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Pechugas, piernas y guacales vuelven a mercado de Chilpancingo, tras embate criminal

En el mercado Baltazar Leyva Mancilla, 25 de 35 pollerías reactivaron sus ventas entre el miedo, la incertidumbre y bajo el resguardo de la policía estatal

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CHILPANCINGO.- Tres días después de que los comerciantes decidieran no abrir por una escalada de violencia, este miércoles, de manera parcial y con sobreprecio, se reanudó la venta de pollo en el mercado central de Chilpancingo, Guerrero.

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En el mercado Baltazar Leyva Mancilla, 25 de 35 pollerías reactivaron sus ventas entre el miedo, la incertidumbre y bajo el resguardo de la policía estatal. El precio al público oscila entre los 215 y los 220 pesos por cada pollo, que es el costo más alto registrado en lo que va del año.

Mediante redes sociales, la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, confirmó que "de manera parcial, inició la venta de pollo en el mercado central".

"Agradezco los trabajos de la mesa para la Construcción de la Paz y reitero mi compromiso de seguir trabajando para que, desde las bases, vayamos construyendo la paz en bien de las y los ciudadanos".

EL DETONADOR DE LA VIOLENCIA

El domingo, el obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, informó que la nueva guerra que se vive en Chilpancingo es protagonizada por una escisión del grupo de Los Tlacos, y se enfoca en el control del transporte público y la distribución de carne de pollo, res y cerdo en la capital de Guerrero.

El prelado explicó que en Chilpancingo operan tres grupos que ahora pelean la plaza y reprochó a las autoridades su inacción, porque "saben quiénes son los responsables", de desatar la violencia, que mantiene aterrada a la población.

A principios de mayo, el líder del grupo delictivo Los Tlacos, Salvador Alanís Trujillo, anunció una guerra en Chilpancingo, al conmemorar el quinto aniversario de la creación de la Policía Comunitaria General Heliodoro Castillo de Tlacotepec, que opera en la Sierra de Guerrero y controla municipios de la región centro y norte de la entidad.

Explicó que ahora se iban a enfocar en una banda denominada Pueblos Unidos y que realizarían ataques armados en el corredor que conecta los poblados de Xaltianguis y Petaquillas.

Un mes después, la violencia se desató en Chilpancingo, donde fue ejecutado el líder transportista Francisco García Marroquín el 31 de mayo, informaron medios locales.

Enseguida comenzó una serie de ataques en contra de unidad de transporte público de la capital guerrerense y el poblado de Petaquillas, donde fueron incendiados taxis y vagonetas, provocando la suspensión del servicio y afectando a la sociedad de la región Centro.

Días después, el lunes 6 de junio, fue ejecutado un distribuidor de pollo al interior del Mercado Central Baltazar R. Leyva Mancilla, en Chilpancingo, y tres días después, otro proveedor del mismo producto alimenticio fue acribillado afuera de la central de abastos de la capital guerrerense.

El sábado 11, un comando irrumpió en una granja de pollos que se ubica en el poblado de Petaquillas, municipio de Chilpancingo, donde ejecutó a seis trabajadores que ganaban entre 2 y 3 pesos por pelar pollos. Entre las víctimas había una niña de 12 años.

 

 

 

 

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