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Acacoyagua, el municipio que desterró a la minería a cielo abierto

El Frente Popular en Defensa del Soconusco “20 de Junio" de Acacoyagua, Chiapas, desterró a la empresa china, que con la extracción de titanio contaminó 3 ríos

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- Antes de que una empresa china llegara al municipio de Acacoyagua, en la región Soconusco de Chiapas, eran contadas las personas que fallecían de cáncer. Sin embargo, al paso del tiempo, la extracción acelerada de titanio por parte de la misma provocó la contaminación de tres ríos, la mortandad de peces y enfermedades y muerte de decenas de lugareños, incluidos infantes.

Amada García Niño sabe el dolor, la angustia y el coraje que vivieron durante al menos 15 años, durante los cuales intentaron impedir que las máquinas y camiones no solo se llevaran la riqueza de un pueblo, sino que dejaran una estela de muerte.

De profesión enfermera, la también integrante y líder del Frente Popular en Defensa del Soconusco “20 de Junio”, mismo que hoy recibió el Premio “Mariano Abarca” por dicha labor, rememora que la lucha ha sido difícil, pues se enfrentaron a varias vicisitudes, entre éstas la indiferencia de las propias autoridades de gobierno.

Con ambas manos, la mujer hace las veces de un paquete grande de expedientes de quienes perecieron por cáncer. Antes de la llegada de la compañía extractiva, esa enfermedad era casi un mito, pero a partir del 2007, arriba de 20 ciudadanos de manera anual, de las diferentes comunidades de esa demarcación, se “envenenaban” y morían.

La gente, recuerda quien pudo palpar la muerte de cerca, comía los peces de los afluentes Cacaluta y Jalapa, incluido el del Cintalapa, del municipio vecino de Escuintla, pero al parecer lo que ingerían eran los lixiviados o residuos tóxicos de la actividad minera en la comunidad Nueva Libertad.

Hubo un momento más crítico, pues casi a diario se morían hasta cinco gentes por males relacionados a esa actividad. Hasta en la actualidad, advierte Amada, hay personas que siguen enfermas de los riñones, hígado, de la piel o de otras partes del cuerpo, como los testículos, lengua y vientre.

Tan complicada fue la lucha que, en reiteradas ocasiones, vallas de mujeres impedían que las máquinas avanzaran hacia la mina. “Eso fue cuando nos dimos cuenta, porque calculamos que en total se llevaron como 50 toneladas de titanio, y ellos nos decían que estaban en fase de exploración, pero era mentira”, advierte.

MUCHA GENTE “SE VENDIÓ”

Ha sido un largo camino con la organización en defensa de la tierra, tanto que, vieron cómo otros pobladores de algunas de las 50 comunidades que conforman Acacoyagua recibían desde una torta hasta dinero, para callarse y permitir que la empresa de China no parara labores. Incluso, los mismos comisariados ejidales obtenían hasta 2 mil pesos, a cambio de su silencio.

Era mucha la insistencia: la intención de esa compañía era dividir al pueblo y continuar la exploración en una segunda mina ubicada en otra comunidad llamada Los Cacaos donde, por la resistencia de los lugareños, ya no pudo penetrar.

Hoy, doña Amada sostiene el retrato de Mariano Abarca, el luchador social que fue asesinado hace una década por pelear, de igual forma, ante la empresa canadiense “Black Fire”, misma que por años extrajo una gran cantidad de barita, mineral que guardaba las entrañas del municipio fronterizo de Chicomuselo, Chiapas. La longeva mujer está cansada, pero a la vez contenta porque, pese a todo el sufrimiento, hoy ven los frutos del esfuerzo, de la insistencia. 

De acuerdo con la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), en el territorio chiapaneco hay al menos 120 concesiones para proyectos extractivos que abarcan 1.5 millones de hectáreas, desde hidrocarburos, minerales hasta de geotermia, pero solo 5 están activos. La mayoría de éstos fueron otorgados durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y, en el estado, durante la administración de Pablo Salazar Mendiguchía.

Entrevistado por aparte, Gustavo Castro, reconocido activista y director de la AC “Otros Mundos”, advierte que el Frente en Defensa del Soconusco es un ejemplo de que la lucha unidad da buenos resultados y, lo mejor: se evidencia que no existe la minería verde o sustentable.

 Gustavo Castro, activista. 

De acuerdo con él, Acacoyagua es el único municipio de la entidad que se declaró libre de minería gracias a la lucha incesante, y el propio Ayuntamiento firmó un documento en el que se compromete a no permitir la entrada de empresas de ese tipo.

“En este caso, querer sacar el titanio implicó contaminación, enfermedades de la población y también el violar los derechos colectivos de las comunidades”.

El Premio “Mariano Abarca” es promovido por 32 organizaciones tanto nacionales como internacionales que, sin duda, reconocen la lucha de los pueblos o de otras agrupaciones en contra de proyectos llamados de muerte como la minería, por ello en esta ocasión se lo otorgaron al Frente en Defensa del Soconusco, al que pertenece doña Amada.