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A Hugo le dispararon en la cabeza por ser homosexual

En Puebla se han registrado 64 posibles crímenes de odio, según la organización Vida Plena Puebla; la mayoría de ellos en Puebla y Tehuacán

Escrito en ESTADOS el

PUEBLA.- “Yo estaba en mi casa y escuché los balazos. Los vecinos comenzaron a gritar ‘avísenle a su prima’, ‘avísenle a su hermana’ o ‘avísenle a su sobrina’. Nunca pensé que fuera mi tío a quien le habían disparado”, cuenta Yuridia Hernández Rivera desde Tehuacán, Puebla.

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Dos balazos le dieron a Víctor Hugo Amador Hernández Cabanzo, indígena gay de 32 años de edad que dejó la comunidad náhuatl de Tepexilotla, en Zoquitlán, para instalarse en una colonia de Tehuacán.

El sábado 4 de julio El Hugo, como le dice de cariño Yuridia, salió de la casa que ambos comparten en la Unidad Habitacional Rancho Las Flores. Eran las 17 horas cuando le avisó a su sobrina que iba a ir al centro de Tehuacán; cuatro horas después fue baleado.

Al ver a Hugo, tres mecánicos que ingerían alcohol en un taller de Avenida de la Juventud y la 47 Oriente, cerca del fraccionamiento Puertas del Sol, comenzaron a agredirlo verbalmente. Él quiso ignorarlos y siguió caminando hacia su casa, pero comenzaron a perseguirlo sin dejar de insultarlo. Hugo decidió correr para evitar que lo alcanzaran y fue entonces que uno de los sujetos sacó un arma y le disparó. Hugo, herido en una pierna, cayó al piso. Lo alcanzaron y le dispararon en la cabeza.

“Cuando salí corriendo y lo fui a ver lo único que me dijo es ‘fueron los mecánicos’ y ahí se desmaya. Ya no me dijo más. Mis vecinos le hablaron a la ambulancia y a la patrulla. A mí me dio miedo. No pude hacer nada con los nervios”, dice Yuridia en entrevista con La Silla Rota.

Entre 1996 y 2019, en Puebla se han registrado 64 posibles crímenes de odio por homo-lesbo-bi-transfobia, de acuerdo con una cartografía elaborada a partir de una revisión hemerográfica por la organización Vida Plena Puebla. La mayoría de ellos, 33 en la ciudad de Puebla y 12 en Tehuacán, la ciudad donde fue baleado Hugo. Los asesinatos se extienden también a Huejotzingo, San Andrés y San Pedro Cholula, Teziutlán, Atlixco, San Martín Texmelucan, Izúcar de Matamoros, Chietla.

Onán Vázquez Chávez, presidente del Consejo Directivo de Vida Plena, afirma que de los 64 presuntos crímenes de odio cometidos que tienen registrados sólo en cinco se han aplicado sentencias por homicidio, robo y homicidio, robo y homicidios agravados.

La saña con la que se cometen los asesinatos de homo-lesbo-bi-transfobia desarma a cualquiera: Axel Bazán Marín murió en Huejotzingo asfixiado por estrangulación con una parte de su blusa; el cuerpo de Dayana fue encontrado en Teziutlán, partido a la mitad y en bolsas de basura; Agnés Torres fue dejada en una barranca con una herida en el cuello y su cuerpo presentaba quemaduras en el costado derecho. A Hugo, el caso más reciente de agresión en Puebla, lo balearon por la espalda mientras intentaba ponerse a salvo; luego intentaron rematarlo.

Alarma que un grupo de hombres, de manera cobarde y artera, ataquen a alguien por el simple hecho de que es homosexual, dice Onán Vázquez Chávez y apunta a la responsabilidad que ahora tiene la Fiscalía: “tememos que no haya integrado bien la averiguación, queremos saber a qué juez lo van a turnar para que lleve el debido proceso y haga uso de los protocolos en materia de diversidad sexual y que la agresión a Hugo no quede impune”.

Los mecánicos “siempre le decían de cosas a Hugo: siempre lo insultaban feo cuando lo veían. Le decían que era un choto o una hija de la chingada, pero él nunca respondió a las agresiones, lo que hacía era agacharse y pasar rápido”, afirma Yuridia, a quien los mismos tres sujetos le decían que “si me pueden acompañar, luego me chiflaban (…) me acosaban, pues (…) y yo siempre me pasaba rápido”.

Hugo fue dado de alta este fin de semana sin que los médicos lograran extraerle la esquirla alojada en su cabeza. Tiene 32 años y su sobrina 24. Ella llegó a Tehuacán hace cinco años; él a los 20 años de edad, y “me platicaba que sí lo molestaban, que lo discriminaban por sus preferencias sexuales y ahora está triste y con miedo. Me dice que nos vamos a cambiar de casa, que ya no quiere estar en donde estamos rentando”.

Tepexilotla, la comunidad náhuatl de la Sierre Negra, de donde es originario Hugo, tiene 375 habitantes y un alto grado de marginación. En automóvil se encuentra a tres horas y media de Tehuacán y a dos horas y media de Zoquitlán, municipio al que pertenece.

Yuridia describe a su tío como muy tranquilo y muy querido por los vecinos: “es muy respetuoso, muy alegre; siempre pensó en poner un negocio propio, como una marisquería o un bar. Estuvo ahorrando, pero gastó sus ahorros en los tres meses que no tuvo trabajo por la pandemia”.

Hasta el jueves 9 de julio, Hugo aún tenía en su cuerpo las dos balas con las que lo hirió uno de los tres mecánicos. A pesar del impacto en la cabeza puede hablar, aunque los tres médicos que lo atienden en diferentes turnos no han dicho si habrá secuelas.

De los gastos médicos se han encargado el presidente municipal sustituto de Tehuacán, Andrés Artemio Caballero, y el diputado Alejandro Barbosa; el alcalde de Zoquitlán, Claudio Hernández Cabanzo, “nos apoyó con un poco de dinero para comprar los medicamentos que nos van pidiendo y el gobernador Luis Miguel Barbosa abogó para que fuera atendido en el Hospital Municipal (…) también hay gente que nos apoya con 50 o 100 pesos y ese dinero es para comprar medicamentos, pero nos falta dinero para ver quién lo va a cuidar y las terapias”.

Los presuntos agresores fueron detenidos el martes 7 de julio. Se encontraban en un taller mecánico cercano al Fraccionamiento Puerta del Sol, y fueron llevados al Consejo Metropolitano Regional de Seguridad Pública, y un juez declaró legal su detención.

“Toda la familia queremos que paguen, pero eso lo dejamos con las autoridades”, dice Yuridia antes de terminar la entrevista e irse a trabajar en el turno de la noche en una tienda de conveniencia de Tehuacán.

En lo que va de 2020, afirma Onán Vázquez Chávez, hay tres casos de crímenes de odio por homo-lesbo-bi-transfobia, a los que se agrega la agresión a Hugo. “Es muy importante tener una reunión con la Fiscalía General del Estado para saber cuántos son crímenes de odio y cuántos no”.

En 2019 Vida Plena pidió al fiscal Gilberto Higuera Bernal una reunión. Fue hasta el 26 de mayo que Higuera Bernal nombró a María Eugenia Calderón Olimán como titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género y contra las Mujeres, pero hasta el 12 de julio los diputados del Congreso local no la habían ratificado en el cargo, y “no sabemos la identidad de los agresores que ya han sido denunciados por robo y agresiones. El taller mecánico es dentro de una casa, no es un taller propiamente establecido”, remata Onán Vázquez.