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Cocineras y afanadoras de hospitales, vulnerables ante covid-19

En Tamaulipas, las cocineras y afanadoras de limpieza también han denunciado la falta de insumos y medidas de prevención para trabajar de forma segura

Escrito en ESTADOS el

Cd. Victoria, Tam.- Ellas no están en la primera línea de combate al enemigo invisible: el covid-19. María Isabel Cruz y Carlota Contreras están en las líneas de abastecimiento.

Ellas no son doctoras, ni enfermeras, pero de tanto que han oído del virus, están enteradas de la alerta sanitaria.

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María Isabel es afanadora y Carlota cocinera. “Aquí estamos conviviendo con los pacientes, doctores, enfermeras, pero para nosotros no hay equipo de protección; no nos dan batas, cubrebocas, gorros. Antes a veces conseguíamos y nos poníamos, pero ahora no hay nada. Por nuestra salud tenemos que conseguir cubrebocas, batas, el uniforme y gorro que nos dan no sirven”, dice una de ellas.

Carlota, quien tiene más de 10 años  de servicio como cocinera en la clínica del IMSS, en Ciudad Victoria, dijo: “Toda la gente habla de los doctores, las enfermeras y a nosotras no voltean a vernos. Estamos corriendo el mismo peligro, estamos en el hospital, el virus no está sólo en los pisos, quirófanos, está en todas las instalaciones, y para nosotras no hay equipo de protección”.

“Nosotros subimos a piso para llevar los alimentos a los enfermos, incluso los repartimos. Tenemos contacto con doctores y enfermeras, también les llevamos café o algo para que coman. Cuando podemos. Y ahí les hacemos sus gustos de lo que quieren cenar”.

Carlota tiene miedo de ir a trabajar, pero sabe que no hay opción. 

“Yo trato de quedarme mejor en la cocina meneando cacerolas, lavando platos y cucharas, preparando la comida, y no tener que subir a piso en donde están los enfermos”, dice

María Isabel “chabelita” Cruz llevaba con un trapeador una tina con agua, jabón, una botella de desinfectante y un trapo para limpiar. Lleva ocho años de recoger basura y trapear pisos.

“A mí y mis compañeros nos toca que el hospital este limpio, desinfectado, rechinando de limpio, sabemos que la limpieza es importante para la salud, pero si no dan batas, cubrebocas, olvídese del desinfectante, trapeadores y demás que necesitamos para la limpieza, con qué lo vamos hacer”, se cuestiona.

Chabelita trabaja todos los días en la misma clínica del IMSS. A pesar de que conoce las recomendaciones sanitarias que ha hecho tanto el gobierno federal como local, sabe que su trabajo representa u riesgo para ella.

“A veces ando trapeando en consulta externa en donde está toda la gente, o en piso donde están los enfermos, entonces yo y mis demás compañeras también podemos contagiarnos del coronavirus o de cualquier otra enfermedad”.

Pero sabe que la situación no es nueva y que ya ha habido compañeras suyas las cuales han tenido contagios de diversas enfermedades, pues a ellas no se les brinda el equipo de protección como cubrebocas, guantes y demás.

“Nosotras afanadoras, también como los médicos y enfermeras, también requerimos de protección, nos encontramos tan expuestos como ellos, corremos el mismo peligro, pero para nosotros no hay nada”, insistió.

Además, señala, “con el coronavirus hoy más que nunca es necesaria la limpieza, la higiene. Imagine en estos momentos un hospital sucio, pero no nos ayudan, las bolsas de jabón las tenemos que hacerlas rendir, los trapeadores son unos hilachos”.

“Chabelita” agarra su tina y trapeador y se va en busca de su amiga Carlota para que le regale un café y ver si le guardo algo que almorzar.