Mérida, Yucatán.- Gaspar Avelino, quien presuntamente murió a causa de una “broncoaspiración” durante su traslado en una patrulla, este martes se confirmó que el hombre de 45 años fue torturado por policías de Yucatán.
Tras realizarle una segunda autopsia al cuerpo del hombre, se confirmó que fue torturado por los policías que lo detuvieron.
La segunda autopsia se realizó luego de una serie de protestas que la familia organizó para exigir justicia y que gracias a eso se pudo confirmar que fue a golpes que lo asesinaron.
Durante una rueda de prensa, sus hijas Dafne y Flor Sulub dieron a conocer que el médico legista Wilbert Adolfo Pantoja Ávila determinó que efectivamente broncoaspiró, pero lo hizo con su propia sangre, es decir se ahogó:
“Se concluye que la causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico con los datos obtenidos en el estudio de las lesiones de los infiltrados hemorrágicos alrededor del cuello, tráquea y tejido hemático se concluye que sufrió asfixia por broncoaspiración del tejido hemático, por las múltiples lesiones en cara, brazos y piernas se concluye sufrió tortura” leyó uno de los presentes al encuentro con los medios de comunicación.
Por su parte, Dafne Sulub lamentó el intento de la Fiscalía General del Estado por ocultar los hechos, incluso aseguró que han obstaculizado el acceso a la carpeta de investigación:
“La segunda necropsia de mi padre que dice la causa de muerte y pedimos que nos facilite la carpeta a la Fiscalía, pero se niega, nos pone largas. Ayer entregamos esta segunda autopsia y hasta el momento no permiten que nuestro abogado tenga acceso a la carpeta” señaló.
Y aunque su otra hija Flor Sulub confesó que tienen miedo por la integridad de su familia, también dijo que llegarán a las últimas consecuencias para acceder a la justicia:
“Esto ya es demasiado si hay que cerrar Progreso lo haremos, no se va a quedar así. Aquí está la prueba de que mi papa no murió como dicen, sufrió tortura. Tememos por nuestra vida y de toda la familia, pero ya empezamos y llegaremos a lo último” puntualizó.
En tanto la familia ha solicitado públicamente iniciar juicios contra el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Luis Felipe Saidén Ojeda, el policía Emilio Raúl Caamal y un comandante de apellido Moo, a quienes responsabilizan de la muerte de Gaspar.
Los hechos
Todo ocurrió el pasado lunes 24 de febrero, en la carretera Progreso, Yucatán.
El hombre fue detenido en la carretera cuando se encontraba en un Uber junto con una joven y sus dos hijos.
Según el testimonio de la familia, “Supuestamente lo detuvieron porque el auto era robado, pero él había pedido un Uber”, por lo que intentaron bajarlo del auto.
“Llamaron refuerzos y en el transcurso que lo sacaban (del automóvil), lo golpeaban, y uno le pasó la mano por el cuello… (así) como desvanecido se lo llevaron, casi cargando, caminando cansado, como que no estaba en sus cinco sentidos”, narró una de sus hermanas.
Además la familia también denunció que la detención ocurrió el lunes, entre las 23:00 y las 23:30 horas, pero fue hasta el martes, a las 14:00 horas, que fueron notificados. Es decir, pasaron más de 14 horas desde su detención hasta ser notificadas de su fallecimiento.
En tanto, la acompañante fue trasladada a Mérida, donde la mantuvieron en un cuarto junto con sus dos hijos, menores de edad.
Por estos hechos, la Fiscalía General del Estado informó hace días que continuarían las investigaciones relacionadas con la persona del sexo masculino fallecido a principios de semana al interior de una patrulla, por lo que proseguirá la indagatoria e integración de la carpeta 3/2020. Sin embargo, hoy la familia denuncia omisión por parte de la dependencia.