TRADICIÓN DE OAXACA

"Comadres", muñecas de trapo que fomentan la vestimenta tradicional de Tlahuitoltepec, en Oaxaca

Desde hace varias décadas, las “Comadres” se establecieron como un elemento de preservación de la vestimenta y juguete tradicional de Santa María Tlahuitoltepec

Desde hace varias décadas, las “Comadres” se establecieron como un elemento de preservación de la vestimenta y juguete tradicional de Santa María Tlahuitoltepec
Muñeca tradicional.Desde hace varias décadas, las “Comadres” se establecieron como un elemento de preservación de la vestimenta y juguete tradicional de Santa María TlahuitoltepecCréditos: Especial
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OAXACA.- Las llaman cariñosamente “comadres” y desde hace varias décadas se establecieron como un elemento de preservación de la vestimenta y juguete tradicional de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca. Son muñecas de trapo hechas artesanalmente llenas de corazón, raíces y cultura del pueblo mixe.

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Irene Martínez es una de sus creadoras en el taller familiar Tlahui, ubicado en aquel municipio de Oaxaca que despierta y duerme entre la bruma de la montaña ayukj.

“Hace más de 20 años que empezamos con las muñecas sólo que fuimos modificando. Anteriormente eran de plástico y les hacíamos sus vestidos. Luego, entre mi hermana y yo aprendimos a hacer la estructura de la muñeca de trapo. Quizá no sean tan perfectas, pero llevan todo nuestro corazón”, explica Irene.

El trabajo de las “comadres” es muy laborioso pues implica bordar a mano ojos, nariz y boca, así como hilvanarle cabellos de estambre sobre tela de manta. Después de armar la estructura las muñecas son rellenadas con algodón y finalmente son vestidas con todo el atuendo tradicional: blusa bordada con máquina de pedal, falda y ceñidor.

Irene aprendió de su madre el arte de coser. Ella tenía unos diez años cuando se ponía frente a la máquina. Siendo niña -señala- no había dado valor al trabajo que realizaba. “Nunca le pregunté a mi madre para qué vestía a las muñecas ni a donde las mandaba”.

Cuando llegó a la mayoría de edad Irene decidió dejar su municipio y vivir en la ciudad. La experiencia, aunque fue enriquecedora a su vida la hizo volver a su tierra y retomar la costura.

“Lo que queremos es preservar la vestimenta tradicional, pero también mostrar que existen muñecas bonitas, que no todo son barbie, que la muñeca de trapo es bonita y que su proceso de elaboración no es contaminante como el de juguetes de plástico. La muñeca al ser de pura tela si se rompe o se deshace se va al abono, todo es orgánico”, explica.

Al ser todo Manual, cada muñeca tiene personalidad propia, desde la expresión en el rostro hasta los colores de su vestimenta mismos que están íntimamente hilados con el estado emocional de sus creadoras, pues si bien siempre que inician una creación el primer pensamiento que les cruza la cabeza es que quede bonita, también queda plasmado lo que en ese momento está sintiendo.

“Hay veces que salen colores medio pálidos, todo depende del sentimiento que lleve en ese momento”.

La elaboración de una comadre requiere por lo menos tres días de trabajo desde cortar la manta para hacer el cuerpo, bordar el rostro, coserle el cabello, rellenarla y confeccionar la ropa. Para Inés, el tener una de estas muñecas en mano representa tener el orgullo de la cultura mixe.

 

 

 

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