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Cámaras no grabaron multihomicidio en Tizayuca

En el lugar un grupo armado ejecutó a once personas la medianoche del jueves

Escrito en ESTADOS el

HIDALGO (La Silla Rota).-Cinco de ocho puntos de videograbación en el fraccionamiento Señor de los Milagros, en Tizayuca, Hidalgo, donde un grupo armado ejecutó a once personas la medianoche del jueves, no arrojan imagen: la pantalla está en negro.

El monitor de la caseta de vigilancia no tiene recepción de datos de la zona donde ocurrió el multihomicidio, confirmó La Silla Rota, al realizar una inspección.

Una cámara de video colocada en el poste del alumbrado público apunta a la casa marcada con el número 32, a donde sujetos ingresaron en el ocaso de una fiesta familiar y, según el procurador general de justicia del estado, Ramiro Lara Salinas, quien dijo basarse en los resultados de la necropsia, con armas blancas acribillaron a siete mujeres y cuatro hombres, dos de ellos menores de edad.

En la puerta del domicilio, en la marquesina, hay otra cámara que enfoca los residuos de sangre en el suelo. Los vestigios del líquido se extienden hasta el interior de la vivienda –donde, creen los colonos, llega la imagen--. La periferia está resguardada por elementos del Ejército Mexicano.

Los cadáveres quedaron tendidos al interior. Una imagen, filtrada, exhibe cuatro cuerpos: tres sobre loseta, con sangre diluida alrededor de sus siluetas, y uno más, recargado en un sofá café. En el encuadre, al centro, una mueble de madera con vasos desechables, restos de limón y dos envases oscuros, marca Corona.

Según el informe que rindieron los agentes de la Policía de Investigación, y que citó el procurador, al ingresar constataron que diez muertos estaban en la sala y uno más en el segundo nivel.

Cuatro infantes, confirmó, no fallecieron en el ataque y están bajo resguardo de familiares.

Uno de los vecinos, narraron los colonos, activó la alarma vecinal cuando una de las sobrevivientes intentó ingresar a su casa, tras saltar la barda. El dispositivo sonó a las 00:00, aproximadamente, pero nadie salió. “Fue por miedo”, reconocieron.

El encargado de la vigilancia, contratado por la constructora –cuyo nombre, dice, desconoce--, expuso que cada persona que entra por el enrejado debe identificarse, dejar una credencial oficial y notificar a quien visita. No obstante, en el cuaderno donde anotan las generales de quienes no pertenecen a Villa Milagros no hay registro de la noche previa.

“Lo desconozco, apenas inició mi turno”, excusó. “Sólo somos tres policías para más de cien familias”. Un vecino afirmó que 30 por ciento del lugar está deshabitado; otro, que delitos frecuentes son los robos, que se escuchan detonación, aunque nadie notifica al 911.  

A unos metros del juego inflable, desinflado al momento que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) acordonan el sitio, se encuentra estacionado un Jetta blanco con placas NAB-45-56 del Estado de México y, cerca de él, una advertencia en la pared: “Vecinos unidos. Alto. ¡No te arriesgues! Estamos en constante vigilancia, si te sorprendemos robando, grafiteando, dañando vehículos y propiedad ¡te vamos a linchar!”.

Al momento del hecho no hubo reacción.

El Jetta es uno de los tres que son asegurados por la PGJEH porque en ellos, refieren los habitantes, viajaban las víctimas o los criminales. Los dos restantes son un Passat rojo (MUD-24-18) y un Atos blanco (MVW-87-16).

Villa Milagros se ubica en el kilómetro 53.5 de la autopista México-Pachuca, y cuenta con dos accesos.

Un vecino relata que automóviles con cristales polarizados cruzan la avenida principal: Señor de los Milagros, toman la pequeña glorieta Juan Pablo II y, tras pasar por casas deshabitadas, construcciones en abandono, deterioradas y sin resguardo, salen para incorporarse, nuevamente, a ruta hacia la capital del país.

Por ello, cree que es una ruta alterna para evadir los retenes militares y la inspección que la Policía Federal establece en la vía México-Pachuca.

“Antes habíamos escuchado disparos, no ahí, pero en el fraccionamiento. Hacemos oídos sordos, ¿quién va a salir? Es por miedo”, señaló otro colono, que recorre todos los días por Señor de Misericordia.

Cinthia AK pasaba a diario con sus dos hijas, que, calculó, tienen entre 14 y diez años, aunque no se relacionaban con el resto, dijo otra vecina.

Eran muy calladas”, pero, aseguró, no percibió alguna conducta extraña ni movimientos inusuales en la vivienda en los días previos.

El procurador Ramiro Lara Salinas confirmó que el grupo se había reunido para celebrar el cumpleaños de la hija menor de Cinthya y Rubén CV, quien, señaló estuvo recluido en el penal de Tlanepantla, motivo por el cual, 16 horas después de las ejecuciones, dijo que “se presume” que el móvil fue un ajuste de cuentas.

Además de los automóviles, otro habitante del fraccionamiento contó que jóvenes rondan diario en bicicleta y se comunican por radio.

“Es algo grave, está muy cabrón. No fue una persona, son once”.