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“A mí me tatuaron mi cuerpo sin consentimiento”: saxofonista de Oaxaca

A un año del ataque con ácido contra María Elena, exhibe las deficiencias en las fiscalías y la impunidad en su caso, pues los detenidos siguen sin sentencia

Escrito en ESTADOS el

OAXACA DE JUÁREZ.- El fácil acceso a líquidos corrosivos y la impunidad como aliciente, jugaron en contra de la vida de María Elena Ríos Ortiz la mañana del 9 de septiembre de 2019. A sueldo, un hombre la roció con ácido causando en rostro y cuerpo daños irreversibles. 

Hoy, a un año del ataque, la joven saxofonista lo afirma con la fuerza y la valentía que la caracteriza: “no me rendiré hasta alcanzar justicia. Yo decidí seguir adelante, sigo en la misma posición, no he quitado el dedo del renglón no solamente por mí, claro es importante porque me hirieron, es un acto de responsabilidad para con las mujeres y los niños que son víctimas de violencia. Yo tengo esa responsabilidad con la gente que me ha apoyado”. 

“Han sido varios procesos muy largos, el proceso judicial todavía está sin concluirse ya que, de cinco órdenes de aprehensión liberadas, sólo se ejecutaron tres, la cuarta se logró con la presentación voluntaria de uno de mis principales agresores. Hasta el día de hoy no hay avance alguno por más mínimo que sea hacia la última orden pendiente”, explica en el recuento de los avances después de transcurridos 365 días.

En ese lapso fueron detenidos Rubicel H.L, Ponciano H.Y, como presuntos autores materiales, así como Rubén L.C y Juan A.V.C como presuntos autores intelectuales. Hasta el momento sigue sin ejecutarse una orden de aprehensión.

Malena, quien de profesión es comunicóloga y saxofonista, va deshilando poco a poco el contexto en el que fue colocada obligadamente tras el ataque, el que ha tenido que recorrer entre ministerios públicos y hospitales en busca de atención. 

Ambos procesos se complicaron por la llegada de la pandemia del virus SARS COV2 (Covid-19) misma que ha sido utilizada por la Fiscalía para escudarse y no avanzar en el caso, asegura.

“Al parecer la Fiscalía del estado de Oaxaca se esconde bajo las enaguas de la pandemia para no hacer efectivo su trabajo. Aquí son tres cosas: no quiere, no puede o no tiene la capacidad de hacerlo, entonces ¿qué se tienen que hacer socialmente para que suceda?, lamentablemente es cuando existe la presión mediática cuando las instituciones y la fiscalía se acerca para decirme: aquí estamos”.

Así, en medio de la ausencia institucional, Ríos Ortiz se ha fortalecido a partir del apoyo de su familia y de las personas que han seguido su caso en un grito de exigencia para que la violencia contra las mujeres deje de ser una constante en México, para que casos como el de Danna, asesinada en Baja California, no vuelvan a repetirse ni a juzgarse desde prejuicios.

Mujeres piden justicia por el caso de María Elena (Cuartoscuro)

“No puede ser posible que el principal representante de una fiscalía pueda revictimizar a alguien que falleció por un acto de violencia solamente porque tenía tatuajes. Los tatuajes son cicatrices con tinta que cualquier hombre o mujer decide hacérselos, a mi me tatuaron el cuerpo sin mi consentimiento. Mi cuerpo esta lleno de cicatrices, secuelas que voy a llevar de por vida”, dijo.

No guardo odio, pero deben de hacerse responsable de lo que me hicieron

Al ver hacia atrás, María Elena se recuerda tocando el saxofón, trabajando por alcanzar su sueño en la música. Su mente viaja hacia esa imagen antes de la agresión. “Yo en este año no tendría por qué estar en esta situación, hubiera hecho muchas cosas profesionalmente, pero me arrebataron esa vida. Me quiero recuperar y me estoy recogiendo a pedazos, los pocos pedazos que están bien. Esto es muy complejo”.  

Sí -afirma- duele verse en estas circunstancias, pero aquello no la destruye y tampoco la ha llenado de odio.

“A pesar de que fue una agresión de índole degradante, no les guardo odio. Ningún ser humano merece ser agredido de la manera en la que ellos lo hicieron porque duele mucho y deja secuelas para toda la vida, sin embargo debo aclarar que eso no significa que no deban hacerse responsable de lo que me hicieron y eso es lo que he pedido, lo que muchas organizaciones que me siguen abrazando con su apoyo han pedido, que se hagan responsable de lo que hicieron mediante el uso de la ley”.


bl