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A punta de pistola, presuntos agentes se llevan a niño que vivía con sus abuelos

La familia de Zac es originaria del Estado de México y tienen ocho años viviendo en Yucatán; la madre del niño lo abandonó y hay un juicio de guarda y custodia

Escrito en ESTADOS el

MÉRIDA.- Alrededor de las 5 de la mañana del 15 de septiembre, un grupo de entre ocho y diez hombres armados, con el rostro cubierto y vestidos de negro, ingresaron a la casa de la familia de Ana Cristina Narvaez Nava y sustrajeron a Zac, su sobrino de ocho años.

El comando rompió la cerradura exterior de la casa y una puerta en el interior. Aunque dijeron ser agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) no presentaron ningún documento que justificara sus acciones y utilizaron armas largas para intimidar a la familia.

Ana Cristina relata que en el momento que irrumpieron en su hogar se encontraba dormida con sus dos hijos -ambos menores de edad- en una habitación y solo atinó a destaparlos para evitar que los intrusos los tocaran:

“Llegaron a la parte de arriba en mi habitación donde estábamos, entraron a gritos azotando las armas en el piso, mis hijos estaban asustados. No entendía qué pasaba, me gritaron preguntando por Zac, pero no enseñaron papeles, ni identificaciones, ni dijeron de dónde venían, ni nada”.

“Les dije estamos durmiendo, me quedé callada, no había  nada que hacer. Destapé a los niños para que los vean. Caminé  y bajé al primer piso. Me siguieron y buscaron en toda la casa hasta que llegaron. Había una mujer armada y otra grabando que tenían el flash en mi cara”, detalló Ana.

Los abuelos de Zac alcanzaron a esconderse en el vestidor de su cuarto junto con el pequeño. Sin embargo, los presuntos oficiales no tuvieron reparo en cargar al menor, quien para ese momento se encontraba en shock y llevárselo.

“Cuando mis papás escucharon todo el ruido le pusieron seguro a la habitación, rompieron la puerta y entraron así de una manera amenazante y gritando. Todo pasó en cinco minutos y a mi niño ya se lo habían llevado. Zac estaba en el suelo hecho bolita, no hablaba, no gritaba, estaba en shock, solo abrazaba un peluchito y se lo llevaron sin zapatos, suéter, ni nada”, lamentó la tía del menor.

Luego de conseguir su objetivo, las personas se fueron en dos camionetas blancas y un automóvil. Su abuelo reaccionó y los siguió hasta las instalaciones de la Fiscalía General del República (FGR) de Yucatán. En el lugar, pidió informes sobre su nieto y le dijeron que se trataba de agentes que llegaron de la Ciudad de México, pero que nunca bajaron al menor del vehículo.

Preocupados por la situación, la familia interpuso una denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE), pues desconocen el paradero del menor. El hecho quedó asentado en la carpeta de investigación 000238/2021.

Por Zac hay un juicio de guarda y custodia que inició en junio en el estado de Yucatán.

“Hay un juicio por su custodia a favor de sus abuelos, ellos pidieron la guardia y custodia de él porque su mamá lo descuidó, ella vivió aquí un tiempo y lo fue dejando, primero se fue días, luego semanas y meses hasta que se hicieron años. No sabemos nada de ella y no procuró de ninguna manera a su hijo, ni afectivamente”.

La familia de Zac es originaria del Estado de México y tienen ocho años viviendo en Yucatán. Actualmente, continúa el juicio de guarda y custodia. “Ha sido un hecho traumático para mi sobrino y la familia. Estamos afectados porque no sabemos el paradero del niño”, reiteró.

ACUSA TORTURA 

Mayra Pamela denuncia que policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) la torturaron y golpearon. La joven de 27 años narra que la detuvieron el viernes 17 de septiembre, durante un operativo que realizaron las autoridades para clausurar una fiesta que no cumplió con las normas de salubridad contra la Covid-19. Su novio también fue enviado a los separos, pero solo a ella la violentaron en el trayecto a la cárcel pública.

A la joven la ingresaron a los separos del edificio de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) alrededor de las dos de la mañana, presentaba golpes por la forma en que viajaba y marcas producidas por las esposas.  

La joven interpuso una queja en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), la cual fue registrada con el folio 223/2021 y espera que investiguen y sancionen a los oficiales que la violentaron.

esc