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A Lupita le dieron un mal diagnóstico y el cáncer invadió su cuerpo

Luego de que le dieron un mal diagnóstico, el cáncer de Lupita se extendió al hígado, huesos y sangre; hoy no puede ser atendida por falta de medicamento

Escrito en ESTADOS el

OAXACA DE JUÁREZ. - Fue hace dos años cuando María Guadalupe Rojas sintió una bolita anormal en su seno. Consciente de la señal de alerta acudió a revisión en las caravanas de salud del gobierno federal. En la revisión le indicaron que se trataba de un quiste sebáceo y que no requería mayor intervención. 

El diagnóstico fue erróneo, se trataba de cáncer de mamá y con el tiempo se extendió al hígado, huesos y sangre. Ahora María Guadalupe lucha por conseguir medicamentos paliativos que le ayuden a tener calidad de vida.

"Nos sentimos impotentes de no poder ayudar a qué sus dolores no sean tan fuertes. Por más que hemos buscando, en el hospital los medicamentos se agotaron", explica Lucila, su hermana quien a través de este medio pidió la ayuda del gobierno del estado para la adquisición de Capecitabina una quimioterapia que se aplica vía oral y en su domicilio dado que, el deterioro de su cuerpo debido al cáncer, le impide salir de casa. 

María Guadalupe es madre soltera, tiene 49 años de edad y antes de caer en cama -producto del cáncer- era trabajadora del hogar. Los bajos recursos económicos la mantienen en sufrimiento constante en medio de dolores que la atormentan. 

Iniciar el tratamiento que le permita tener calidad de vida está prácticamente fuera de su alcance pues la compra de medicamento genérico tiene un costo de 8 mil pesos, mientras que la de patente para 14 días, 27 mil pesos. El periodo recetado de la quimioterapia es de cuatro meses, es decir más de cien mil pesos para cubrirlo.

La agresividad del cáncer y su extensión hacia los huesos le ocasionó a María Guadalupe una fractura de cadera que se suma a los costos de salud.

“Nos vimos muy gastados en la férula y atención de la fractura. Ahí se fueron los ahorros y ahora no completamos para la medicina”, dice.

Fue apenas hace dos meses cuando a María Guadalupe le diagnosticaron cáncer en un grado irreversible de tal manera que ya no es apta para cirugía. “Ella se hizo estudios a tiempo y fue a revisión, desafortunadamente un mal diagnóstico le hizo que se confiara porque le dijeron que era un quiste sebáceo. Ella ya tenía detectada la bolita y acudió con las caravanas de salud para saber si era algún cáncer y le dijeron que no”.

María Guadalupe tiene una hija de ocho años y un hijo de 18. Debido a la enfermedad no tiene empleo ni ingresos.

Si deseas apoyarla puedes llamar al 9511796460