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Arder dos veces en Año Nuevo

Martín López y su familia, vecinos de la colonia Killian II en León, han comenzado el año tal como hace una década: viendo parte de su patrimonio hecho cenizas

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Escrito en GUANAJUATO el

La esquina que conforman las calles Ensenada y Tecate, en la colonia Killian Segunda Sección, parece un imán de fuego. 

Hace 10 años —justo el primero de enero de 2011— fue escenario del primer gran incendio que sofocaron los bomberos de León. En 2021 como un macabro déjà vu, también este inmueble ardió el primer día del año y de nueva cuenta tomó horas mitigar las enormes llamas que salían por una de las ventanas. 

En 2011 tres perritos quedaron atrapados en las llamas (Fotor. Especial). 

El incendio de 2011, detalla Martín López, dueño de la propiedad, ocurrió por la calle Ensenada pero fue ocasionado por la misma causa: pirotecnia hace una década igual que pasó hace unos días, “niños jugando con barrenos, otra vez”, lamenta. 

El siniestro de hace una semana, el viernes primero de enero de 2021, comenzó en otro punto del inmueble: en la calle Tecate, “aunque esta vez el fuego salía por las ventanas y pasó en la noche, a eso de las ocho o nueve”, recuerda Martín aún sorprendido y destaca que las redes sociales, a una década de distancia del primer incendio, han sido para él la principal diferencia.

“Hace 10 años fue como a las tres de la tarde, estaba terminando de comer y este que pasó fue en la noche (…) aquella vez estuvimos solos y esta vez, gente que ni conocemos, nos ha ayudado”, confiesa a La Silla Rota Guanajuato el propietario de la esquina de León que ardió dos veces en Año Nuevo.
 

Martín López, de 60 años, es un zapatero sencillo. Tres generaciones han ejercido este oficio en su familia. Comerciante dedicado al calzado nacido en el Barrio del Coecillo, se gana la vida con la compra y venta de “salditos” (zapatos en buenas condiciones con algunas imperfecciones en su manufactura) que pone a la venta en los tianguis de la ciudad y que almacena en esa esquina.

“Para colmo de males llegué esta vez y abrí la manguera que tengo ahí y no había presión, fue muy desesperante”, relata.

Padre de seis hijos, la menor, Susana, cuando ocurrió el primer incendio en 2011 tenía 16 años y poco podía hacer. Pero esta vez Susana con 26 años en 2021 y con un smartphone, manifestó su impotencia al saber que su familia pasaría por lo mismo otra vez. Así que decidió publicar un emotivo mensaje que se viralizó  llamando a no usar pirotecnia. 

“Recuerdo que hace diez años fue muy desesperante porque llegaron los bomberos pero una pipa no tenía el agua suficiente (…) no había quien les abriera la puerta así que la tiraron. Así salió una de las perritas”, recuerda Susana López.

En su post publicado tres días después del evento de 2021, más de 2 mil veces compartido hasta ahora, Susana manifestó su frustración: por “un juego, un chiste, o quizá una maldad”, perdían parte de su patrimonio. 

“Miren años de trabajo hecho cenizas, miren esfuerzo y esperanza rotas”, escribió.

Susana López agradece la ayuda de la gente que mostró empatía con su publicación que llamaba a hacer conciencia de un problema real: la pirotecnia causa muchos accidentes en el estado, Guanajuato es uno de los cuatro con más siniestros por esta causa en el país. 

Por eso es la solidaridad de las personas y la potencia de las redes sociales lo que más le ha sorprendido a Martín en esta ocasión. 

“La otra vez sí salió en los periódicos y todo pero nadie nos ayudó (…) ahora hemos recibido mucha ayuda de gente que ni conocemos para escombrar el lugar y limpiar. Una señora pasó en un carro y nos dejó bolsas para recoger los escombros y ahorita está por venir un grupo de muchachos de Uber que se ofrecieron a ayudarnos”, cuenta conmovido.

En la familia López existe una paradoja más: su hija Lupita, quien en 2011 era paramédica, una década después hace parte del Heroico cuerpo de Bomberos de la Ciudad.