CANCÚN, Q.ROO.- Todos los días Laura “N” de 22 años, debía transportarse de su casa hacia la Universidad y viceversa, para hacerlo debía tomar dos camiones, uno a las 7 de la mañana y otro a las 8 de la noche y le tomaba hasta 50 minutos transportarse cada vez que usaba el camión.
Cuando le tocaba ir sentada aprovechaba para leer sus apuntes de la escuela o escuchar música. Una tarde salió de la Universidad, caminó y espero en el paradero, tomó su camión como de costumbre; le tocó un asiento justo en la primera fila, detrás de donde se encuentra el operador de la unidad, se colocó sus audífonos y avanzó hacia su casa escuchando música. Minutos después se quedó dormida con su cabeza apoyada en la ventana de la unidad.
Laura únicamente recuerda que se despertó de manera inmediata cuando se golpeó la cabeza, debido a un movimiento forzado que hizo el camión; cuando abrió los ojos vio a un hombre que tenía la mano dentro de su blusa.
La joven estudiante relató que su primera reacción fue sentir miedo, y retirar la mano del hombre que la tocaba, después se levantó de su asiento para escapar del lugar, sin embargo, el sujeto al ver que se despertó, pidió la parada y se bajó de la unidad antes que ella.
Laura cuenta que se quedó inmovilizada por varios minutos ya que nunca había vivido una experiencia de acoso, después comenzó a revisar si aún tenía su celular y su bolsa de la escuela, volteó la mirada a los demás asientos para ver cuántas personas estaban a bordo, ella era una de las últimas pasajeras. Minutos más tarde llegó al paradero final, se bajó y llego a casa. Pasó más de una semana para que Laura se lo contara a un miembro de su familia y cuenta que después de esa experiencia nunca más volvió a quedarse dormida en los camiones.
84% de las usuarias ha sufrido acoso
Así como Laura, decenas de mujeres en Cancún se enfrentan a situaciones de riesgo, acoso y violencia sexual en el transporte público, ya que de acuerdo a un diagnóstico realizado por el Instituto de Movilidad de Quintana Roo (IMOVEQROO) el 84 por ciento de las usuarias han sufrido algún tipo de acoso.
La directora del IMOVEQROO en la zona norte, Bibian Castillo Dzul, explicó que se hizo el diagnóstico con la participación de mil mujeres en los municipios de Benito Juárez e Isla Mujeres; recolectaron datos y testimonios de víctimas, mujeres de 18 a 60 años, que revelaron datos sobre agresores y el tipo de violencias que ejercen.
Para la directora de Movilidad el “Diagnóstico de Movilidad con Perspectiva de Género” elaborado en febrero a abril de 2019, era necesario para visibilizar el problema, ya que no se había realizado ninguno de su tipo en los últimos sexenios, además de tener la finalidad de marcar un precedente para la construcción de políticas públicas que permitan combatir el acoso y agresiones en el transporte público.
La mayoría de las agresiones ocurre en autobuses
Los resultados del diagnóstico revelan que seis de cada 10 usuarios de transporte público en Cancún e Isla Mujeres son mujeres, se trasladan con mayor frecuencia a las zonas turísticas como Playa Mujeres, el centro de Cancún y la zona hotelera.
La IMOVEQROO detectó que las mujeres de estos destinos turísticos utilizan 115 rutas para llegar a sus destinos, además utilizan tres veces más el servicio público porque deben trasladarse a escuelas, mercados, trabajo y hogar en diferentes puntos de sus rutinas, mientras que los hombres sólo del hogar al trabajo y viceversa.
En Cancún hay un total de mil 72 unidades de transporte público con concesión municipal, dividido en tres empresas: Autocar, Turicun y Cooperativa de Transporte de Bonfil. De acuerdo con el diagnóstico de la IMOVEQROO el 72 por ciento de los casos de acoso suceden en los autobuses, mientras que el 28 por ciento en urvans, otro modelo de transporte en el destino turístico con concesión de orden estatal perteneciente al Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”.
Las agresiones en el transporte público van desde miradas lascivas con el 63 por ciento de los casos, 22 por ciento insultos verbales, 14 por ciento situaciones de tocamientos y 1 por ciento agresiones sexuales como la violación o prácticas sexuales sin el consentimiento de la mujer.
9 de cada 10 mujeres que sufren acoso, no denuncian
Las mujeres sufren situaciones de violencia y acoso en dos horarios picos en Cancún e Isla Mujeres, el primero en horario matutino de 6 a 8 de la mañana y vespertino de 6 a 9 de la noche. Las mujeres entrevistadas coincidieron en que el exceso de pasajeros en las unidades de transporte han incrementado las posibilidades de ser víctimas de acoso y violencia sexual.
De acuerdo con el estudio de Movilidad, de cada 10 mujeres que utilizan el servicio de transporte público en Cancún nueve mujeres no denunciarían ante las autoridades al considerarlo una pérdida de tiempo, mientras que 70% de las encuestadas reveló que no recibió ayuda de ninguna persona dentro del transporte a pesar de haber pedido auxilio.
El principal agresor de las mujeres que utilizan camiones, taxis y urvans para trasladarse son otros usuarios hombres con el 86% de los casos, mientras que el 14% son conductores de unidades de autobuses, urvans y taxis.
De la población de transportistas, las mujeres reportaron acoso principalmente en taxis con el 47% de los casos, con acciones diversas como lenguaje inapropiado y agresiones sexuales; en segundo lugar se ubican los operadores de urvans con el 33% y su principales agresiones son el lenguaje inapropiado con pasajeras, mientras que el 21% de los casos fue reportado en autobuses con miradas lascivas y lenguaje inapropiado.
Por su parte, la directora del Centro Integral de Atención a las Mujeres (CIAM) Cancún, Paola Feregrino, en torno a las agresiones que sufren las mujeres en el destino turístico comentó que la violencia sexual es poco denunciada por la víctima debido a la revictimización, por lo que queda como parte de la “cifra negra” que no se investiga por las autoridades, aunado a otros problemas que surgen de los gobiernos municipales y estatales que resultan insuficientes para atender la demanda de las víctimas en cuanto a distancias, personal capacitado, tiempos de atención y seguimiento.
“Si en ese paso de pedir apoyo no reciben la ayuda adecuada, inmediata y especializada, es difícil que continúen con ese proceso, que es de por sí ya bastante doloroso y que implica mucho esfuerzo para las víctimas, pero si aunado a eso tiene que trasladarse largas distancias o les dan citas dentro de mucho tiempo, el personal que las atiende no es especializado, o si no llegan en condiciones físicas muy fuertes no hay credibilidad, si se encuentra con todos estos obstáculos por supuesto que ya no va a continuar, otras mujeres no van a motivarse para poder pedir auxilio, lo cual es un derecho de las mujeres, el derecho a la justicia y a una vida libre de violencia”, dijo Paola Feregrino.
La directora de Movilidad en Cancún e Isla Mujeres, Bibian Castillo Dzul, dijo que la estrategia para combatir la problemática será proteger a las mujeres a través de la información con la impartición de cursos de formación sobre acoso y violencia sexual en el transporte público que se planean difundir en escuelas y sitios públicos.
“No podemos estar seguros de que esto no va a suceder, más bien blindas a las personas y blindas a una posible víctima, a veces es mucho más seguro que trabajar con el agresor. Cuando tú sales a la calle y estas blindado es más difícil ser víctima. No podemos confiar a que los sistemas ayuden a que estas personas que son inadaptados sociales, no se desempeñen como un operador de un transporte público. El que va a ser agresor lo va a ser en cualquier lado”, dijo Bibian Castillo.