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A Gilberto, de 4 años, le faltaba una quimio, pero desabasto atora su tratamiento

La madre del menor con leucemia fue una de las que protestaron al Presidente a su llegada al aeropuerto de Mérida, la semana pasada

Escrito en ESTADOS el

MÉRIDA.- La vida de Gilberto Emmanuel, de cuatro años, está en riesgo. Desde hace dos años fue diagnosticado con leucemia linfoblástica. Hasta hace un mes se encontraba en la etapa final de su tratamiento, pero debido al desabasto del medicamento no pudo recibir la última de sus quimioterapias.

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Yadira Alegría Ovilla, madre de Gilberto, advierte que el no recibir el medicamento es sinónimo de retrasar el tratamiento y, por ende, su recuperación.

Ha recibido tres quimioterapias con sustituto, la semana pasada le tocó y ya no hay ni el sustituto en farmacia. Lo regresamos solo con las pastillas de las quimios, esas se pueden conseguir en farmacias, porque es un control que toman diario, pero las quimios que debe llevar no las encontramos

Otra de las consecuencias de pausar la medicación, y reiniciarla, es que sus órganos también se dañan. “Le ha sacado hemorroides y gastritis, incluso el médico me dijo que trataremos que sea más leve para que no sufra más”, se queja.

Pero la lucha de Yadira para que su hijo reciba la atención adecuada ante el desabasto de medicamentos contra el cáncer no se ha quedado solo en palabras. Ella, junto con otras madres de niñas y niños con cáncer, acudieron el sábado con pancartas a intentar acercarse al presidente Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Yucatán. No lo lograron.

“Salió una persona a decirnos que nos iba a escuchar, que no nos amontonemos, nos quedamos paradas y se fue. La verdad que fue muy triste ver cómo es indiferente (el Presidente) ante esta situación”, se lamenta.

También el delegado de la Secretaría del Bienestar en el estado, Joaquín Díaz Mena, les ofreció reunirse con ellas para escuchar sus necesidades, las cuales no solo se trata de medicamentos, porque el nuevo esquema del Instituto de Salud y Bienestar incrementó los costos, haciéndolos prácticamente impagables.

Claro que también los cobros caros del Insabi nos afecta; por ejemplo, mi hijo estuvo ingresado por neumonía dos semanas, me salió en 20 mil pesos. Eso les pasa muy seguido a los niños con cáncer, las quimios les bajan las defensas

Afirma que con el Seguro Popular que tenían, no pagaban la atención por emergencias ni por gastos catastróficos para estos casos.

Incluso para estas mamás llorar es un lujo que no pueden darse. “No hablamos solo por nosotras, hablamos por todos los niños; nosotras hemos estado cuando se mueren, eso es horrible, es deprimente, no queremos que se mueran por esta negligencia de falta de medicamentos. No podemos llorar delante de nuestros hijos, para que no nos vean, tenemos que ser fuertes”.

Otra de las afectadas, Rita Magaña Arellano, comenta que fueron invitadas a un encuentro virtual de padres de niños con cáncer con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el cual –enfatizó- no les garantiza una solución al problema.