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"Andaba en la calle correteando la nota; se contagió de covid y murió"

Moisés de 52 años, se preparaba para participar en un triatlón; en Sonora tuvo los primeros síntomas pero el médico no lo diagnóstico bien y la covid avanzó

Escrito en ESTADOS el

MEXICALI.- Doctor, dígame si tengo la covid, le dijo Moisés Marquez al médico que lo revisó por un dolor de garganta durante su viaje a Sonora, y la respuesta que recibió fue; no. Esa fue su primera oportunidad perdida para recibir la atención necesaria. 

Días después, ya en Tijuana y con evidentes problemas para respirar, fue con su esposa Myrna Sánchez al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde ella cuenta que esperaron más de cinco horas para ser atendidos.

La barrera se rompió con 20 decesos en 24 horas, 17 de ellos en Tijuana, donde el coronavirus ha cobrado más de 6 mil 500 vidas desde que fue detectado en Baja California durante los últimos días de marzo en la capital del estado, Mexicali.

Ese municipio en cambio ocupaba hasta el 15 de noviembre el primer lugar del estado por casos acumulados, con 10 mil 635 de los 23,598 en el estado, y tenía la misma posición por decesos con mil 722

Según cifras de la Secretaría de salud en Baja California, los adultos mayores de 65 años de edad son los que más se están enfermando, seguidos de la población en edad productiva. 

“Lo que hizo el IMSS fue darle una incapacidad por 14 días y una hojita de cuidados del covid”, comenta.

El siete de mayo, luego de una enfermedad que lo fue minando en su casa hasta que recibió ayuda de sus amigos para que lo atendieran en el Hospital General, el coronavirus le quitó la vida.

En esa fecha había oficialmente 340 decesos a causa de la pandemia en Baja California, pero el pasado 12 de noviembre la entidad rebasó los 4 mil.

“Los adultos jóvenes, de 30 a 34 años, los que decimos: no nos pasa nada, somos invencibles, yo no me voy a enfermar, no voy a ir al hospital, son el segundo grupo que más se nos está infectando y enfermando” señaló el secretario de salud, Alonso Pérez Rico.

El semáforo epidemiológico de Baja California permanece en naranja, mientras las autoridades de salud mantienen especial atención en maquiladoras, bares, restaurantes, guarderías y estancias infantiles que están reabriendo luego de la presión de padres de familia.

Cuando Moisés murió, Baja California estaba en semáforo rojo y casi toda la ciudad estaba resguardada, pero él andaba en la calle “correteando la nota”.

No hacía mucho había regresado a ejercer el periodismo luego de más de tres años de una aventura como en el Ayuntamiento de Tijuana, primero como director de comunicación social, después en la oficina de Presidencia.

“Disfrutó mucho el estar allí”, comenta su viuda en una entrevista telefónica en la que cuenta el gusto que Moisés Marquez tenía por la política, habla también del noviazgo que vivieron en Sonora, donde nacieron ambos, y los primeros pasos de Moisés en el periodismo cuando tenía 18 años de edad.

“Aquí en casa donde quiera hay cuadernos con palabras clave que sintetizaba para describir, detallar una nota”, recuerda.

Debió ser en alguna de sus coberturas diarias, durante las semanas más críticas que ha vivido Baja California por la contingencia sanitaria, donde se contagió.

Murió a los 52 años, mientras se preparaba para participar en un triatlón, porque también era aficionado al deporte y este le ayudaba a burlar un temible pronóstico que recibió en su juventud.

“La segunda vértebra la tenía oprimida, y el diagnóstico era que a los 40 años ya no iba a poder caminar, porque no se iba a poder operar. Por eso el doctor le dijo que no tenía que subir de peso, por eso cuidaba mucho su alimentación, y lo que lo mantenía para que no le doliera la vértebra era la natación”, dice Myrna Sánchez.

Por eso Moisés desarrolló una relación especial con el mar, pidió que su cuerpo fuera incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas en San Carlos, Sonora.