TUXTLA GUTIÉRREZ.- Unos cuantos mensajes, a las 8:30 de la noche del pasado miércoles, dejaron “tranquila” a Verónica: su hijo Joshua, de 15 años de edad y alumno del Cecyt en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, le dijo que aún no saldría de clases porque le faltaban dos materias para terminar.
Sin embargo, transcurrieron un par de horas más y la preocupación se agudizó: la madre le llamó sinfín de veces, pero él ya no contestó. Al día siguiente, comenzó la búsqueda por hospitales y otros sitios de este Pueblo Mágico.
Pero fueron varias alertas en redes sociales las que generaron más incertidumbre en ella: conocidos le advirtieron que, por las características, podría tratarse de Joshua quien estaba tirado en un lote baldío de la colonia Pozo de Jacob.
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CONFIRMAN SU IDENTIDAD
Horas más tarde, la Fiscalía General del Estado (FGE), a través de su Fiscalía de Distrito Altos confirmó que se trataba de él, y que iniciaría una carpeta de investigación en contra de quien o quienes resulten responsables.
En un comunicado, aseveró: “La FGE manifiesta, de manera enérgica, su rechazo a cualquier acto de violencia en contra de adolescentes, y refrenda que ninguna conducta delictiva quedará impune”.
Por su parte, Enrique González, tío de la víctima, lamentó que desde que se supo del asesinato de Joshua, han circulado diferentes versiones o hipótesis del por qué acabarían con su vida.
En principio, afirmó, está convencido de que Joshua era tranquilo y no tenía vicios, “por eso solicito el apoyo de las autoridades para la solución de este problema, pues se ha dicho que fue atropellado, o que estaba en malos pasos, cuando Joshua solo se dedicaba a la escuela y, en los ratos libres trabajaba con su padre”.
De acuerdo con las imágenes que se han difundido, el adolescente estaba vestido con su uniforme, e incluso aún portaba su mochila. Sin embargo, casi toda la parte frontal de su playera estaba ensangrentada, así como su pantalón.
Al parecer, Joshua sería torturado, pues su brazo derecho prácticamente estaba “desollado”, y se percibían al menos dos heridas con arma blanca a la altura del cuello.
“Se ve que a mi sobrino lo fueron a tirar, lo torturaron; este hecho nos parte el alma, nos duele”, dijo Enrique.
(djh)