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Candidaturas en Guerrero se deciden por antiguos políticos

Grupos políticos encabezados por Manuel Añorve del PRI, el de Los Chuchos y la familia Mora Eguiluz por el PRD, se posicionan para la repartición de puestos públicos

Escrito en ESTADOS el

Chilpancingo, Guerrero (La Silla Rota). Mientras en ciudades como Chilpancingo y Acapulco buscan conservar el poder grupos políticos como los encabezados por Manuel Añorve por el PRI, el de Los Chucos y Ángel Aguirre por el PRD; en localidades guerrerenses más alejadas, familias como la Mora Eguiluz, también bajo las siglas del sol azteca, se posicionan para continuar la repartición de espacios en puestos públicos.

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Las candidaturas que se construyen en Guerrero para la elección del 1 de julio de 2018 giran alrededor de dos principios fundamentales: en primer lugar, los designados a partir de personajes que tienen el control de los partidos políticos y, por otro lado, los que se establecen a través de la sangre, es decir, familias que se heredan y reparten los espacios.

Los grupos políticos que se reparten el poder

Las precandidaturas para senadores son donde más se refleja el reparto de espacios entre grupos políticos que controlan los partidos.

El PRI se decidió por una planilla de unidad que encabeza Manuel Añorve Baños, actual diputado federal con licencia y ya se ha desempeñado como ex alcalde de Acapulco y ex candidato a gobernador por Guerrero. Añorve tiene como acompañante de fórmula a Gabriela Bernal Reséndiz, quien es identificada por militantes priístas, como añorvista.

El mismo caso se vive en el PRD, partido que colocó en primera posición de la fórmula de senadores a la ex secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional, Beatriz Mojica Morga, y como su suplente a la diputada local, Silvia Romero Suárez.

La primera representa el grupo imperante en el PRD conocido como Los Chuchos, y la segunda a la fuerza del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien pretendió sumarse a la jugada electoral, pero, al parecer, las protestas de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa le hicieron retroceder, aunque eso no le impidió tener injerencia en las decisiones del partido.

Otro personaje político en Guerrero que ya se han desempeñado en varios cargos y entró de facto a la jugada electoral es Félix Salgado Macedonio, colado a la encuesta de Morena para la senaduría. Para esta elección también está apuntada su hija, Evelyn Salgado Pineda, registrada como coordinadora de organización o, dicho en otras palabras, como aspirante a una precandidatura a diputada federal por el distrito 9 de Acapulco, según el listado estatal de Morena.

Ambos tienen carrera política en el PRD, sobre todo él, quien fue candidato a gobernador en dos ocasiones, 1993 y 1999, y tuvo los cargos públicos de senador, diputado federal y alcalde de Acapulco. Los últimos meses de Salgado Macedonio en el PRD transcurrieron como promotor del Grupo Pro AMLO o de perredistas que apoyan la candidatura del presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Padre e hija saltaron a Morena ya apuntados en la contienda electoral.

Luis Walton Aburto es otro personaje de la política guerrerense que ha ocupado los cargos públicos de senador y alcalde de Acapulco. Es el actual coordinador estatal de Movimiento Ciudadano, funciones que ha repetido por varios periodos continuos o pausados.

Ricardo Mejía Berdeja, actual diputado local por MC, es uno de los personajes públicamente más cercano a él, y aún en sus funciones legislativas, desde el 10 de enero pasado es precandidato a la alcaldía de Acapulco, cargo que en la actualidad mantiene el perredista Evodio Velázquez Aguirre.

Velázquez Aguirre, de acuerdo con integrantes de la estructura del PRD, se perfilaba para la reelección, pero continúa en sus actividades normales del cargo. El viernes pasado festejó un cumpleaños con un acto masivo como si se tratara de un hecho proselitista.

Por la coalición entre el PRD-MC-PAN, en Acapulco, el acuerdo establecido por los partidos aliados es que evaluarán quién es el mejor posicionado de todos los apuntados. Además, todavía no definen las diputaciones plurinominales.

Las familias de sangre que buscan conservar el poder

Si de diputaciones y alcaldías se trata, las candidaturas se perfilan a partir de relaciones personales y familiares de líderes de partido.

En Tlalchapa, un municipio pequeño de la Tierra Caliente de Guerrero, una familia de perredistas se ha repartido los cargos de la región por los últimos años. En la actualidad, la alcaldesa de ese municipio es Amalia Mora Eguiluz, hija de Martín Mora y Guadalupe Eguiluz, quienes han tenido otras representaciones populares.

Guadalupe Eguiluz ya fue alcaldesa por ese municipio, y ahora está apuntada para conseguir la candidatura del PRD para diputada local por uno de los distritos de la Tierra Caliente, el 18. Martín Mora, quien dirigió en Guerrero hace algunos periodos el partido y fungió como diputado local, es precandidato para la alcaldía de Tlalchapa.

En las pasadas elecciones, además de Amalia, participó Celeste Mora Eguiluz, su hermana, como candidata a diputada federal por esta región, pero el PRD perdió en las votaciones. Esta ocasión, otra vez, se apuntó como aspirante para el distrito federal 1, lugar que compite con Isidro Duarte Cabrera, actual diputado local con licencia.

Duarte Cabrera antes de ser diputado fue alcalde de Cutzamala, otro municipio de la Tierra Caliente que ahora es gobernado por su esposa, Karime Benítez Flores, a quien le asignaron la candidatura por un ajuste de género.

Este ajuste obligado en los partidos, dictamina que el PRD debe llevar hombre en el distrito 1. Las versiones de algunos perredistas es que la familia Mora Eguiluz pretende realmente colocar en una diputación local plurinominal a Celeste, y que su registro federal permitirá negociar en los órganos internos, quienes deciden esos espacios.

Un elemento que suma a que las candidaturas se reparten entre los mismos grupos de los partidos, es la desbandada de diputados locales que inició con este 2018. En las últimas tres sesiones legislativas, los diputados aprobaron al menos 17 licencias de sus compañeros, la mayoría para contender por la candidatura a una alcaldía.  

En la lista está la diputada perredista Erika Alcaraz Sosa, quien se apuntó como precandidata a la presidencia municipal de Tixtla. Ella es parte del grupo político de Bernardo Ortega Jiménez, quien ya tiene su precandidatura a diputado local por el distrito 24, que abarca los municipios de Tixtla, Mártir de Cuilapan, Mochitlán y Quechultenango.

En su carrera política, que incluye su paso por la alcaldía de Quechultenango y diputación local, Ortega Jiménez enfrenta el cuestionamiento público de que sus hermanos, Celso y Antonio, sean los líderes de Los Ardillos, un grupo criminal que, de acuerdo a la radiografía de la Fiscalía General del Estado (FGE), tiene control en la zona de los mismos municipios que integran el distrito que busca representar, y un poco más.

Estos movimientos o diplomacias políticas durante precampaña representan solo algunos ajustes previos al contexto de las campañas de candidatos, pero ya podrían definir escenarios.