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Colectivos denuncian alteración en rancho La Gallera

El pasado viernes 12 de mayo, este medio de comunicación acompañó a madres del colectivo al rancho La Gallera para confirmar si el sitio había sido resguardado

Escrito en ESTADOS el

XALAPA, Veracruz (La Silla Rota). Luego de montar guardias civiles, integrantes del colectivo de desaparecidos María Herrera documentaron la alteración de indicios en el rancho La Gallera, que habría sido empelado como cementerio clandestino desde 2011, en Tihuatlán, al norte de Veracruz.

El día 26 de abril de 2017, La Silla Rota y E-Consulta Veracruz publicaron el reportaje ''''El campo de exterminio que el gobierno de Veracruz ocultó'''', en el que se evidenció la existencia de ese predio, donde fueron exhumados seis cuerpos el 30 de enero de 2017 por autoridades estatales y más tarde, el 1 de marzo, prendas de vestir, un horno repleto de cenizas y 22 fosas con al menos 100 restos óseos carbonizados, producto del trabajo familiares de desaparecidos.

El pasado viernes 12 de mayo, este medio de comunicación acompañó a madres del colectivo al rancho La Gallera para confirmar si el sitio había sido resguardado, como la Fiscalía de Veracruz se comprometió en una reunión privada con las víctimas indirectas. Sin embargo, el resultado fue contrario a lo acordado.

“Estamos muy ofendidos, el predio sigue sin ser custodiado y ahora nos damos cuenta que alguien regresó y se llevó huesos que la Fiscalía abandonó en una hielera. No se vale que nos quieran ver la cara”, espetó Maricel Torre, integrante de la agrupación de Poza Rica.

Cabe mencionar que Luis Eduardo Coronel Gamboa, Fiscal Especializado en Atención por Denuncias de Personas Desaparecidas se aseguró a los familiares de desaparecidos que el predio sería reabierto a mediados de junio de 2017 para complementar la búsqueda de restos óseos, en supervisión de asociaciones civiles y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Sin embargo, a diferencia de las condiciones en que fue entregada la propiedad por los activistas a la Fiscalía de Veracruz, esta vez se documentó que las cintas amarillas, que hasta el 12 de abril del año corriente estaban a ras de suelo, ahora lucen sujetas a dos árboles tanto a inicios del camino al rancho, como en la entrada de la propiedad.

En el cuarto principal de la casa de dos pisos, tampoco se encontró una hielera de cervezas donde fueron olvidados restos óseos. Al caminar por el sitio, el mismo recipiente fue localizado en el patio trasero y con escasos restos óseos que los familiares ignoran si reúnen las características de la estructura humana.

Al menos en 10 ocasiones se solicitó una entrevista, vía telefónica, con el Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz, a través de su vocero, Conrado Hernández Ortiz, pero hasta la publicación de este trabajo no hubo respuesta.    

El día de ayer en un desayuno celebrado por Winckler Ortiz con algunos periodistas de la capital, Xalapa, se limitó a responder sobre las fosas clandestinas del rancho La Gallera que existe la apertura de la institución para retomar diligencias. 

En tanto, los integrantes del colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera, reprobaron que otro de los compromisos del organismo estatal, que fue entregar una relación de los restos encontrados por los activistas, tampoco les ha sido entregado. 

“Es la hora que no nos confirman de esa dichosa reunión. Pero ahora estamos más preocupados en redoblar guardias en el rancho, porque no se puede confiar en ellos. Eso sí, el lugar sigue sin vigilancia y los hacemos responsables de lo que pudiera pasar con nosotros”, sentenció integrante del colectivo de desaparecidos.

kach