La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su preocupación ante el reciente hallazgo de un presunto campo de exterminio y centro de entrenamiento del crimen organizado en el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco.
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En un comunicado oficial, los obispos mexicanos señalaron que este descubrimiento es una clara evidencia de la crisis de violencia e inseguridad que atraviesa el país y denunciaron omisiones por parte de las autoridades municipales, estatales y federales.
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“Estos hallazgos ponen en evidencia la omisión irresponsable de autoridades gubernamentales de los tres niveles ante uno de los problemas más críticos que enfrenta el país: la desaparición de personas. Esta realidad exige una respuesta inmediata, contundente y coordinada del Estado mexicano”, indicó el CEM.
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El hallazgo del crematorio clandestino, presuntamente operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue revelado el 5 de marzo de 2025 por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco.
En el sitio se encontraron tres hornos crematorios, huesos calcinados, ropa, calzado y otros objetos personales. Sin embargo, la Fiscalía Estatal ya había asegurado el predio en septiembre de 2024 tras la detención de 10 personas y la liberación de dos víctimas, pero en esa ocasión no se encontraron los hornos ni otros restos óseos.
La CEM advirtió que este caso podría no ser aislado y alertó sobre la posible existencia de otros sitios similares en México. Asimismo, criticó la falta de atención gubernamental a la crisis de desapariciones y destacó que, mientras se presume una reducción del 15% en homicidios dolosos, las desapariciones han aumentado en un 40%, afectando principalmente a jóvenes.
“Denunciamos con profunda preocupación que existan muchos lugares como este en nuestra nación, los cuales son sitios donde se han cometido los más graves delitos contra la humanidad”, añadió la organización religiosa.
CEM exige atender la situación de los desaparecidos
Ante esta situación, los obispos exigieron al Estado mexicano una respuesta inmediata y coordinada entre los tres niveles de gobierno para abordar la crisis. Entre sus principales demandas, destacaron:
- Investigaciones exhaustivas y transparentes sobre estos crímenes.
- Fortalecimiento de los mecanismos de búsqueda e identificación de desaparecidos.
- Implementación de políticas efectivas de prevención y no repetición.
- Ruptura total de cualquier vínculo entre el crimen organizado y sectores políticos.
Además de su llamado a las autoridades, la Iglesia instó a la comunidad católica a orar por las víctimas y sus familias, solidarizarse con los colectivos de búsqueda y contribuir a la construcción de la paz en el país.
¿Qué hallaron en Teuchitlán?
El Rancho Izaguirre, con una extensión de más de 10 mil metros cuadrados, ya había sido inspeccionado por la Fiscalía Estatal en septiembre de 2024. En ese entonces, se localizaron armas, chalecos antibalas y restos óseos con signos de exposición térmica.
Sin embargo, la reciente inspección del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco permitió encontrar nuevas evidencias, entre ellas cinco lotes de restos óseos fragmentados, 400 prendas de vestir, 96 casquillos de diferentes calibres, tres cargadores y aros aprehensores metálicos.
Entre los objetos descubiertos también se hallaron mochilas, libros y una libreta con una carta escrita por una persona que estuvo retenida en el sitio y logró reunirse con su familia en octubre de 2024.
La Fiscalía Estatal justificó la omisión de estos hallazgos en la inspección previa debido a la gran extensión del terreno y aseguró que continuará con las investigaciones para determinar la cantidad de víctimas cuyos restos han sido recuperados. El caso ha sido atraído por la Fiscalía General de la República por petición de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.