APELLIDOS

Garza y Treviño: el verdadero origen de los apellidos regios

Conviene resaltar que pese a que en el estado de Nuevo León y su capital Monterrey son más comunes que en otros estados, no son los apellidos con más representantes en la zona regiomontana

Durante los primeros 200 años de la conformación del Nuevo Reino de León fue común que los pueblos se establecieran con matrimonios entre familiares.
Durante los primeros 200 años de la conformación del Nuevo Reino de León fue común que los pueblos se establecieran con matrimonios entre familiares.Créditos: Especial
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MONTERREY.- Por las amplias extensión territorial y diversidad cultural que existe en el país, es común la percepción que se tiene de que en algunos estados o regiones predominan ciertos apellidos, como en el caso de Nuevo León, entidad a la que se asocian apellidos como Garza o Treviño, pero, ¿cuál es el origen de éstos?.

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Conviene resaltar que pese a que en el estado de Nuevo León y su capital Monterrey son más comunes que en otros estados, no son los apellidos con más representantes en la zona regiomontana, donde los tres primeros lugares están ocupados por los Martínez, los Hernández y los Rodríguez, de acuerdo con datos del portal Pueblos América.

Muchos de los apelativos que reconocemos como propios de las familias regiomontanas proceden, en su mayoría, de migrantes, explicó Luis Cavazos Guzmán, presidente de la Sociedad de Genealogía de Nuevo León, para Grupo Milenio.

Esta Sociedad se ha dedicado a investigar el origen de ciertos apellidos que se consideran representativos de la región, por lo que se ha encontrado “trampas” propias de la historia. Es decir, nombres que los hacendados pasaban a sus esclavos o títulos que eran completamente diferentes a sus padres; además, de que hasta antes del siglo XVI sólo las familias poderosas tenían acceso a los principales árboles genealógicos. 

Otro factor que resalta el investigador es el de “una migración muy fuerte” por la época, por lo que “de una manera u otra los apellidos están entrelazados".

Origen de los apellidos regios

Muchos de los apellidos tradicionales en el estado, como Tamez, Alanís o Cavazos, son provenientes de la región de Santiago hacia el siglo XVIII, de acuerdo con un trabajo de investigación de la Sociedad de Genealogía de Nuevo León.

En específico, arribaron de Saltillo, ciudad de donde venían los varones para casarse en Monterrey con la posibilidad de acceder a grandes extensiones de tierra. Las actas de matrimonio almacenadas en la Catedral de Monterrey y la Parroquia de Santiago Apóstol son pistas sobre el origen de los apelativos. 

Conviene recordar que el primer fundador de la ciudad de Monterrey fue Alberto del Canto (1547–1611) fue un militar luso español de origen judio-sefardita, quien también fundó la ciudad de Saltillo, en Coahuila. De ambas ciudades fue alcalde, por lo que siempre ha existido una conexión entre Saltillo y Monterrey, separados por 73.99 kilómetros de distancia.

Tamez y Valdés son algunos de los apellidos que saltaron de Saltillo a Monterrey entre 1700 y 1719, según la investigación del doctor Cavazos; y fue hacia el año de 1800 que en la región del Cañón del Huajuco había 33 familias españolas, así como registros de familias compuestas por indígenas y por personas de raza negra.

El investigador resaltó que entre el 80 y 90% de la población originaria de Santiago tiene algún grado de parentesco con Diego Rodríguez de Montemayor, quien era nieto del tercer fundador de Monterrey, Diego de Montemayor, quien fundó la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey en septiembre de 1596.

Nuevo León, construido entre familias

El investigador Cavazos señala que durante los primeros 200 años de la conformación del Nuevo Reino de León fue común que los pueblos se establecieran con matrimonios entre familiares. Este reino se limitaba a cuatro localidades: Monterrey, Monclova, Cerralvo y Saltillo, donde las familias fundadoras formaban un grupo de una treintena de personas en cada una. 

Con el paso de los años, Nuevo León se fue poblando con las familias de pastores trashumantes que combatieron y desplazaron a los grupos indígenas nativos de la región y más tarde defendieron la que ya habían hecho tierra propia.

"Cuando vas a los ranchos, la mayoría desciende de dos o tres familias, por eso antes la gente se decía 'primos', porque en verdad lo eran. Pero nos ha servido a nosotros, porque cuando había consanguinidad en quinto grado, había que solicitar dispensa a la Iglesia, y esos documentos hoy nos ayudan mucho", expone Luis Cavazos Guzmán. 

 

(djh)