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A 15 años del azote de Wilma, Cancún aprende a "domar" huracanes

El huracán Wilma, que tocó tierra hace 15 años en Cancún, fue uno de los desastres naturales más costosos para el país, sin embargo, con Delta, fue diferente

Escrito en ESTADOS el

CANCÚN. - Con el paso de los años, la población de Cancún mejoró la cultura de la prevención ante la llegada de huracanes como Delta y como fue Wilma, quien cumple 15 años de haber azotado las costas del destino turístico y que destruyó  gran parte de hoteles y la ciudad. Fue Wilma, la que también dio la oportunidad a la población para perfeccionar la preparación ante los desastres naturales.

Wilma se formó como una depresión tropical el 15 de octubre de 2005, conforme avanzaba en el Caribe alcanzó suficiente fuerza con vientos sostenidos que superaron los 295 kilómetros por hora hasta convertirse en un huracán categoría cinco, de acuerdo con los reportes de Protección Civil.

En ese tiempo, Protección Civil informó que el ciclón tocó tierra el 21 de septiembre y permaneció causando afectaciones durante dos días en Cancún. El paso de Wilma dejó afectaciones por mil 723 millones de pesos en daños en infraestructura pública, decenas de hoteles con severos daños, la caída masiva de postes de luz, árboles, semáforos, señaléticas, espectaculares e inundaciones en diferentes puntos del destino turístico y fue considerado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) como uno de los huracanes más costosos para México. 

Con el paso del huracán Delta, la población de Cancún volvió a recordar el ejercicio de preparación ante la llegada de un huracán, días antes la Coordinación Estatal de Protección Civil a cargo de Adrián Martínez Ortega, anunció que el huracán Delta pasaría por los municipios de la zona norte de Quintana Roo, el 7 de octubre, ocho días antes que Wilma hace 15 años. 

En principio las autoridades de Protección Civil anunciaron que Delta llegaría a la zona norte del Estado fortalecido como un huracán categoría cuatro, se activaron todos los protocolos de prevención, las alertas para notificar a la población, refugios para población vulnerable y se contó con el apoyo de la Federación específicamente con el almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de la Secretaría de Marina (Semar) para los trabajos de limpieza y activación del Plan DN III en los municipios afectados después del impacto de los vientos derivados del huracán. 

Cancún aprendió con el paso de los años a prepararse

A diferencia de Delta, el huracán Wilma, en 2005, dejó a Cancún más de 15 días sin electricidad en los hogares y en la vía pública, una situación similar con los servicios básicos de agua y telefonía celular, además después del paso del fenómeno meteorológico comenzó una serie de saqueos masivos en supermercados, tiendas de conveniencia y plazas comerciales, lo cual para Rafael Lara Lara, integrante de la Asociación de Pioneros de Cancún y ex presidente municipal de Benito Juárez, fue un acto vergonzoso del cual se aprendió mucho para mejorar a futuro.

Rafael Lara Lara  llegó en 1970, por lo que ha vivido el paso de los tres últimos huracanes que han azotado en Cancún, desde Gilberto en 1988, Wilma en 2005 y el más reciente Delta en octubre de 2020.

Para uno de los pioneros de Cancún, los huracanes a través de los años han servido para formar a la población ante la prevención, la primera experiencia fue en 1988 con el paso del huracán Gilberto, época en la que no existía el Comité Estatal de Emergencias, las autoridades aún no tenían definición sobre los protocolos, alertas y coordinación suficiente entre autoridades para anunciar a la población los avances del fenómeno meteorológico.

“Fue hasta en 1988 cuando recibimos el primer susto, realmente demostró que nos estábamos preparados los cancunenses, y no solo los cancunenses, muchos de otras poblaciones, no sabíamos la magnitud, no había las comunicaciones como ahora que vamos viendo de qué tamaño es el ciclón en la televisión o radio. A raíz de ese tremendo huracán fue que las autoridades municipales, estatales y federales se dieron cuenta que había que dar cultura sobre huracanes, formar los comités como lo hay ahora”, dijo.

Rafael Lara Lara fue presidente municipal en Cancún de 1996 a 1999, ocho años después del paso  del huracán Gilberto, el primer huracán devastador para el destino turístico, en ese período de gobierno ya se habían creado los protocolos de actuación de autoridades municipales y estatales para la atención de huracanes, sin embargo, en 2005 llegó el huracán Wilma de categoría cinco que puso a prueba el aprendizaje sobre la cultura de prevención. 

“Definitivamente ya había la cultura sobre huracanes, se avisó con tiempo, todo mundo se preparó y hubo también muchos destrozos. El problema es que el huracán Wilma se quedó tres días estacionado sobre la zona, llueve y llueve, vientos y vientos, no se calmaba. Tardó más pero ya había mayor preparación, ya había mucho medio de comunicación y por ejemplo CFE jugó un papel importante con Wilma, ya sabían lo que iba a pasar por aquí, entonces ya desde Mérida tenían equipo, estaban listos para que nos cayera, y así fue”, dijo Lara Lara.

Wilma dejó en oscuridad a Cancún

Durante el huracán Wilma el destino turístico permaneció en oscuridad al menos 15 días, al igual que otros servicios como el agua y la telefonía celular, debido a la caída de cientos de postes de energía, transformadores, además de caída masiva de árboles, espectaculares, torres de comunicación y señaléticas en vías carreteras. 

“Con el huracán Gilberto éramos menos gente, hubo más consciencia social, desgraciadamente con Wilma hubo mucho saqueo, realmente fue una cosa vergonzosa, la manera de como reaccionaron, no toda la gente, pero un gran grupo de Cancún se desató indecorosamente”, dijo el ex presidente municipal.

Lara Lara agregó que con el paso del huracán Delta quedó manifestado que la entidad tiene mayor control sobre la implementación del Comité Estatal de Emergencias, además de que la población tiene mayor consciencia social para aplicar medidas de prevención como la protección de hogares, centros de negocios y hoteles. 

Actualmente Cancún tiene ocho días de haber superado los vientos del huracán Delta y como hace 15 años con el paso de Wilma debe recogerse aún cientos de fragmentos de árboles, postes de luz y reactivar servicios de recolección de basura, terminar de configurar decenas de semáforos en avenidas principales para continuar la operación normal del destino turístico.

 

bl