La pelea por el trasiego y venta al menudeo en Chihuahua revivió. El ataque al centro de rehabilitación “Uniendo Familias para Vivir Mejor” evidencia la pugna entre “Los Aztecas”, pandilla que controla la distribución de droga junto con el Cártel de Ciudad Juárez, contra “Los Mexicles”, aliados del Cártel de Sinaloa.
“Los Aztecas” derivaron de barrios estadounidenses en El Paso cercanos a la frontera, que luego desarrollaron poder en las prisiones de Texas y luego hicieron acuerdos con el Cártel de Juárez, a partir de lo cual evolucionó para controlar el tráfico local de drogas. La naturaleza altamente organizada del grupo le ha ayudado a ganar miembros en ambos lados de la frontera y actualmente podría contar con las condiciones necesarias para dar el salto al crimen organizado transnacional a gran escala.
“Los Mexicles” es una de las seis células del crimen
organizado surgidas de dos cárteles presentes en el estado de Chihuahua.
Este grupo fue formado por pandilleros deportados de Estados Unidos a México y se establecieron inicialmente en asentamientos irregulares cercanos a la zona Centro, en las colonias Altavista, Felipe Ángeles y Chaveña. Todas de Ciudad Juárez.
Su tendencia fue apoyar al Cártel de Sinaloa para constituir una fuerza de defensa, en contra de otras pandillas que se formaron en el interior de las prisiones de El Paso.
El Cártel de Juárez tiene su frente de sicarios que integran “La Línea”, pero sus distribuidores al menudeo se concentran en “Los Aztecas”.
Por parte del Cártel de Sinaloa el brazo armado es “La Gente Nueva”, y su red de distribución al menudeo se apoya en “Los Mexicles”.
Recientemente la Agencia Antidrogas de Estados Unidos reveló que el Cártel Jalisco Nueva Generación también incursionó a Chihuahua con el fin de adquirir poder en las vías de trasiego de droga.
La matanza de 14 personas en el centro de rehabilitación “Uniendo Familias para Vivir Mejor” recuerda la forma de operar en el pasado, en el que elementos policiacos colaboraban con “La Línea” para resguardar a vendedores de drogas al menudeo en este tipo de anexos de rehabilitación, a los cuales luego arribaban grupos de “Gente Nueva” para eliminar a los rivales.