OAXACA.- La mañana del 27 de noviembre de 2019, Estela Rojas salió de casa para ir al trabajo. Aquel sería el último que su familia la vería con vida.
De 39 años de edad, se desempeñaba como contadora, fue asesinada de dos golpes contundentes en la cabeza, su cuerpo arrojado en Zimatlán de Álvarez, a varios kilómetros de distancia de donde abandonaron su camioneta y de su centro de trabajo.
No obstante que detuvieron a uno de los imputados, no se ve que la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), con el cambio de comandante, realice una investigación para detener al resto de los implicados, por ellos su familia decidió buscar por todas las vías, que el presunto asesino de Estela, con orden de aprehensión girada, sea detenido y enjuiciado.
“A mi hermana la asesinaron, le quitaron la vida a su corta edad sin mayor razón dejando en la orfandad a una niña de nueve años", señaló Elizabeth Rojas, hermana de Estela.
"Era una madre de familia, madre soltera que trabajaba para curar a su hija de una posible artritis hereditaria, misma enfermedad degenerativa que a ella la tenía muy limitada corporalmente".
Mi hermana no tenía dinero como para aprovecharse de ello, sólo era una contadora trabajadora muy querida y apreciada por su buen trato laboral y familiar, los que la conocieron sin olvidar a sus amigos lo saben”.
En el asesinato de Estela -explica- hay varios implicados, uno es Joel J. V quien ya se encuentra detenido y vinculado a proceso, el otro, el que habría de ordenar que la asesinaran, aún está prófugo, al parecer, protegido por el influyentismo.
“Armando H.L.G. al parecer tiene los medios al igual que su familia, para moverse, tal vez el dinero para hacer que esto no avance por lo que pido que estos factores no intervengan y sea juzgado conforme a la ley. Lo que pido o pedimos su hija, sus padres y sus hermanos de Estela Rojas Peña es que las autoridades agilicen el trámite para buscarlo en la República Mexicana y en el extranjero, especialmente es Estados Unidos que es donde se presume se esconde”.
“TEMEMOS POR NUESTRA FAMILIA”
La carpeta inicial, indicó Elizabeth Rojas, se encontraba en una unidad especializada, desafortunadamente con ellos se avanzó poco, ante esto se realizaron algunas gestiones para que se cambiara con un Ministerio Público (MP) conocedor de la vice fiscalía de la zona centro y el caso avanzó, sin embargo, la familia aún ve lejana la justicia.
“No sabemos la razón por la que asesinaron a mi hermana y eso nos atormenta, Armando era su amigo y conocía a su hija y a gran parte de la familia, tememos que nos vaya a suceder algo, ya que él al parecer es una persona de cuidado con antecedentes penales”.
“A mi sobrina le tuvimos que contar la verdad después de un tiempo de que su madre la asesinaran, en realidad nos vimos obligados, es que ella ya había leído en internet algunas notas de periódicos. Le desmentimos algunos comentarios falsos, ya que a mi hermana no la torturaron ni la balacearon, a mi hermana la mataron con dos golpes contundentes en la cabeza”, indicó Elizabeth tras enfatizar que la fiscalía no ha dado la ayuda psicológica para la hija de Estela como lo prometió el año pasado.
“Cuando un ser querido muere es algo muy doloroso, pero es infinitamente peor el que le quiten la vida, más siendo una mujer que casi no se podía mover, esa cobardía de más de dos hombres realizando ese acto es imperdonable”, expresó.
“A un año de su partida la familia vivimos tristes, especialmente su hija por no habernos despedido de Estela, ese día que era para celebrar el cumpleaños de nuestro padre se convirtió en el peor día de nuestras vidas”.