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Basurero municipal opera en estado de contingencia

El dictamen de la Sedema revela que el relleno sanitario de Veracruz presenta una saturación causada porque no hay un tratamiento correcto

Escrito en VERACRUZ el

El basurero municipal de Veracruz opera bajo un estado de contingencia ambiental, de acuerdo con un diagnostico emitido por la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno del Estado en noviembre del 2018.

El dictamen de la Sedema revela que el relleno sanitario de Veracruz presenta una saturación causada porque no hay un tratamiento correcto de los desechos sólidos; además de que no hay infraestructura necesaria para contener el derrame de lixiviados y la generación de biogás.

La dependencia estatal ordenó en ese entonces el saneamiento y la clausura del basurero municipal, siguiendo una serie de requerimientos que se establecen en el documento con folio DGCCEA/RS-6801/2018, en poder de La Silla Rota Veracruz.

No atender las recomendaciones significaba mantener un grave problema de contaminación ambiental, así como el riesgo a la salud de residentes de fraccionamientos localizados en la zona norte del municipio.

En el informe se detalla una serie de medidas que el Ayuntamiento, como autoridad responsable del relleno sanitario, debe cumplir en el corto plazo, pues de lo contrario la autoridad estatal tendría la facultad para intervenir en el sitio.

“La Secretaría de Medio Ambiente podrá revocar la autorización condicionada para la operación del relleno sanitario, si se comprueba que existe incumplimiento de las condiciones aquí asentadas o impactos ambientales no considerados y originados por las actividades”, cita el documento elaborado y firmado por el entonces director general de Control de la Contaminación y Evaluación del Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente, Rafael Amador Martínez.

A pesar de los requerimientos, el Ayuntamiento de Veracruz, a cargo de Fernando Yunes Márquez, sigue sin atender las recomendaciones que se emitieron al final de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares.

Las omisiones continúan con la administración estatal actual, pues ninguna autoridad ambiental ha intervenido para obligar a resolver la emergencia que describe el informe mencionado.

El documento fue archivado por la dependencia estatal en el actual gobierno, así como por la Procuraduría de Medio Ambiente del Estado de Veracruz, que fue notificada para darle seguimiento y “determinar lo procedente”, sin que hasta ahora hayan fijado una postura.

Daño ambiental evidente

Al ingresar a la ciudad por la autopista Veracruz-La Antigua el panorama principal son los montículos de basura que se imponen frente a fraccionamientos y complejos habitacionales en el norte del municipio.

Un olor penetrante llena los pulmones cuando el viento sopla en sentido contrario al mar, ya que el crecimiento de la ciudad lo ubicó en medio de la mancha urbana. El sitio se localiza a dos kilómetros de la línea costera; zopilotes, gaviotas, garzas y pelicanos sobrevuelan las montañas de basura.

La agrupación ambientalista internacional Earth Mission Veracruz afirma que existe evidencia sólida de los daños que el basurero municipal causó al medio ambiente de la zona.

Sergio Armando González afirmó que el derrame de lixiviados generó daños a colonias de corales cercanas a la zona donde se encuentra el basurero, pero el daño podría propagarse en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano en caso de no detener la situación.

El río Hondo y la laguna que se localiza en el acceso principal al relleno sanitario también reciben los lixiviados, que muestran una degradación en su calidad del agua a simple vista y que podría estar repercutiendo en el manto freático.

“No necesita tener una descarga de aguas negras o lixiviados directo al mar, si se filtra a los mantos freáticos quiere decir que llega al mar (…)”, declaró Sergio Armando González.

Los residentes de al menos ocho fraccionamientos y colonias que se encuentran en las inmediaciones han denunciado que están expuestos a los malos olores que se despiden del sitio por el biogás que se genera con la descomposición de los residuos orgánicos.

La situación es vista como un problema de salud pública que se agudiza entre los meses de octubre y abril, con la temporada de vientos del norte que arrastra la nube de olores a la zona poblada, así como con las secas que propicia la generación de incendios.

Patio trasero del puerto

El relleno sanitario de la ciudad de Veracruz se localiza en la zona de amortiguamiento del recinto portuario, colindante a diversas empresas que prestan servicio o que realizan sus actividades en el puerto.

Es visible desde el Bulevar Portuario que permite el acceso al nuevo puerto de Veracruz, a través del kilómetro 13.5.

Su ubicación con las nuevas terminales del puerto no es mayor a los 5 kilómetros de distancia, aunque los contenedores de las empresas portuarias se pierden en el horizonte con los cerros de basura del tiradero al cielo abierto.

Lo anterior contrasta con la imagen de modernidad que se busca dar con la ampliación portuaria, obra que es destacada por supuestamente cumplir con los más altos estándares de calidad.

Oliver Olmos Cabrera, presidente y fundador de la Asociación Civil Compromiso México Transparente, se refirió al problema en una protesta pública realizada el lunes 22 de julio en las afueras de las oficinas de la Administración Portuaria Integral de Veracruz.

El activista aseveró que la contaminación del relleno sanitario y su cercanía con el nuevo puerto de Veracruz no se encuentra contemplada en las políticas de manejo ambiental de la Apiver.

Antecedentes

El 20 de agosto del 2007, cuando era presidente municipal el ahora senador de la República por el PAN, Julen Rementería del Puerto, se autorizó el título de concesión para que la empresa Proactiva Medio Ambiente S.A. de C.V. se encargara de la disposición final de los desechos sólidos generados en la ciudad de Veracruz.

El contrato otorgado a 15 años estableció como condición que dicha empresa se encargara de la clausura del relleno sanitario localizado en el predio conocido como La Exhacienda Santa Fe, el mismo que sigue en funcionamiento.

Pero al mismo tiempo construir un nuevo relleno sanitario en el predio denominado Loma de la Iguana y Atillo en el Municipio de La Antigua, el cual sustituiría el que ya en ese momento se describía como saturado.

En tanto el nuevo espacio se ponía en operaciones, el relleno sanitario antiguo seguiría siendo utilizado.

Es al concluir la administración municipal de Julen Rementería del Puerto que inician las complicaciones para Proactiva, pues a pesar de haber terminado la construcción del relleno sanitario en Loma de la Iguana se presentan problemas “no imputables a la empresa”.

Dicho problema se atribuye al cierre del retorno sobre la autopista Veracruz-La Antigua que serviría para el ingreso de camiones de basura al nuevo relleno sanitario, el cual se genera coincidentemente cuando el exalcalde arribó al cargo de Coordinador de Centros SCT.

Lo anterior obligaría a los camiones recolectores a pagar la caseta de peaje para en dos ocasiones para poder ingresar al predio Loma de la Iguana, encareciendo el costo y convirtiendo el depósito de basura en un negocio incosteable.

Sin embargo, en los gobiernos municipales siguientes no hubo intención de hacer cumplir a la empresa con el correcto manejo de los residuos sólidos, pues amparados en el contrato original el servicio en el relleno sanitario de la Exhacienda Santa Fe sería únicamente para acomodar la basura.

El 15 de septiembre del 2017 el exalcalde Ramón Poo Gil, aprobó ratificar por 15 años más el título de concesión a Proactiva, en medio de la protesta de integrantes del cuerpo edilicio que denunciaron como desde un principio dicha compañía fue favorecida, primero por el panista y en esta ocasión por el edil priista

Ese mismo año, Proactiva fue adquirida por la empresa transnacional Veolia, que nuevamente asume los compromisos de clausurar el sitio de destino final de la basura y abrir un nuevo relleno sanitario.

En esta ocasión se acuerda que la Administración Portuaria Integral de Veracruz otorgará un terreno de 172 mil hectáreas en un predio aledaño para el nuevo relleno sanitario.

Se acuerda restituir el pago mensual que se otorga a la empresa, cuya cantidad 96 pesos por toneladas de basura recibida, que en ese entonces se fija en 545 toneladas diarias.

Sin embargo, sigue sin cumplirse con la clausura del sitio y el pago a la empresa se sigue haciendo de manera puntual.

Lentitud en el trámite, afirma alcalde

El presidente municipal de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, aseguró que el basurero municipal opera de manera correcta, a pesar de que las quejas de ambientalistas y la sociedad civil muestran lo contrario.

Sin embargo, el edil no precisó una fecha o un plazo para proceder a su clausura.

Afirmó que los trámites para poder cerrarlo y operar un nuevo relleno transcurren con lentitud debido al atraso que generó el cambio de administración a nivel federal y estatal.

“Más bien es el trámite que se viene haciendo desde hace tiempo, ya se hizo el trámite con Semarnat, con Sedema, también, estamos en espera, son tramites largos, el cambio de gobierno generó que se atrasa mucho por los cambios de personas en los mismos puestos, a nivel federal ha habido muchos cambios de las áreas que les corresponde evaluar, llevar a cabo las manifestaciones de impacto ambiental correspondiente, pero espero que pronto pueda estar”

Yunes Márquez se dijo confiado en que no se proceda a una clausura como ha ocurrido en otros basureros en el estado, en los cuales la Procuraduría de Medio Ambiente del Estado comprobó que incurren en violaciones a la Ley Estatal de Protección al Ambiente y la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos.

Por su parte, las autoridades estatales no han fijado una postura al respecto de las afectaciones causadas por el basurero municipal de Veracruz.