TIJUANA.- De un plumazo, el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, pretende que Issstecali perdone más de 2,700 millones de pesos que le adeudan los municipios de Ensenada y Tecate, según cifras de la burocracia sindicalizada.
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Por eso ya interpusieron un amparo para detener la junta de gobierno de la institución donde se aprobaría la condonación del 99.9% de un rezago que viene de muchos años atrás.
Manuel Guerrero, líder sindical en Mexicali, acompañado de los representantes de los cuatro municipios restantes y de jubilados, dijo en conferencia de prensa que están a favor de solucionar ese añejo adeudo, pero no de las formas.
Los cientos de millones de pesos que no llegaron a las arcas de la institución responsable de la salud de trabajadores del estado y los municipios corresponden a cuotas que distintos ayuntamientos dejaron de enviar, aunque sí las retuvieron de la nómina de la burocracia.
“No solo no mandaban las cuotas que le correspondían, sino que se quedaba con las del trabajador”.
En el caso de Tecate, el adeudo tiene a sindicalizados esperando su jubilación desde hace más de seis años, una espera que genera a los ayuntamientos omisiones de hasta 280 mil pesos que debe pagar en cada caso al momento de cumplir, detalló.
Según el decreto, las finanzas de ese municipio y las de Ensenada están en condición “crítica”, por eso no pueden cumplir sus obligaciones, y el monto del rezago histórico lo hace “materialmente impagable”.
Tecate, la ciudad menos poblada del estado con poco más de 108 mil habitantes según Inegi 2021, tuvo un presupuesto de 762 millones este año, y Ensenada en cambio tiene aprobados mil 967 millones de pesos.
“Ante la intención del Ejecutivo Estatal de fortalecer las finanzas de Tecate y Ensenada, se han realizado mesas de trabajo para el efecto de contemplar la posibilidad de convenir con dichos municipios, el Ejecutivo Estatal y el Instituto de Seguridad, Servicios Sociales de los Trabajadores de Gobierno y Municipios del Estado de Baja California, la liquidación total de su deuda histórica y actual”, dice el decreto.
Conocido por su cercanía con el gobernador, el líder sindical en Mexicali dijo que no ha tenido comunicación con él para conocer detalles de anuncio que los tomó por sorpresa.
“Tenemos una relación de trabajo, de amistad, que se ha fraguado a lo largo de muchos años, pero en cuestiones de estas somos institucionales (...) Ya se comunicó hace rato el secretario General de Gobierno (Amador Rodríguez Lozano), instándonos a la calma. Nosotros no estamos… pues estamos calmados”, afirmó.
Debido a que los descuentos de estas deudas solo pueden realizarse mediante convenios, los sindicalizados también pidieron ver el plan bajo el que se pretende condonar la deuda y pidieron incluir en la discusión a la gobernadora electa, Marina del Pilar Ávila Olmeda.
“Porque somos parte de esa transición, y las decisiones que tome el gobierno saliente o el entrante y que afecten los derechos de los trabajadores, el sindicato va a reaccionar con las medidas necesarias. Para mí resulta hasta bochornoso, siendo del mismo partido el que está en el gobierno, que sucedan este tipo de cosas”, agregó.
La instrucción al director general de Issstecal, Odylar Moreno Grijalva, es que convoque a la junta de gobierno extraordinaria a las dependencias del Poder Ejecutivo, lo que según Manuel Guerrero, es irregular.
“Omite el gobernador que convoque a los sindicatos, que somos parte de la Junta Directiva (...) aunque no somos mayoría y nos pueden mayoritear si así lo quisieran hacer. Tenemos que ser convocados, es parte de las deficiencias del decreto”.
De darse la reunión sin ellos, aseguraron que responderán administrativa y penalmente en contra de los funcionarios de la administración bonillista que aprueben algo ajeno a los intereses de las 25 mil familias de burócratas sindicalizados.
De acuerdo con los representantes sindicales, Tijuana y Mexicali no tienen adeudos por cuotas al Issstecali, mientras que Ensenada y Tecate realizaron algunos pagos durante la pasada administración.
De estos últimos, en el primero fue reelecto como alcalde Armando Ayala, un ex empleado en la empresa de Jaime Bonilla, y en Tecate llegó Edgar Darío Benítez Ruiz, quien antes estuvo en la comisión estatal del agua en esa ciudad.
En su transmisión diaria, el gobernador Jaime Bonilla justificó el decreto argumentando que es la manera de poner fin a un problema generado desde hace años por el estado.
“Los municipios históricamente en Baja California, han sido operados indirectamente por el mismo gobernador o el que está en funciones, y sus participaciones, sus actividades financieras, el estado las ha controlado mucho tiempo”, dijo el morenista, acusado por los ayuntamientos de Tijuana y Mexicali de no entregarles más de mil millones de pesos en participaciones federales.
esc