Hidalgo.- Agosto, cuando cuerpos desmembrados fueron hallados en una colonia popular de Pachuca y fue ejecutado, también en la capital, un exjefe de seguridad que había sido vinculado con Los Zetas, fue el segundo mes del año con más homicidios en Hidalgo, con 76 carpetas de investigación iniciadas, sólo por debajo de marzo, que tuvo 80.
El número de indagatorias que el estado notificó al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), sin embargo, no representa el número de víctimas, ya que la Procuraduría General de Justicia de la entidad reconoció que cada una puede incluir más de un deceso.
No obstante, los asesinatos aumentaron 76.74 por ciento con respecto a julio, cuando, con base en los registros de incidencia delictiva del fuero común del SESNSP, se denunciaron 43. Si se mide con respecto a junio, mes en el que hubo 30 carpetas iniciadas, el alza es de 153.33 por ciento.
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El viernes 24, el excomandante Esteban Javier Reyes Hernández, quien fue subdirector de la entonces Policía Judicial del estado y en 2011 fue detenido por presuntamente recibir 150 mil pesos al mes para dar protección al cártel de los Zetas que lideraba Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca –pero liberado por inconsistencias en el proceso–, fue asesinado cuando viajaba en un automóvil Mercedes Benz C280, en el bulevar Felipe Ángeles, a la altura de la preparatoria David Alfaro Siqueiros, en Pachuca.
Una semana antes, el gobernador Omar Fayad Meneses calificó los ilícitos de alto impacto como “circunstanciales”, y por el responsable de la política interna, Simón Vargas, como “hechos aislados”, categoría que también dio a los asesinatos de alcaldes y exalcaldes, así como a tres multihomicidios ocurridos entre 2017 y enero de 2018.
El 26 de agosto, dos cadáveres, descalzos y con el torso desnudo, con heridas posiblemente por armas punzocortantes, fueron hallados en un camino de terrecería en la comunidad de Los Mogotes, en Tizayuca –donde han ocurrido dos homicidios múltiples–.
En el mismo municipio, pero en la privada Hojarasca del fraccionamiento Rancho Don Antonio, un grupo armado ultimó a una mujer de alrededor de 46 años, al dispararle en dos ocasiones en la cabeza –según el informe preliminar de cuerpos de seguridad–, además de herir a su hijo en una pierna.
Además, el 30 de agosto una pareja fue agredida por un grupo de pobladores que les rociaron de gasolina y les prendieron fuego, después de retenerlas por el presunto robo de un infante, en la localidad de Santa Ana Ahuehuepan, en el municipio de Tula.
Pese a incremento de secuestros y homicidios, Hidalgo presume seguridad
Los restos de al menos dos personas descuartizadas, en tanto, fueron encontrados en la colonia la Loma, en la capital. Los cuerpos carecían de extremidades y aparecieron en la calle Adolfo López Mateos; metros más adelanta, la policía estatal localizó una pierna y una mano que posiblemente le pertenezcan a la misma persona.
El acumulado de 2018, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo, es de 466 homicidios dolosos, a 234 de los contabilizados el año anterior, cuando restan cuatro meses por registrar delitos.
Pese a los números que presenta, Hidalgo es el estado peor evaluado en cuanto a registro y calidad de datos que producen instituciones gubernamentales sobre homicidios, con una calificación de 2.8 puntos, según el Índice de Datos sobre Homicidios de este año que elabora el Instituto para la Economía y la Paz.
La evaluación se genera a través de los principios del Protocolo de Bogotá, el cual sugiere que cada víctima sea reportada como un hecho nuevo y no el homicidio como un evento, lo cual realiza la entidad.
bl