y la tauromaquia, disciplina en la que fue conocido como El estudiante”.

 

10.- Museo Cri-Crí en el Poliforum

Desde el 12 de mayo del 2017 en el Poliforum de Orizaba se encuentra el museo de Cri-Crí, su nieto Oscar Gabilondo, tuvo mucho que ver en su creación. Es gratuito y muestra un recorrido completo por las obras del artista.

En los dos primeros espacios se muestran figuras de gran tamaño y maquetas que representan 70 de sus canciones, todas elaboradas por artesanos y artistas de la región en diversas técnicas como: pasta flexible, papel maché, porcelana fría y plastilina.