San Luis Potosí (La Silla Rota).- Ingrid Monserrat tiene 3 años y 10 meses, su mamá Elizabeth tiene un año sin verla, el papá de la niña se la llevó después de amenazarla por pedirle el divorcio.
Tenían cinco años de casados cuando Elizabeth supo que Alfredo la engañaba con otra persona, así que decidió dejarlo.
Alfredo Camacho Gallegos le dijo a su entonces esposa, “La vas a pagar”, tras dos meses de la separación acudió a la escuela de la niña, el kínder “Eva Sámano” ubicado en Monterrey.
Ingrid desapareció, e inmediatamente su mamá denunció a Alfredo, que vivió de manera intermitente en varias ciudades hasta que autoridades nuevoleonesas lo ubicaron, pero logró huir.
En octubre del 2016 Elizabeth obtuvo ayuda del Centro de Derechos Humanos Samuel Ruiz, que se unió a la búsqueda de Alfredo e Ingrid; mediante el rastreo del celular, se determinó que Alfredo vivía en Matehuala.
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Lo siguiente fue lanzar una campaña, con el rostro y datos de la niña, en lonas y avisos en periódicos; gracias a ello Alfredo fue denunciado y aprehendido en San Luis Potosí, el 1 de septiembre.
La primera vez que se ubicó a Alfredo trabajaba en una gasolinera, el propietario del establecimiento aseguró que nunca vio, ni escuchó al sujeto hablar de la niña
Se encuentra recluido en el penal de Topo Chico.
Sin embargo, el hombre no devolvió a la niña, declaró que se la había regresado a su madre desde el mes de febrero.
Según el abogado Ricardo Sánchez, el presunto responsable de la desaparición de la niña “ha caído en contradicciones al tratar de explicar la ubicación de la menor. Su familia (de Camacho Gallegos) también niega tenerla”
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Así lo vivió Elizabeth
Elizabeth relata que ese 12 de septiembre cuando vio que Alfredo no llegaba con la niña acudió a la guardería, en donde le confirmaron que el papá se la había llevado, desde ese día lo inundó con mensajes y llamadas.
“Le pedía que me la llevara, que me la pasara, que me dejara hablar con ella. Algunas veces me contestó los mensajes. A los tres días de que se la llevó la puso al teléfono. Nada más escuché que me dijo ‘mamá’ y él colgó”, cuenta Elizabeth Quijón en entrevista telefónica con Apro.
Me escribió que la niña estaba con él, que ya no me la iba a regresar; en las pocas llamadas que me respondió, me dijo que la iba a regalar a otras personas y le iba a cambiar los apellidos, que nunca más la volvería a ver”.
Ingrid se esfumó
Ingrid Montserrath Camacho Quijón mide poco menos de un metro de estatura, tiene piel clara, tiene cabello oscuro y ojos negros, se le dificulta apoyar el pie derecho, es notorio al caminar.
La ficha de Alerta Ámber para reportar su desaparición se emitió un año después de la denuncia que interpuso la madre.
De acuerdo con el abogado Ricardo Sánchez García, del Centro Samuel Ruiz, el Ministerio Público en Nuevo León “consideraba que se trataba de un problema familiar, a pesar de que el padre no tenía un domicilio conocido y había expresado sentimientos de venganza hacia la madre de Ingrid”.
Con información de Proceso