TUXTLA GUTIÉRREZ.- Su llegada a Chiapas se dio en un contexto complejo: buscó proteger a madres y sus pequeños hijos e hijas migrantes de servidores públicos corruptos que, a cada rato, violentaban sus derechos humanos, e incluso denunció a redes de trata de menores.
Sin embargo, tras más de 11 años de activismo en Tapachula, Chiapas, mediante su albergue “Todos somos”, Ramón Verdugo, originario de Sonora, tuvo que huir en agosto pasado a Estados Unidos porque, por enésima vez, fue amenazado de muerte.
En entrevista con La Silla Rota, el también conocido como “hermano Ramón”, pues otro alimento que le daba a los necesitados era la palabra de Dios, advierte que su lucha en defensa de los migrantes le ha generado persecución y amenazas, incluso hasta intento de asesinato.
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Prueba de ello, revela, es que en el 2014 una de sus hijas, en estado de gestación, estuvo a punto de ser arrollada por un vehículo, lo que él consideró una arteria agresión para callarlo; de hecho, ella recibió el apoyo para refugiarse en EU.
No obstante, el miedo lo invadió aún más porque, en marzo de este año, sujetos que viajaban en una camioneta interceptaron a uno de sus colaboradores, a quien le dijeron que le tenían que entregar “algo” y que si no cooperaba también pagaría las consecuencias.
Además, exhibe que el asedio era cada vez más incisivo no solo en contra de él, sino de sus seres queridos y allegados, al grado que “me ‘hackeraron’ mi teléfono, mis redes sociales, correo electrónico, todo; incluso, activaban mi ubicación, pues querían saber dónde andaba”.
HISTORIAL DE LUCHA DEL "HERMANO RAMÓN"
Como se ha dedicado a “destapar” redes de pederastas y a denunciar servidores públicos, como policías municipales y estatales por constantes abusos y hostigamiento, en enero del año 2014 fue incluido en el Mecanismo de Protección para Periodistas y Defensores de Derechos Humanos luego de que policías federales allanaran su propiedad; sin embargo, en julio de este 2022 se lo quitaron.
El argumento que le dieron, dice, es que, tras un análisis de riesgos, se determinó que lo que él vivía no era resultado de su labor como activista, “ese mecanismo trabaja a marchas forzadas, en contra de nosotros, es negligente, apático; y para colmo, perdí mi casa, mi familia (…) ya perdí todo, por eso me salí de Tapachula”, se defiende Verdugo.
Lo que también lamenta, externa, es que todas las denuncias y documentos que tenía en el albergue denominado “Todo por ellos” y su propia casa, se perdió, “me lo vaciaron, se llevaron todo mi archivo”.
De hecho, refiere que hubo una denuncia que no se concretó contra Irene “S”, funcionaria del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal quien, según él, se ha dedicado a la compra-venta de niños y niñas migrantes.
“Me tocó el caso de que esta mujer le quería quitar una bebé a una familia porque según fue abandonada en el Hospital General (de Tapachula), cuando el padre estaba al pendiente de la misma, mientras la madre se recuperaba en casa”, rememora.
De lo que está convencido Ramón Verdugo, acepta, es que la Cuarta Transformación está desinteresada en el bienestar de quienes se dedican a defender derechos humanos y a informar.
Por ello, aclara que, con otros compañeros, buscarán conformar una alianza para que quien se vea amenazado en su integridad, pueda contar con un respaldo más rápido en los Estados Unidos.
(djh)