OAXACA.- A Martha así como a toda su familia se le han ido los días en recorrer palmo a palmo las calles de la capital de Oaxaca, en pegar más de mil fichas de búsqueda, en entrar y salir de zonas riesgosas tratando de encontrar algún indicio que la lleven a recuperar a su hija Cinthia Lizet Hernández López desaparecida desde el 8 de julio.
“No nos cansamos, te seguimos buscando y te seguiremos buscando, pero cada día crece más la angustia”, expresa Martha con la angustia impregnado en cada palabra, con el temor que su hija pudiera haber sido enganchada para trata de personas.
Mientras más pasan las horas su desesperación crece. No saber de ella en una entidad con alto índice de feminicidio, así como punto de captación y destino de trata de personas, la mantienen con el alma en un hilo.
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“Vivo maginando tantas cosas que pasan. El pasado sábado fuimos la familia con dos agentes a hacer búsqueda, anduvimos por las riberas del río, el mercado de abasto, por la rampa (tiradero de basura), el pueblito (zona de tolerancia para el sexo servicio), no la encontramos”.
Con poco personal, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ha realizado lo que puede. Para la familia los esfuerzos son insuficientes e incluso consideran que no se les ha dado la atención que el caso requiere.
“Ellos siguen en la investigación citando personas a declarar para que den información sobre el paradero de Cinthia. En realidad, búsqueda como tal no veo que se haga. Me dicen que todo lleva su tiempo, que no me desespere, que hay que tener paciencia porque no es una sola persona desaparecida”, indicó.
En tanto, la familia de Lizet continúa en el rastreo a través de brigadas que han recorrido varias veces el Centro Histórico y colonias que Cinthia solía frecuentar por las relaciones de amistad.
Cinthia Lizet fue vista por última vez el 8 de julio cuando salió de su casa en El Vergel, San Juan Bautista Guelache, Etla. Como señas particulares tiene un tatuaje en la parte del antebrazo derecho. El día que desapareció vestía blusa color rosa, pantalón de mezclilla azul oscuro y rasgado de las rodillas, tenis blancos y llevaba una mochila pequeña color azul. La joven de 30 años de edad es madre de dos hijos.
De acuerdo con datos de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, en general se observa una tendencia al alza en la desaparición de mujeres en Oaxaca, un tipo de violencia que se ha mantenido constante desde 2016, año en que la organización feminista inició su registro, con una pequeña disminución de 22 por ciento en 2019 respecto de 2018.
Hasta abril de 2022, la incidencia de denuncias en la entidad por desapariciones de niñas, adolescentes y mujeres adultas, era de 159 casos.
Por el aumento de casos de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas en Oaxaca la activista feminista integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, Atziri Ávila consideró necesaria la solicitud de una segunda alerta de género como existe en Veracruz y en el Estado de México.
Actualmente, Oaxaca cuenta con una AVGM por feminicidio en 40 municipios. El mecanismo fue activado a finales de septiembre de 2019 con el objetivo de erradicar este tipo de violencia machista; sin embargo, a la par de la prevalencia de los casos de feminicidio, la desaparición de mujeres se establece con una alarmante constante que daña a las familias.