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FOTOS: CJNG avanza, a sangre y fuego, por centro y Sudamérica

Según Vanda Felbab-Brown, experta en crimen organizado, el CJNG tiene presencia en Colombia, Nicaragua, Ecuador, Perú, Chile, Guatemala, Honduras y El Salvador

Según Vanda Felbab-Brown, experta en crimen organizado, el CJNG tiene presencia en Colombia, Nicaragua, Ecuador, Perú, Chile, Guatemala, Honduras y El Salvador
CJNG.Según Vanda Felbab-Brown, experta en crimen organizado, el CJNG tiene presencia en Colombia, Nicaragua, Ecuador, Perú, Chile, Guatemala, Honduras y El SalvadorCréditos: Cuartoscuro
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En su guerra contra el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha extendido su presencia fuera del país. Vanda Felbab-Brown, experta en crimen organizado e investigadora de la Brookings Institution, revela que esta organización opera en Colombia, Nicaragua, Ecuador, Perú, Chile, Guatemala, Honduras y El Salvador.

“El CJNG está avanzando agresivamente hacia nuevos territorios en el extranjero donde busca alcanzar o desplazar al Cártel de Sinaloa. En varias partes de América Latina, la competencia entre ellos ha amplificado la violencia o desencadenado nuevos conflictos”, señala Felbab-Brown en dos artículos publicados en julio y agosto pasado en Brooking.

El CJNG no solo cuenta con presencia en la mayoría de las entidades de la República mexicana, pues ya domina en 28 de las 32; sin embargo, también tiene incidencia en otros países de América Latina.

Además, tiene el dominio de la distribución mayorista de drogas, como fentanilo, cocaína y metanfetamina, en los Estados Unidos.

Contrario a lo que sucede en el país, el CJNG opera en EU con cautela, no hay enfrentamientos ni asesinan a policías. Sin embargo, en el resto del continente americano, la organización que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, genera conflictos derivados de su rivalidad con el Cártel de Sinaloa, a quien intenta eliminar para hacerse con el dominio de diversas regiones.

“La participación del Cártel de Sinaloa y el CJNG a menudo ha instigado directamente la violencia, ya que los dos cárteles buscan desplazarse entre sí o insisten en que sus aliados y apoderados locales del narcotráfico traten exclusivamente con ellos”.

LA LLEGADA A COLOMBIA

El artículo documenta que, desde 2010, los cárteles de origen mexicano llegaron a Colombia donde empezaron a ganar presencia y, además, comenzaron a administrar no solo el tráfico sino también la producción, el procesamiento y el tráfico local de sustancias ilegales.

Las confrontaciones entre los dos cárteles mexicanos se extienden hasta el año 2019. Los encuentros generaron actos de violencia a un entorno ya de por si tenso.

“El CJNG buscó persuadir a pequeños y grandes grupos criminales colombianos, como Los Urabeños, para dejar de venderle al Cártel de Sinaloa. Para contrarrestar el impulso, el Cártel de Sinaloa aumentó la presencia de sus principales emisarios en el país”.

A pesar de que el CJNG no logró desplazar al Cártel de Sinaloa sí logró cortar sus operaciones, pero sus enfrentamientos han generado conflictos locales en Colombia, pues ambas agrupaciones criminales han promovido el cultivo de cocaína de alta calidad y de alta rentabilidad.

Los problemas internacionales que involucran cárteles mexicanos no son nuevos. En julio pasado, los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respetivamente, se reunieron y anunciaron la creación de un grupo operativo para combatir el tráfico de fentanilo.

En Ecuador, la violencia derivada de los cárteles mexicanos ha llevado al gobierno de ese país a declarar estado de emergencia al menos en 3 provincias costeras donde se tienen registros de narcotráfico: Esmeraldas, Guayas y Manabí. Además, se tienen informes de que la pandilla más grande de Ecuador, conocida como los Choneros, transporta cocaína de manera exclusiva para el Cártel de Sinaloa y se enfrenta con aliados ecuatorianos del CJNG.

Entre el lunes 31 de octubre y el martes 1 de noviembre, presuntos integrantes del CJNG realizaron una serie de ataques con explosivos y mensajes, principalmente en Guayaquil y Esmeraldas, en Ecuardor.

En Guayaquil se encontraron artefactos explosivos cerca de tres unidades de policía. Además, estallaron tres vehículos cargados de explosivos: uno en el sector de La Alborada, otro en una gasolinera de Pascuales y uno más en la terminal terrestre de dicha localidad.

Tras los ataques, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, lanzó un mensaje a los criminales del CJNG.

Durante su mensaje mencionó que los ataques muestran las consecuencias de una delincuencia organizada trasnacional. También mencionó que los atentados, los cuales calificó como sabotaje y terrorismo, son una declaratoria de guerra.

 

 

 

 

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