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Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, la destructora del paraíso

Inseguridad, carestía, apagones, desabasto de agua, contaminación, migración y falta de vivienda pegan a Paraíso, municipio anfitrión de obra insignia de la 4T

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Escrito en ESTADOS el

PARAISO.- La tranquila vida de la que gozaban los habitantes de esta pequeña ciudad, y comunidades aledañas, “se alteró y complicó completamente”, sostiene el cronista municipal, Eddy Domínguez Domínguez. De hecho, a partir de la construcción de la Refinería de Dos Bocas se viene registrando un aumento en las cifras de delitos, niveles de contaminación, número de migrantes y el “colapso” de servicios públicos.

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“La gente no sale de noche. Ni los niños salen a jugar a la calle con su pelota o a manejar su bicicleta. Ya ni al parque van por el tráfico y por la inseguridad”, lamenta, por su parte, doña Dulce Hernández, quien vive en el fraccionamiento La Ceiba, en este municipio anfitrión de la obra insignia del gobierno de Andrés Manel López Obrador.

Inseguridad y carestía de la vida, “apagones” por quema de transformadores al rebasar su capacidad y desabasto de agua potable por mayor consumo, vialidades colapsadas, incremento de accidentes de tránsito con muertos y lesionados, entre otros problemas, padecen los vecinos ante el arribo de miles de obreros y centenares de empresas que llegaron para la construcción de la Refinería Olmeca, en Dos Bocas.

Se sobrepasó la oferta de vivienda por una sobredemanda que encarece brutalmente los alquileres. La mayoría de las pequeñas comunidades del municipio recibieron a gente que llegó a rentar cuartos, casas y hasta salones de eventos que habilitaron como viviendas y donde viven hacinados los trabajadores de la refinería.

La infraestructura urbana de esta cabecera municipal y comunidades aledañas prácticamente “tronó” al no estar preparada y diseñada para recibir de “sopetón” a cerca de 50 mil nuevos vecinos, que llegaron laborar en una de las obras insignias del autodenominado gobierno de la “Cuarta Transformación”.

Cotidianamente, desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó que arrancaran los trabajos para terminar lo antes posible la refinería, esta ciudad, como las comunidades ubicadas alrededor, viven una caótica cotidianidad.

Desde que amanece hasta el anochecer, los paraiseños sufren entre el barullo y el frenesí de miles de trabajadores que se dirigen o salen de laborar en la construcción de la refinería.

También padecen el ruido y la avalancha de maquinaria pesada, tráileres, autobuses de transporte de personal, camionetas, automóviles y motocicletas que cruzan y sobrepasan la capacidad de sus reducidas calles y avenidas.

OLVIDÓ ROCÍO NAHLE EL LIBRAMIENTO DE PARAÍSO

En las horas pico, se genera un “cuello de botella” sobre el boulevard que da acceso a esta cabecera municipal hasta el poblado El Bellote, que a la vez es parte de la carretera federal Comalcalco-Chiltepec.

Sobre ese tramo carretero se ubican los dos accesos principales de la Refinería de Dos Bocas. Todos los habitantes de esta ciudad y poblados asentados sobre esa carretera, quedan atrapados pues es la única vía que existe para entrar y salir.

Autoridades municipales y representantes vecinales consideran que el mayor martirio es por el conflicto que se padece en el tramo carretero federal, que atraviesa la ciudad y conduce a la obra en construcción de la 4T, todo porque se incumplió con la construcción del Libramiento proyectado que tenían las Secretarías de Comunicaciones (SCT) y de Energía (SENER), para que los vehículos ingresaran directamente  al acceso principal de la Refinería, sin tener que tomar la citada vialidad que actualmente utilizan.

Culpan a la titular de la Sener, Rocío Nahle de omitir esa proyectada obra externa, con una longitud de ocho kilómetros, que evitaría llegar a la ciudad de Paraíso, pues partiría del cruce de la carretera federal con el punto conocido como Monte Adentro-a la Puerta II de la refinería.

El director de Tránsito Municipal de Paraíso, Ediberto Pérez Domínguez describe que los congestionamientos fuertes se forman por quienes se dirigen a las Puertas I y II de la Refinería, localizadas sobre el Boulevard. Son durante tres horas en la mañana, de las 6.00 horas a las 8.00 horas, y tres horas al atardecer de las 17.00 horas a las 20.00 horas.

“No estábamos preparados para recibir a tanta población y un parque vehicular de gran tamaño. Es un viacrucis el embotellamiento, al colapsar las entradas y salidas de lunes a sábado”. Y todo se complica si ocurre un accidente. “Ni para atrás ni para adelante”.

 

La mayoría son vehículos pesados, torton, góndolas, grúas, titán, plataformas y unidades con exceso de dimensiones, que en ocasiones destruyen el concreto, rompen y tiran cables, mufas y todo lo que se les atraviesa. “Es un caos, que no se puede solucionar ni aunque coloque un agente de Vialidad en cada esquina”, dice Pérez Domínguez.

Otro fenómeno vial que padecen los paraiseños, es la irrupción de centenares de motocicletas utilizadas por un sector de obreros, quienes conducen sin respetar velocidad van esquivando el tráfico; se meten en sentido contrario, se suben a banquetas y camellones, no portan cascos, transportan a hasta tres personas.

Esa situación ha provocado el incremento de accidentes y en ocasiones el único Hospital Regional público, se satura de pacientes lesionados, cifra que empezó a crecer a partir del inicio de la obra petrolífera.

En los primeros cinco meses de este año habían muerto seis personas por accidentes de tránsito y se registraron 30 heridos. El año pasado fueron 19 fallecidos en accidente de tránsito y 56 lesionados en colisión. En el 2020 ocurrieron 15 muertos en accidentes de tránsito. El 4.6 por ciento del total estatal de ese año. También se iniciaron 34 Carpetas de Investigación por lesiones culposas en accidentes viales. El 3.8 por ciento del total estatal.

 

DOS BOCAS, EL PARAÍSO DE LA INSEGURIDAD

La alta incidencia de delitos en el municipio, en estos primeros cinco meses del año, de los 17 municipios de Tabasco, coloca a Paraíso en el primer lugar del ranking de la tasa por cada diez mil habitantes.

A partir de febrero del año pasado, el índice delictivo empezó a crecer en este municipio, al colocarse en el cuarto lugar en la tasa de incidencia de delitos de impacto social. En octubre alcanzó el tercer lugar de la tasa de incidencia, de 54.3 delitos por cada 10 mil paraiseños.

El director de Seguridad Pública Municipal, Heliud Santos Córdova señala que es insuficiente la cifra de elementos y patrullas con las que tienen que proporcionar seguridad al municipio, con una población de alrededor de 97 mil habitantes.

El Ayuntamiento cuenta con 290 policías, de los cuales 120 son eventuales, pero para cumplir la Norma “se debería contar con 700 uniformados preventivos. Tampoco se cuentan con los recursos económicos para certificarlos con los exámenes de confianza y el curso básico policial. Igual sólo cuentan con 12 patrullas.

El jefe de la corporación municipal señala que a raíz de que se han realizado despidos de obreros sin recibir sus liquidaciones y no pueden regresar a sus comunidades de origen y “buscan la forma de retornar”, además de que “mucha gente mala que vino de otras partes, se quedó aquí.

Santos Córdova menciona que el robo a casa habitación y el asalto en la vía pública son los delitos que mayormente se incrementaron. Además de las faltas administrativas que se incrementan los fines de semana, que se llenan los separos, pues en una noche detienen hasta 30 infractores.

De acuerdo a las estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), durante los primeros cinco meses de este año se iniciaron siete Carpetas de Investigación (CI) por el delito de robo a casa habitación con violencia y 28 casos “sin violencia”. Fueron 15 CI por delitos de robo de carro con violencia y 22 casos sin violencia.

Además, se registraron 55 robos de motocicleta, que representa el diez por ciento del total estatal; mientras que se cometieron 19 robos a transeúnte en la vía pública con violencia; 13 robos a negocio, y también por delitos patrimoniales se clasificaron 91 Carpetas de Investigación por “otros robos”.

Pero, dos años antes, el 2021, en Paraíso ocurrieron nueve robos a casa-habitación con violencia y 80 sin violencia. El 5.7 por ciento del total estatal. También se robaron ocho vehículos con violencia y 84 “sin violencia”, cifra que representa el 7.7 por ciento del total estatal. Mientras que 95 motocicletas fueron hurtadas, que significa el 6.4 por ciento del total estatal de ese delito.

En la vía pública ocurrieron 76 robos con violencia a transeúnte con violencia. El 4.9 por ciento del total en Tabasco. Fueron 13 robos a negocio con violencia y 24 sin violencia. El 3.3 por ciento del estatal.

Así como 52 “otros robos” con violencia y 215 casos “sin violencia”, equivalente al 6.02 por ciento del total estatal.

Dentro de los delitos de Alto Impacto, se registraron diez ejecuciones con arma de fuego, más siete heridos con proyectiles de pistola. Y la Fiscalía inició 119 Carpetas de Investigación por lesiones dolosas “no especificadas” y enmarcadas en los delitos contra la vida e integridad corporal.

El año pasado, en Paraíso ocurrieron nueve ejecuciones con arma de fuego, cuatro con arma blanca y tres “con otro elemento”, así como nueve heridos por proyectil de arma de fuego y nueve lesionados con arma blanca.

Continuaron los robos de casas con violencia, con 15 casos, más otros 90 robos a vivienda “sin violencia”, que representaron el 5.7 por ciento del total estatal. Mientras que 11 carros fueron robados con violencia y 49 sin violencia. Esta cifra municipal equivale al 4.8 por ciento estatal. En el reino de los obreros con motocicletas, fueron hurtadas con violencia 11 unidades y 41 más “sin violencia”. Ese delito representa el 4.3 por ciento del total estatal.

Además, se iniciaron 115 Carpetas de Investigación por el delito de robos a transeúnte en la vía pública. El 3.04 por ciento. También 28 robos a negocios con violencia y 64 sin violencia.  El 6.3 por ciento del total de los comercios asaltados en Tabasco.

AYUNTAMIENTO CON ESCASO PRESUPUESTO Y ENDEUDADO

No sólo fue rebasado para proporcionar los adecuados servicios públicos para la población flotante que trajo consigo la refinería, sino que además el gobierno municipal, cuyo trienio inició en septiembre pasado, se le redujo el presupuesto y tiene que destinar recursos para pagar un empréstito de 30 millones que les heredó el alcalde morenista saliente.

Los recursos del endeudamiento se “utilizaron” para reencarpertar una carretera que comunica a la terminal marítima comercial de Dos Bocas, pero que no sirvió de nada, pues Pemex la reconstruyó nuevamente toda con concreto hidráulico.

Jorge Luis Lara Georgana, secretario general del Ayuntamiento admite que el municipio no estaba preparado para proporcionar los servicios públicos a una cantidad de personas casi similar a la que tenía esta ciudad: ni vialidades, agua potable, red y transformadores eléctricos, recolección de basura, sucursales bancarias, viviendas, hoteles, restaurantes.

Es común que casi a diario y por todos lados se quemen los transformadores de la Comisión Federal de Electricidad, pues rebasan su capacidad al subir el consumo; igual se han quemado los motores de bombas de pozos que suministran agua a la red de agua; se han registrado hundimientos de calles pues el pavimento no era para tráfico pesado

Por su parte, el cronista oficial de Paraíso, Eddy Domínguez comenta que se trastocaron en la ciudad todas las actividades de los vecinos. “Hasta para utilizar un cajero bancario, se tiene que ir en horario y día que no sea de pago, pues ese día casi los toman por asalto los trabajadores de Dos Bocas y se acaba el dinero”. Las instituciones financieras no ampliaron sucursales ni cajeros automáticos.

Lo mismo ocurre si alguien desea trasladarse de un punto a otro de la ciudad, se tienen que planificar bien, conocer a qué horas hay menos tráfico o qué rutas tomar. “Ya no es como antes que se solía decir, oye llego en cinco minutos. No, a veces no se puede ni moverse para ningún lado”.

{"quote":"Paraíso es como la mujer que va a la estética: de la noche a la mañana dio un giro espectacular. Se afectó y alteró completamente la vida que tenían los paraiseños"}

También surgió otro aspecto nada agradable: Paraíso se transformó en el lugar más caro para vivir. Todo subió de precio. Empezaron con las rentas, en el que una casa que se alquilaba en cinco mil pesos, le incrementaron el costo a 20 mil pesos o más. Igual continuaron alzas en los víveres, alimentos, restaurantes, transporte, los técnicos en electricidad, aire acondicionado, plomería. Es el Paraíso de la carestía”, ironiza el también profesor, y pide que el presidente López Obrador atienda los servicios y las necesidades sociales de municipios, que no nada más sea la refinería.

Doña Dulce, habitante del fraccionamiento La Ceiba, lamenta que vecinos y conocidos han sufrido asaltos en sus viviendas y negocios; también surgió la venta clandestina de bebidas alcohólicas, al subir la demanda de esos productos al aumentar la población consumidora.

Relata que a causa de los “apagones” de la energía eléctrica, se le quemaron su refrigerador y una pantalla, sin que puedan reclamar a nadie una indemnización por los daños.

GOBIERNO FEDERAL NO PREVINO LOS PROBLEMAS QUE CAUSARÍA

Al igual que las otras obras insignias de la 4T, el proyecto de edificación de la Refinería de Dos Bocas, con todo sobre la marcha, se hizo sin prever el impacto social que conllevaría esta faraónica y costosa obra.

En la Evaluación del Impacto Social de la Refinería de Dos Bocas, Paraíso, elaborado por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), de 81 páginas, en ninguna parte menciona las posibles afectaciones socioeconómicas y a la vida misma de la población de esta región.

La mencionada Evaluación de Impacto Social solo se concreta a repetir lo que incluye la edificación de las 17 plantas de proceso de la Refinería, con la que estima incrementar la oferta de producción nacional de gasolina y diésel en al menos 290 Mil de barriles diarios (Mbd). El alcance preliminar de la Refinería, además de las 17 plantas, incluye servicios auxiliares y la infraestructura de almacenamiento e integraciones necesarias.

En la descripción del Área de Influencia Directa (AID) del proyecto, señala que con base a información cartográfica del 2010, en la AID existen cinco localidades urbanas con una población de 77 mil 896 habitantes y 39 localidades rurales, con una población de 52 mil 950 habitantes.

Destacaba que en el AID del Proyecto “la gran cantidad de cuerpos de aguas y terrenos inundables reducen considerablemente la superficie para el desarrollo de vivienda, equipamiento e infraestructura. La dinámica de crecimiento urbano de Paraíso está creciendo hacia terrenos cuya elevación no sobrepasa los tres metros”, y por eso era mejor construir vivienda en el municipio colindante de Comalcalco.

La Evaluación del IMP destaca que “en conclusión, no se identificaron en ninguna de las etapas impactos negativos que fueran valorados como de significancia social alta, y en contraste, sólo tres impactos positivos se valoraron de significancia alta”. Y se determina que no se justifican alternativas al proyecto, señala el documento en el que unas 28 páginas fueron testadas al reservarlas como información confidencial.

A inicios de 2021, Rocío Nahle dijo que se construía un libramiento carretero que “evitará congestionamiento e impacto urbano en el municipio de Paraíso”, y luego el 1 de junio de ese año también mencionó que “respecto a los siete kilómetros de libramiento en la urbanización de Paraíso, Tabasco, se encuentra el 90 por ciento de su ejecución, con ello mejorará el tránsito pesado y evitará congestionamientos e impacto urbano en la ciudad.

UN ENGAÑO COMO GENERADOR DE FUENTE DE EMPLEO

Para el senador tabasqueño por el PRD, Juan Manuel Fócil Pérez, en nada ayudó la construcción de la refinería de Dos Bocas y Tren Maya para evitar que Tabasco se mantuviera en el primer lugar en desempleo a nivel nacional.

Es necesario trabajar para revertir esa situación que enfrentan los tabasqueños y que la entidad “vuelva a ser el estado pujante y de desarrollo de otros tiempos”.

El parlamentario tabasqueño expuso que, en sus recorridos por los municipios del estado, las quejas permanentes de la gente son la inseguridad, problemas de salud, servicios públicos y la falta de empleo. 

{"quote":"De lo que hemos estado escuchando a la gente, -indicó el legislador federal- uno de los problemas principales que tiene nuestro Estado es el desempleo, es la falta de oportunidades, hay mucha gente que sí se queda sin empleo a los 35 años ya ninguna empresa lo contrata, ya no hay ningún apoyo de gobierno"}

Esas personas de 35 años que se quedan sin empleo, -añadió el parlamentario tabasqueño- tienen que esperarse hasta los 65 años. De 35 a 65 para recibir la pensión de adulto mayor y qué van a hacer de los 35 a los 65… 30 años sin oportunidades, en la hamaca esperando que te den una pensión.

Se deben buscar gobiernos que sí apoyan a la gente que quiere producir, a la gente que quiere trabajar, esa es la forma de que Tabasco regrese a ser el estado productivo que era antes, donde se producía mucho ganado, cacao, coco, pimienta, frutas”.





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