MÉRIDA.- Cuando tenía 16 años, Sofía posó para una sesión fotográfica, confío en la palabra de Alberto E., quien le prometió que no difundiría las imágenes. En 2019, la joven se enteró que sus fotos eran comercializadas en la página web Packs de México. Su vida cambió por completo. Tuvo una crisis de ansiedad, incluso no comió por tres días. A dos años, hoy por fin, fue arrestado.
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Ella aún era una adolescente cuando él la presionó para acceder, la coaccionó. El proceso para acercarse a la justicia no fue fácil, en algunas ocasiones sintió que era revictimizada.
Yo siempre he dicho, que a esa edad era una niña con una autoestima muy baja y me dejé guiar y manipular. Él (Alberto) me invitó a su casa a hacer fotos, me dijo que no había problema, que si yo no me sentía cómoda ahí estaba su novia y él vivía con su mamá. Voy, hacemos las fotos, las fotos solo eran como en lencería y el me empezó a insistir que me la quité, se puso muy insistente y la verdad yo no sabía decir que no, al final terminé accediendo”, explicó Sofia
El fotógrafo quien es acusado -presuntamente- por cometer el delito de pornografía infantil, no solo comercializó con la imagen de la joven, que era menor de edad; también lo hizo con otras mujeres de diversas edades. En alguna ocasión se contactaron con otras y descubrieron que existía un grupo de fotógrafos que se dedicaban a esta actividad ilícita.
Cuando pasó lo de las fotos recuerdo que hicimos un grupo de whats las chicas pues las que estábamos involucradas, una llegó a mostrarnos que había un grupo de whats de fotógrafos de Mérida, eran más de 80 fotógrafos si no me equivoco, y ahí él vendía las fotos o las intercambiaban con otros fotógrafos
El operativo en el que participaron elementos de la Policía Estatal de Investigación (PEI) de la Secretaría de Seguridad Pública(SSP) para asegurar la evidencia y al arrestar al presunto responsable ocurrió alrededor de las 8 de la mañana, en el fraccionamiento Melchor Ocampo en Mérida. Sin embargo, aún falta la audiencia de vinculación a proceso para mantener firme la acusación.
RESILIENCIA A LA VIOLENCIA DIGITAL
Cuando Sofía confesó a su familia la violencia digital de la que fue víctima, la primera respuesta no fue positiva, iniciaron las peleas. Con sus amistades encontró comprensión y consuelo.
En ese entonces, yo tenía una pareja y terminamos por lo mismo, porque en su salón solo hablaban de ese tema. Él estudiaba algo de diseño gráfico o algo así y era un tema que tocaban en todas las clases cuando acababa de pasar y cuando sus amigos me conocieron, le dijeron cosas de mí y terminé esa relación que duró dos años
A nivel afectivo, con sus parejas fue aún más complejo, algunos la veían como si fuera un objeto. En la escuela también bajó las calificaciones.
Hoy, ella sabe que unas fotografías no la definen, a diferencia de la adolescente de 16 años, se siente fuerte y está segura que nadie debería ser juzgada. Además, gracias a esa fortaleza ha podido ayudar a otras mujeres que pasan por situaciones similares.
“Yo empecé a entender que un archivo, unas fotos no te definían como persona y mucho menos definían tu valor. Una foto no podía hacerme daño porque no representaba lo que era. Tal vez solo era el 1% de mi persona y era algo físico, pero en unas fotos no puedes ver cómo es realmente una persona”, relató.
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