SEQUÍA

Río Bravo: ¿Qué pasa si se seca? ¿Qué especies están en peligro?

La especie carpa chamizal tiene apenas un 7% de lo que fuera su hábitat durante el último siglo; el río Bravo cruza Colorado, Nuevo México, Texas y el norte de México

La especie carpa chamizal tiene apenas un 7% de lo que fuera su hábitat durante el último siglo; el río Bravo cruza Colorado, Nuevo México, Texas y el norte de México
Río Bravo.La especie carpa chamizal tiene apenas un 7% de lo que fuera su hábitat durante el último siglo; el río Bravo cruza Colorado, Nuevo México, Texas y el norte de MéxicoCréditos: TWITTER
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Hace un calor sofocante en Albuquerque cuando un vehículo todo-terreno recorrió un tramo del río Bravo que se estaba quedando sin agua, se estaba secando. Los ocupantes del vehículo no buscaban diversión. Eran biólogos que trataban de salvar un pez en peligro de extinción antes de que el sol convirtiese la poca agua que quedaba en polvo reseco.

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Por primera vez en cuatro décadas, el quinto río más largo de Estados Unidos (río Bravo) se secó la semana pasada en la parte de Albuquerque. Con el agua desaparece el hábitat del pequeño carpa chamizal, un reluciente pez de la zona del tamaño de un dedo meñique.

Si bien unas lluvias trajeron agua al río Bravo, conocido por los estadounidenses como río Grande, los expertos advierten que la resequedad que hay tan al norte río arriba es un indicio de que el suministro de agua será cada vez más frágil y de que las actuales medidas de conservación podrían no alcanzar para salvar al carpa chamizal y al mismo tiempo regar las granjas, jardines y parques de la región.

PELIGRA EL PEZ CARPA CHAMIZAL

Hay carpa chamizales en apenas un 7 por ciento de lo que fue su hábitat tras un siglo de construcción de presas, canales y desvío de aguas a lo largo de los 3 mil 58 kilómetros (del río Bravo, que cruza Colorado, Nuevo México, Texas con el norte de México. En 1994 el gobierno estadounidense incorporó al carpa chamizal a su lista de especies en peligro de extinción. Los esfuerzos por salvar al pez, no obstante, tropiezan con la demanda de agua y el cambio del clima.

Años de sequías, temperaturas sofocantes y una temporada de lluvias imprevisible acaban con lo poco que queda de su hábitat. Su única esperanza son las lluvias.

“Se adaptaron a muchas cosas, pero no a esto”, dijo Thomas Archdeacon, biólogo del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, a cargo de un programa para rescatar al pez. “Cuando el río fluye un día sí y un día no a lo largo de millas, no saben cómo resolver eso”.

Cuando partes del río Bravo se secan, las autoridades usan redes y cercos para sacar a los peces de charcos cálidos y trasladarlos a tramos del río por los que todavía corre el agua. La tasa de supervivencia del pez al ser rescatado es muy baja, de apenas el 5 por ciento, por el estrés que representan el agua cálida, la resequedad y la reubicación forzada.

Pero dejar a los peces en los charcos de agua es una condena de muerte casi segura, de acuerdo con Archdeacon. Junto con otros biólogos, manejaron varias millas hasta llegar a un sector en el que fluía agua, proveniente de una planta de tratamiento de aguas residuales. Solo un puñado de los 400 que habían sido rescatados sobrevivirán.

A lo largo de los años, el gobierno ha criado y liberado grandes cantidades de carpa chamizales. Las posibilidades de supervivencia de la especie, no obstante, dependerán siempre del hábitat.

 

 

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