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Buscador de fosas, el oficio de Mario desde hace 5 años

Mario se ha dedicado los últimos años a buscar fosas clandestinas, con la intención de encontrar a su hermano, quien desapareció desde el 2012

Escrito en ESTADOS el

En un país con más de 40 mil desaparecidos, buscar fosas clandestinas y desenterrar cuerpos se ha vuelto el oficio de cientos de personas que buscan a sus desaparecidos. Un oficio de tiempo completo y muchas veces sin paga. 

Es a lo que se dedica Mario Vergara, de 44 años de edad. Es originario de Huitzuco, Guerrero, pero vive desplazado en la Ciudad de México, en la alcaldía Benito Juárez.

Forma parte de la Brigada Nacional de Búsqueda de Fosas Clandestinas y del Colectivo “Los otros buscadores buscando vida entre los muertos”. Todos los días se prepara física y psicológicamente para las búsquedas. Quiere ser “uno de los mejores buscadores del país”.

Su búsqueda empezó en 2014

Un reportaje de Imagen Televisión, cuenta la historia de Mario, quien ha tomado la búsqueda como un oficio de tiempo completo. 

Mario se dedica a buscar fosas clandestinas desde el 2014, pues busca el cuerpo de su hermano, quien desapareció el 5 de julio del 2012. 

Tomás Vergara, de 39 años de edad, fue secuestrado en Huitzuco. A la familia le pidieron 300 mil pesos para liberarlo sin darles una prueba de vida. Pero Tomás nunca volvió.

En 2014, Mario inició una búsqueda imparable a la que se ha dedicado todo el tiempo. Desde el 2017 se encuentra  dentro del Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos, aunque lo considera un “elefante blanco”.

“No nos protege, ni nos ayuda, tan sólo lo único que hacen es mandar oficios.”

La búsqueda de su hermano también le costó ser un desplazado del estado. 

“A finales de marzo del año 2019 desenterré una persona de 11 días de enterrado, se enojaron los malos de mi pueblo, me amenazaron y me tuve que salir; desde entonces estoy refugiado en la Ciudad de México”, dice Mario.

Se prepara para cada búsqueda

Motivado por dar con el cuerpo de su hermano y ser uno de los mejores buscadores del país, Mario se prepara todos los días para el día que haya que subir a las montañas y comenzar la búsqueda. Es un trabajo de tiempo completo y dice que debe estar preparado siempre para cuando haya un llamado. 

El programa de refugiados le da a Mario una cantidad de 4 mil 300 pesos mensuales, dinero que no alcanza para los gastos, por lo que comenzó a vender mezcal para tener otro ingreso.

Así nació el “Mezcal Buscando a Tomy”. Mario lo vende a través de su página de Facebook, que lleva el mismo nombre en honor a su hermano desaparecido.

“Es mezcal artesanal de la región de Guerrero, es un pueblito que se llama Tecoacuilco, del campo El Maguey; yo no lo produzco, yo sólo lo traigo a la ciudad de México para venderlo.”

Mario continúa con la búsqueda, aunque cada vez parece que las posibilidades disminuyen, pues cada vez se registran más fosas clandestinas en el país.

“México es una gran fosa”, dijo el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas. Y aunque una ley reciente obliga al Estado a tener un “Registro Nacional de Fosas”, todavía no existe una base oficial de datos. La información está desparramada en oficinas de las 32 procuradurías o fiscalías locales, la Fiscalía General, la Marina, el Ejército y la Policía Federal. Además, con subregistro: Encinas menciona 1?mil 100 lugares de enterramientos clandestinos, pero entre los años 2000 y 2017 aparecieron más de 2?mil 700 fosas, de acuerdo con datos de colectivos de familiares desaparecidos.

“Nos estamos preparando para tal vez algún día encontrar a mi hermano, pero también nos estamos preparando por si algún día no lo encontramos, por qué, porque muchas personas van a ser desaparecidos en este país, porque nunca los vamos a encontrar”, dice Mario.

bl