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Arlette no se suicidó, a la hora de su muerte estaba chateando con su familia

La familia de Arlette Ariadne Heredia Piña de 20 años, quien vivía en Mérida, Yucatán, está convencida que la joven no cometió suicidio: fue feminicidio

Escrito en ESTADOS el

MÉRIDA.-La familia de Arlette Ariadne Heredia Piña de 20 años está convencida que la joven no cometió suicidio: fue feminicidio. Existen contradicciones entre la hora asentada en el acta de defunción y los mensajes que intercambió con su madre, padre y hermano.  

El pasado cuatro de mayo, según reportaron las autoridades, la joven se quitó la vida en la casa de Prado Chuburná que compartía con su novio Oscar. La pareja tenía menos de un año de noviazgo.   

Sin embargo, Arlett Joana Piña, madre de Arlette Ariadne asegura que no es posible que el Servicio Médico Forense (Semefo) asentara las siete de la noche como la hora de defunción: 

“A las 6:59 de la tarde me escribió que me quería mucho y a las 7 en punto me mandó un mensaje donde me puso [Sé que muchas veces te reclamé porque me ibas a abortar, pero perdón no sabía porque estabas pasando], después de leerlo le empecé a marcar y 7:06 le escribí para preguntarle si estaba bien, tampoco le dejé de marcar”, explica. 

Estaba en el supermercado con su esposo Jesús Orlando Heredia Valencia cuando un familiar de Oscar le avisó que su hija se había quitado la vida. En menos de 15 minutos se trasladaron al lugar. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ya había definido el perímetro, pero la Fiscalía General del Estado y el personal del Semefo aún no llegaban. 

Un primo de Oscar le dijo que la encontraron alrededor de las 6:30 de la tarde. Oscar nunca se acercó a la familia, se quedó sentado en el parque de enfrente a la casa donde vivían juntos. 

“También se me acercó el tío o padrino no sé bien qué era y me dijo que Oscar estaba en su casa cuando mi hija le manda mensaje diciéndole que se va a matar y fue por eso que regresó a la casa. Le pregunte al policía si entró y vio a mi hija y que según él tenía dos horas de haberse matado, yo le pregunte que cómo era posible si me acababa de enviar un mensaje”, acotó. 

El padre de Arlette duda que el joven estuviera fuera de casa cuando falleció su hija y está seguro que su auto nunca se movió del lugar. “No cuadran las horas y el auto se estaciona de reversa, nunca lo movió de lugar”, apuntó. 

Además, desde las 5 de la tarde, Arlette estaba platicando con su hermanito, intercambiaron mensajes de audio y hablaron por teléfono a las 7 de la noche. “Escuchas el audio y no se escucha mal, estaban hablando del gimnasio donde empezarían a ir”, dijo la mamá de la joven. 

El cuerpo de la joven tenía laceraciones y no se le realizaron todas las pruebas correspondientes. El forense aseguró que su sangre ya no servía para el estudio y que sus uñas eran muy cortas para analizar si debajo había restos de algo.  

Jesús Orlando pidió se revisen las cámaras para ver si realmente Oscar salió de casa en su auto, pero no les han notificado si será posible. Otro de los detalles es que presuntamente Arlette usó el brazo de la hamaca para suicidarse: 

“Yo le regalé esa hamaca y ella no pudo quitar la soga de la hamaca, esta atorado, ni yo puedo quitarlo, mi hija no sabía ni hacer un nudo, ni colocar el brazo de la hamaca y si tú ves las fotos son tres nudos profesionales de película y el lugar es muy alto, no llegaría sola” .

Motivados por estas irregularidades, la familia interpuso una denuncia para exigir se investigue la muerte de Arlette. 

VIOLENCIA PSICOLÓGICA

Arlette empezó a salir con Oscar un mes antes que se decrete la pandemia de la Covid-19. Y en octubre empezaron a salir formalmente. La joven decidió ir a vivir a la casa de sus abuelos, ya que estaba más cerca del rumbo de su novio. 

Pero con esta relación empezó a cambiar su comportamiento, por alguna razón ocultaba que salía con él. “Dijo que vería a una amiga y se fue con él, llegó a casa después de las 11:30 de la noche, en ese momento había restricción de movilidad, nos preocupó mucho a todos”, narró. 

En noviembre de nuevo repitió esta conducta, pidió permiso para quedarse en casa de sus amigas, su hermanito se contactó con ellas y descubrió que jamás llegó con ellas.  

“Ya eran más de las 11:30 de la noche, estábamos preocupados por lo que fuimos a verla a casa del muchacho, no nos contestaba el teléfono ni nos abrían en la casa".

"Llegó su papá (Jesús Orlando) al lugar y como un protector estaba suelto, entró a ver si estaba ahí y efectivamente estaban juntos. Mi hijo le reclamó por no contestarnos. Yo pensé lo peor, esa noche no quiso regresar a la casa con nosotros”, explicó. 

Su familia notó que la joven cambio drásticamente, descuido su imagen personal.

INTENTÓ ALEJARSE DE ÓSCAR

En abril, la joven se fue de vacaciones con su familia y se desconectó del celular durante esos días. A su regreso le comunicó a su mamá que no quería seguir con Oscar. Se cansó de vivir una relación complicada. 

“A veces me contaba que era muy celoso y yo le decía que no tenía que aguantar, que se dé un tiempo o que regrese a la casa. Luego volvían y me decía que se dieron cuentas que mientras sean solo ellos dos no había problemas, le explique que tampoco estaba bien, que tenía que seguir con su espacio y conviviendo con sus amigas. Me llegó a contar que él la engaño, que era celoso, pero no me lo contaba a fondo por temor a que yo no lo aceptara”, dijo su madre. 

Sin embargo, Oscar no la dejó de buscar y la convenció de regresar con él, según su madre siempre le decía que estaba muy solo y solo la tenía a ella.  

DOS DÍAS ANTES DE LA MUERTE

La joven estudiaba psicología en el Instituto Comercial Bancarios en Mérida y vendía productos en Facebook para juntar dinero y ayudar a Oscar. Desde hace un mes quería vender su teléfono para darle el dinero y que pagará lo que debía del auto, también le quería comprar uno nuevo. Esta situación le llamó la atención a su mamá, pues ese celular fue un regalo de ella y su abuelo.  

El dos de mayo habría entregado el teléfono, le darían un equipo menos costoso y la diferencia en efectivo, finalmente, la transacción no se hizo.  

El lunes, cerca de las 11 del mañana, Arlette llegó a la casa de su mamá, quien la notó ansiosa. La joven buscaba con desesperación un cargador para su celular. Al verla tan mal su mamá le dio 100 pesos para que se compre uno nuevo. 

“Regresé a la casa y vi a mi hija, a su novio Oscar y mi hijo menor en el cuarto, en un momento ella me mostró cosas para regalar al bebé de su hermano mayor, desde que supo que iba a nacer le quería comprar cosas. Le dije que todavía no compráramos nada porque aún no iba a salir del hospital, ella estaba muy emocionada, ya quería conocerlo”.

Se fueron después de un rato y esa fue la última vez que la vio con vida. 

“Ella estaba muy pegada conmigo, me apoyaba en todo, siempre que necesitaba algo se preocupaba, desgraciadamente era una persona que se preocupaba por todo, le encantaba ir a la escuela, la llegue a castigar con no ir, siempre se preocupaba por sus abuelos, ayudaba a mi mamá ¡Hasta cuando los animales! Una vez vio a un perrito comiendo piedras, ya era tarde y había toque de queda, nos hizo ir por croquetas y regresar para darle comida y agua. Rescató a un perrito con sarna de la escuela, lo llevó a curar. Era muy buena, no lo digo solo porque sea mi hija, era buena amiga y se notó en su velorio fueron muchos, de 25 llegaron 100, todos la conocían”, lamentó. 

¿SUBREGISTRO DE FEMINICIDIOS DETRÁS DEL SUICIDIO?

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en Yucatán tiene el registro de 26 feminicidios que fueron encarpetados como suicidios en el 2020. Al menos dos se lograron reabrir en conjunto con la familia de las mujeres que perdieron la vida en situaciones sospechosas. 

esc