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Así luchan por sanar foráneos albergados esta cuarentena en Veracruz

Diariamente albergue AJA podría recibir a 30 personas con tratamientos médicos en el puerto; por prevención por covid-19 ahora sólo alojan a 5 familias

Escrito en VERACRUZ el

Veracruz, Ver. - Son 11 años en los que el albergue Amigos de Jaime en Acción (AJA), lleva brindando un hogar temporal a niños con enfermedades graves que vienen de otros municipios del estado para recibir tratamiento en los hospitales del puerto de Veracruz y que no pueden retornar a sus pueblos.

A tan solo cuatro cuadras del Hospital Regional de Alta Especialidad y La Torre Pediátrica, se encuentra el albergue Amigos de Jaime en Acción, ahí los niños y sus familiares reciben hospedaje, aseo y alimentación de manera gratuita. 

La mayoría de estas familias son foráneas provenientes de varios municipios del estado por lo que no cuentan con un lugar en el cual puedan quedarse.

Fue en el año 2009 cuando este albergue se fundó, desde entonces han logrado atender de manera gratuita a un promedio de 30 personas diarias entre pacientes y familiares, pero desde hace dos meses el número de personas que reciben la ayuda tuvo que ser reducido.

Debido a las medidas de prevención por el covid-19 y para proteger a los niños que están llevando un tratamiento más largo y que no pueden dejar de asistir a los centros de salud.

Por el momento dentro del albergue solo se encuentran cinco familias que no pueden regresar a sus hogares, debido a que el tratamiento de los niños es más complicado y deben de ser constantes, tales como los pacientes de oncología y nefrología.

“Por la contingencia estamos muy restringidos con el acceso de personas sobre todo porque tenemos que cuidar la seguridad de los niños que tenemos aquí adentro”, comentó Irene Irigoyen, coordinadora administrativa del albergue.

En la entrada del albergue se encuentra una charola con desinfectante para que antes de que una persona ingrese pueda desinfectar sus zapatos, al igual que los inquilinos se tienen que bañar antes de entrar a la casa.

Las medidas de prevención que han tomado son de vital importancia ya que muchos de los niños tienen las defensas bajas y cualquier enfermedad ya sea covid o no, puede arruinar los meses de tratamiento y poner en riesgo su vida.

LIZET Y SU HIJO LLEVAN UN AÑO VIVIENDO EN EL ALBERGUE

Un pasillo largo lleva al patio del albergue, ahí se encuentran tres mujeres sentadas jugando con sus hijos, saliendo de la regadera está Lizet y su hijo Jesús, apenas habían llegado del hospital donde el menor recibe su tratamiento de hemodiálisis y como medida de prevención antes de entrar a las instalaciones deben de bañarse. 

Desde hace un año, para Lizet y su hijo, el albergue AJA se convirtió en su hogar.

Jesús tiene que ir tres veces a la semana a la Torre Pediátrica para que reciba hemodiálisis debido a que le fue diagnosticado insuficiencia renal crónica.

Ellos vienen de una pequeña localidad llamada Santa María Tatetla, en el municipio Jalcomulco ubicada en el centro del estado a más de tres horas del puerto de Veracruz, debido a la lejanía de su pueblo no pueden viajar todos los días para el tratamiento del menor.  

Los cuidados para Jesús tienen que ser más estrictos, ya que como su madre, dice: “no sabemos qué gente pueda tener la enfermedad”.

LA NIETA DE CELIA LLEVA UN MES INTERNADA POR INSUFICIENCIA RENAL

Celia recarga su cuerpo sobre una cuna de madera, es una mujer de 60 años y son ya dos los que su nieta y ella llevan viviendo en el albergue.

En unos casilleros azules guardan sus artículos personales y en una caja aparte, el tratamiento de hemodiálisis que le donaron y el que ocupa la menor de 16 años.

Hace un mes que su nieta está internada en la Torre Pediátrica y todos los días Celia va a visitarla, ellas vienen del Ejido Cándido Aguilar, en el municipio de Minatitlán al sur del estado para llegar al puerto de Veracruz se hacen más de cinco horas en autobús.

“Nosotros vamos de vez en cuando a nuestras casas, pero volvemos a regresar cuando ella se pone mal, porque no la podemos tener allá”

Celia no sale del albergue sin su cubrebocas y cuando regresa al albergue lo primero que hace es bañarse, y de esta maneta prevenir cualquier probable contagio, aún cuando ella también está en uno de los sectores con más riesgos a contraer covid, no puede abandonar a su nieta.

“Más que mi nieta, ya es mi hija”

JENNY VIVE PARA SU HIJA RECIÉN OPERADA

La hija de Jenny fue trasplantada de un riñón y debido a eso permanece en tratamiento constante

Ella y su hija juegan en una mesa del albergue, ambas portan cubrebocas y no se lo quitan durante todo el día excepto para comer.

Hace tres meses la pequeña de ochos años fue trasplantada de un riñón debido a que uno no se le desarrolló y el otro dejó de funcionar.

Hace cinco meses que el albergue AJA se convirtió en su segundo hogar, ellas vienen de Misantla en la zona centro del estado.

“Ahorita es una niña trasplantada, pero tiene que tener un tratamiento para que no haya rechazo, tiene que estar en constante chequeo. Prácticamente no nos podemos ir porque se checa de dos a tres veces a la semana y se lleva a hacer estudios para que el trasplante funcione”

Para la menor la higiene es de vital importancia, pues por el trasplante sus defensas están bajas y cualquier enfermedad por mínima que sea puede ocasionar rechazo, por lo que su madre debe extremar en sus cuidados.

MIGUEL PASARÁ SU SEXTO CUMPLEAÑOS EN EL ALBERGUE AJA

El hijo de Imelda es un paciente oncológico, llevan un año viviendo en el albergue, el proceso y tratamiento para ambos ha sido difícil y desde que inició la contingencia por el covid-19 se volvió más complicado pues no pueden permanecer en confinamiento.

Lo anterior debido a que cada semana están yendo al hospital para que Miguel reciba sus quimioterapias.

“Tomamos nuestras precauciones como utilizar cubrebocas, lavarse las manos y nada más a lo que vamos al hospital y de regreso aquí al albergue”

Miguelito -como le dicen de cariño- pasará su sexto cumpleaños dentro del albergue.

El cumpleaños de Miguel es el 24 de mayo y al siguiente día será internado en la Torre Pediátrica para continuar con su tratamiento y así pueda vencer el cáncer que padece.

Aquí las personas entran como desconocidos y terminan siendo una familia con diferentes problemas y provenientes de distintos lugares, pero con una misma misión y compromiso el cual es que cada niño que entre, salga sano esa es la mejor satisfacción que los trabajadores pueden tener.

Actualmente el albergue no está recibiendo artículos como ropa y juguetes debido a la contingencia, pero lo que si están aceptando es despensas, artículos de higiene personas, de limpieza para prevenir el coronavirus y donaciones en efectivo.

ygr