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Un auto calcinado y un chip de celular, las pistas de maestro desaparecido en Chiapas

Testigos advierten que Óscar Cruz fue “levantado” por gente armada con uniformes de la milicia el pasado 27 de junio en el municipio de Jiquipilas, Chiapas

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Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- En una cámara de video-vigilancia se grabó, por última vez el pasado lunes 27 de junio por la mañana, la imagen de Óscar Cruz Hernández, quien estaba a punto de subirse a su vehículo, un Tsuru azul, para dirigirse a su oficina, como a siete cuadras de su casa, en el municipio de Jiquipilas.

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Al siguiente día, su coche (placas DNP-490-C) apareció calcinado en la entrada de la colonia Verapaz, sobre el tramo carretero Ocozocoautla, Chiapas-Cosoleacaque, Veracruz. Según testigos y la misma Fiscalía General del Estado, hombres armados la vararon ahí y le prendieron fuego.

Antes de ello, comenzó la aflicción para los seres queridos, quienes incluso recorrieron algunas comunidades de la zona en donde él acostumbraba llegar como parte de sus actividades como maestro en educación para adultos.

Tras ese hecho, la esposa acude al Ministerio Público local, donde le advierten que la denuncia se la recibirían hasta el otro día (martes 28 de junio); por la misma preocupación, se dirige a la Presidencia Municipal para solicitar las grabaciones de las cámaras; como respuesta, le dicen que el Tsuru había sido visto por “la autopista” como a las 9 de la mañana de ese mismo día.

“LO QUEREMOS DE VUELTA”

José Luis sabe lo que ha sido un “calvario” para la familia la desaparición de su hermano; pese a ello, no pierde la fe en hallarlo, por lo que está dispuesto a buscar por cielo, mar y tierra para tenerlo de vuelta en casa.

Sin pensarlo tanto, y ante la negativa que recibió su cuñada en el mismo Jiquipilas por parte del MP, él mismo acudió ante la Mesa 1 de la Fiscalía contra la Desaparición Forzada contra Personas y la Cometida por Particulares, instancia que abrió el expediente 0171-101-3001-2022, pero hasta la fecha todo sigue igual.

“Cuando nos enteramos de que el carro fue incendiado, la Fiscalía me pidió la factura, por eso la llevamos, y ya nos confirmaron que sí era el coche de mi hermano, porque correspondía con las características y número de serie del mismo”, cuenta José Luis quien, hasta el momento, no ha sido víctima de extorsión.

De hecho, apunta, si no los han extorsionado es porque él, principalmente, le pasa todos los reportes a las autoridades, mismas que utilizan sus herramientas digitales para evitar que lo timen.

Inclusive, dice en entrevista con La Silla Rota, le urge conformar un comité con otros familiares de víctimas de este delito para que se le haga presión a la autoridad y no dejen de buscar.

“Si usted pregunta en el pueblo por mi hermano, le van a hablar bien, no se metía con nadie, era muy popular, era querido”, afirma José Luis, quien agrega que, a Óscar, originario de Pichucalco, incluso le gustó participar en actividades políticas, y prueba de ello que hace unos años fue líder del Sindicato de la Sección VII del Instituto Nacional de Educación para Adultos.

En los últimos años, Óscar, de 51 años de edad y padre de seis hijos, se había dedicado a laborar como docente de ese sistema educativo en la microrregión de Jiquipilas, donde ha radicado desde hace más de dos décadas.

OTRAS PISTAS

Dentro de las pesquisas, vecinos cercanos advirtieron que, ese 27 de junio, Óscar fue visto en un domicilio donde había encargado que le elaboraran unas cortinas para su oficina, sin embargo, se supone que ahí sería interceptado por personas armadas, quienes lo subieron a una camioneta. Mientras que su auto, se dijo, fue conducido por uno de los plagiadores.

De acuerdo con lo que le dijeron, afirma José Luis, los secuestradores estaban vestidos con uniformes parecidos a los del Ejército Mexicano. “Ahí nos queda claro que fue ‘levantado’ por un grupo armado”, deduce.

Otro rastro, se ha expuesto como parte de la indagación, es que cerca de un río de Jiquipilas fue localizado el chip del teléfono celular de Óscar, pero de él no se sabía nada.

Al respecto, el entrevistado asevera que, sin duda, los grupos criminales se han apoderado de algunas zonas de Chiapas, y se han encargado de “sembrar terror” entre miles de familias, como lo que aparentemente le ocurrió a su hermano.

{"quote":"Son demasiados casos de desaparecidos, y la verdad la Fiscalía en la materia no se da abasto, está pequeña, y pues requiere que se le meta más, porque no solo se trata de que se suba un post (una publicación en redes sociales), no es suficiente"}

“ELEFANTITOS BLANCOS”

Pero el “viacrucis” ha continuado desde hace como 18 días. José Luis y otros familiares han recorrido varias instancias, entre éstas una oficina especial creada para atender desapariciones, no obstante, aún no rinde los frutos anhelados; “son como elefantitos blancos”, dice José Luis.

Además, siente que la autoridad ha “cuadrado” todas las desapariciones, cuando, opina, se debería de tomar en cuenta otras situaciones para clasificarlas, “y no meterlas en una misma tómbola, y eso no quiere decir que otras desapariciones no importen, pero siento que hay algunas diferencias”.

Lo que más le preocupa a su familia es saber por qué lo desaparecieron, labor que le compete a la FGE. “Porque, ¿qué pasa con esas estrategias que se plantearon como novedosas, como la Guardia Nacional y la Mesa de Seguridad?”, se cuestiona José Luis.

 

 

 

 

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