Puebla (La Silla Rota).- El texmeluquense y comerciante, Raúl Flores Hernández, lamentó que se le confunda con el líder de la Banda de los Flores que es acusado de narcotráfico y lavado de dinero, su homonimo Raúl Flores Hernández, alias “El Tío”, y aclaró como un vil mentira, que el inmueble donde se ubica su negocio “Singer” sea una propiedad de dicho narcotraficante.
Tras la polémica que surgió durante la noche de antier y la mañana de ayer a través de internet y redes sociales de que una de las propiedades del narcotraficante Raúl Flores Hernández, alías “El Tío”, se ubica en la ciudad de San Martín Texmelucan, de acuerdo con lo informado por la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) que depende del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Y que dicho inmueble, ubicado en la calle Zaragoza Sur, número 201 en el centro de la ciudad, es propiedad del líder de la banda de los Flores que está ligado con el futbolista Rafael Márquez y del cantante Julián Álvarez, El Sol de Puebla buscó al propietario del edificio donde se encuentra un comercio de reparación y venta de máquinas de coser “Singer”, quien sin problema alguno accedió a desmentir dicha versión y señalar como infundadas las versiones periodísticas.
Al respecto, el texmeluquense y comerciante, Raúl Flores Hernández lamentó que él tenga el mismo nombre del narcotraficante y que se diga que el edificio que se ubica en la esquina de la calle Zaragoza y Morelos sea propiedad del personaje antes mencionado, por lo que pidió aclarar que desde hace 25 años el adquirió el predio donde construyó dicho inmueble y donde actualmente tiene su negocio de reparación y venta de máquinas de coser.
Dijo que él nació en la ciudad de Texmelucan, su padre don Ángel fue un reconocido comerciante y desde entonces ha vivido en esta demarcación donde ha convivido con vecinos y familiares, por lo tanto consideró como erróneo e irresponsable que se digan las cosas antes de ser investigadas, dejando en claro que él que nada debe, nada teme, de tal forma que continuará su actividad de manera normal pidiendo a la opinión pública no dejarse llevar por información infundada.