OAXACA.- Son de rajas, mole y dulce, con una sazón única, pero, sobre todo, los tamales que elabora doña Mari tienen causa, pues sirven para sostener a su familia y pagar el tratamiento de su esposo.
Producto de la diabetes, el esposo de Mari tiene que ser dializado tres veces por semana, sin embargo, debido al deterioro de su cuerpo ya no puede movilizarse por sí mismo. El traslado al hospital se tiene que realizar en ambulancia, servicios que Mari absorbe con el ingreso que genera vendiendo tamales.
A través de un video difundido en Facebook por el Staf de los Sueños, Doña Mari pidió a la ciudadanía comprar sus productos, pues los tamales, un platillo con mucha demanda en estas fechas por el Día de la Candelaria, son su especialidad.
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“Su esposo depende totalmente de ella. Además, Mari tiene dos hijas, una de ellas tiene dificultades de comprensión. Sus hijas le ayudan en la venta, pero no es suficiente. Todo el tiempo su esposo se queja de dolores”, explica Karla Bejarano fundadora y presidenta del Staf de los Sueños.
Ella vede en la zona de Pueblo Nuevo, una de las agencias capitalinas que concentra alto grado de personas en pobreza urbana, es decir que no cuentan con el dinero suficiente para adquirir lo necesario y tampoco tienen acceso a servicios médicos de instituciones públicas.
“Yo vendo tamales de rajas, mole, dulce y salsa verde. Mi ruta es por Pueblo Nuevo, pero cuando se les ofrezca me puede contactar al número 9511848669. Soy María de Jesús y también vendo atole y champurrado”, explica con una amplia sonrisa en el rostro.
El Staf de los Sueños es una organización dedicada a realizar actividades altruistas y convocar a la conciencia y solidaridad social a favor de personas en vulnerabilidad económica.
Es por ello que contactaron a Mari, pues su trabajo especialmente en estas fechas se hace socorrido. Para cumplir con el compromiso adquirido el 6 de enero en la partida de la rosca de Reyes, las familias se reúnen el 2 de febrero para compartir tamales y atole.
LA TRADICIÓN
La tradición católica establece que, en esa fecha, 40 días después de la navidad se celebra la purificación de la Virgen, se viste al niño Dios y se lleva a la iglesia para ser bendecido. Después, quienes encontraron al niño en la rosca ofrece tamales a sus invitados.
Antiguamente la Virgen solía ser la protagonista del festejo pues tras el nacimiento del niño Jesús María acudió a la iglesia para ser purificada y dar gracias a por la llegada de Jesús a la tierra.
Desde entonces, se quedó como costumbre acudir a la iglesia cada 2 de febrero, para agradecer que el niño Dios trajera luz a los corazones de la humanidad.
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