El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Morelos, Miguel Ángel Urrutia, informó que un juez ordenó el regreso de Rafael “N”, alias “El Niño de Oro” o “Centenario”, identificado como presunto líder del Cártel de Sinaloa en Morelos, al Centro de Reinserción Social de Cuautla, un penal de mediana seguridad.
Rafael “N” fue detenido el 19 de marzo durante un operativo conjunto entre fuerzas estatales y federales, realizado en un salón de eventos de la colonia Los Reyes, en el municipio de Atlatlahucan, donde celebraba su cumpleaños. En la operación también fueron detenidas cinco personas más: su hermana Mayra “N”; Mario Alberto “N”, alias El Chuky; Miguel Ángel “N”; Marco Antonio “N”; y Carolina “N”, esta última de nacionalidad colombiana.
¿Quién es “El Niño de Oro”?
De acuerdo con fuentes oficiales, Rafael “N” es señalado como el principal operador del Cártel de Sinaloa en la entidad, presuntamente vinculado con delitos como extorsión, desaparición forzada, homicidios y secuestros. Sobre él pesaba una orden de aprehensión por el delito de secuestro agravado. También se le relaciona con Júpiter “N”, alias El Barbas, mencionado en investigaciones legislativas por presuntos vínculos con funcionarios públicos.
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El secretario Urrutia explicó que, tras su captura, Rafael “N” fue ingresado al penal de Cuautla, pero posteriormente trasladado al penal de máxima seguridad de Atlacholoaya por razones operativas. No obstante, una orden judicial determinó su regreso al penal de mediana seguridad.
“Esta situación se está atendiendo en la Mesa de Paz y Seguridad. Por ello, hoy hemos reforzado la seguridad con operativos al interior del penal”, indicó el funcionario. Agregó que se han realizado inspecciones, decomisos de teléfonos celulares y que se mantiene seguimiento puntual al caso, debido al perfil del interno.
El penal de Cuautla
En este contexto, Urrutia informó sobre la aparición de una manta en Cuernavaca, en la que un grupo delictivo se deslinda de delitos relacionados con el robo de vehículos y señala a otro grupo como responsable. Varios de los nombres mencionados en el mensaje corresponden a personas detenidas durante esta administración.
Respecto al penal de Cuautla, el secretario señaló que se están judicializando los teléfonos celulares decomisados e integrando expedientes para sancionar irregularidades. No obstante, reconoció que existe un vacío legal que impide sancionar a custodios que porten dispositivos móviles dentro de los centros penitenciarios.
Finalmente, destacó que se trabaja en la capacitación de una nueva generación de custodios, debido al rezago existente, y que se han implementado medidas para erradicar prácticas como el cobro por ingreso de alimentos. “Son acciones que afectan la gobernabilidad y favorecen esquemas de corrupción”, dijo.
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Las acciones implementadas en los centros penitenciarios se informan cada 15 días como parte de la estrategia institucional de seguimiento.