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Así se hallaron los cuerpos de la cuñada y sobrina del "Güero" Palma

La fosa no tenía más de medio metro de profundidad; los cuerpos de Cintia Román y Jimena Palma, madre e hija, no tenían más de un mes enterrados

Escrito en ESTADOS el

HERMOSILLO.- Sábado por la tarde. Nora Lira y las demás compañeras, que integran el colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón, casi se daban por vencidas: en toda la mañana no habían encontrado restos en los lugares donde habían buscado. Pero una de ellas sugirió que fueran a un lote baldío, cercano a la colonia donde vive, y fue ahí donde hallaron los cuerpos de Cintia Román y Jimena Palma, cuñada y sobrina del narcotraficante Héctor Luis "El Güero" Palma.

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En entrevista con La Silla Rota, la líder del colectivo relata, paso a paso, uno de sus últimos hallazgos en el municipio de Cajeme, ubicado en el sur de Sonora, y cuya cabecera, Ciudad Obregón, es la quinta ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 80.72 homicidios por cada 100 mil habitantes.

El pasado 6 de febrero, Nora Lira, salió en búsqueda de “ángeles”, como ella le llama a las osamentas y cuerpos enterrados de personas desaparecidas. Acompañada de un grupo de 15 personas, escarbaron sus palas en algunas partes de la ciudad.

Sin embargo, al no tener hallazgos positivos, decidieron trasladarse a un gran terreno baldío, entre los fraccionamientos Villa del Rey y Residencial Montecarlo, al oeste de la ciudad.

Una compañera que vive por ahí dijo: está muy grande ese terreno, vamos a entrar. Entonces fue que entramos. Esta vez sí fue una corazonada, no hubo llamadas anónimas, fue el corazón, fue Dios. Nosotras siempre hacemos una oración para que nos guíe y nos mande al lugar correcto

Ya en este lote, las mujeres y algunos hombres que se integraron a la búsqueda escarbaron de nuevo por varios puntos. Pero, de nuevo, casi se dan por vencidos una vez más, no encontraban nada.

Hasta que uno de los compañeros enterró la “varilla de la muerte”, en forma de T, y de ahí salió un olor fétido. Enterraron las palas y comenzó a salir tierra con cal, una señal más de que ahí hay un cuerpo. Los delincuentes cubren los restos con este polvo para evitar el mal olor de la descomposición.

Estábamos por irnos, cuando unos compañeros nos dicen, regrésense, al parecer si encontramos algo. Nos regresamos todos y efectivamente encontramos esa fosa, con esas dos ángeles que estaban enterradas. Metimos la pala, vimos cal y dijimos, aquí hay algo. Cuando encontramos cal es porque hay algo enterrado

Con las palas removieron la tierra y comenzaron a asomarse bultos en bolsas de plástico color negro. El polvo blanquizco dejaba entrever una mano, aun con las uñas acrílicas intactas y la cabeza de uno de los cuerpos, todavía con la melena rojiza.

La fosa no tenía más de medio metro de profundidad, pero sí un ancho de casi dos metros. Los cuerpos de Cintia Román y Jimena Palma, madre e hija, respectivamente, no tenían más de un mes enterrados, según su nivel de descomposición, de acuerdo con la líder del colectivo.

“No somos expertas, pero con el trabajo que hemos hecho hemos aprendido un poco, y creemos que no tenían más de un mes, todavía estaban los cuerpos enteros”, menciona.

El colectivo alertó a la Fiscalía General de Justicia de Sonora sobre el hallazgo para que acudieran peritos a trabajar la escena del crimen.

Mientras esperaban la llegada de los agentes, Nora sacó su celular para comenzar a transmitir en vivo en la página de Rastreadoras de Ciudad Obregón. Con un evidente asombro en su voz, la mujer relataba lo que habían encontrado y daba las características de los cuerpos, para que, quien tuviera familiares desaparecidos, acudieran a las autoridades.

“Don dos mujeres, una de pelo castaño, otra entre rubio, rojizo, al parecer una trae uñas color verde. Si ustedes saben de dos mujeres desaparecidas, acérquense a Semefo para que les tomen la muestra de ADN”, decía a sus seguidores el pasado sábado.

FGJE IDENTIFICA LOS CUERPOS DE LAS DOS MUJERES

De acuerdo con la Fiscalía de Sonora, en el lugar había tres bolsas negras, un cuerpo en cada una y en la tercera estaba la ropa de las víctimas.

También detallaron algunas características de las mujeres, como sus tatuajes. Las dos tenían uno en antebrazo con la leyenda “María”. Uno de los cuerpos tenía otro de una libélula en el omóplato izquierdo y el otro las iniciales “P G” en el costado izquierdo.

Las autoridades realizaron las pruebas correspondientes de ADN y la comparativa de huellas dactilares; así se confirmó que se trataba de Cintia Mercedes Romero Verdugo, de 52 años y madre de María Jimena Palma Romero, de 32 años.

La Fiscalía contaba con una denuncia por privación ilegal de la libertad desde el 30 de diciembre de 2019, después de que un día antes, madre e hija fueran emboscadas por hombres armados cuando salían de una tienda mayorista Sam’s Club, aproximadamente a las 17:52 horas. Los presuntos sicarios las obligaron a subir a otro automóvil.

Desde entonces, su familia no sabía nada de ellas, hasta el pasado sábado, cuando el colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón las encontró enterradas en una fosa clandestina.

Según el estado de descomposición de los cuerpos, no tenían más de un mes de ser asesinadas, a pesar de que tenían más de un año secuestradas. Se desconoce dónde las mantuvieron desde diciembre de 2019 hasta inicios de este 2021.  

Cabe recordar que las víctimas habían sido blanco de un ataque armado, con más de 30 disparos en la colonia Bosques de las Lomas, en la Ciudad de México, en diciembre del 2012.

Además, ellas serían cuñada e hija de uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, Héctor Luis "El Güero" Palma y quien operó por varios años el tráfico de drogas en Sonora; hoy en se encuentra recluido en el penal del Altiplano.

“LOS CUERPOS LOS ENTIERRAN AHÍ, EN LAS COLONIAS”

Nora Lira, líder del colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón agrega en entrevista con La Silla Rota que los delincuentes ahora entierran a sus víctimas en medio de la ciudad, en lotes baldíos cercanos a las colonias y fraccionamientos, como fue el caso de estas dos mujeres.

Las fosas ya están al costado de las casas, en los lotes baldíos, en estos terrenos. Aquí en nuestra ciudad es como están trabajando los delincuentes, se están enterrando a los ángeles enseguida de las colonias, de las casas

Es decir, los sicarios ya no salen a terrenos campestres ubicados a las afueras de la urbe, si no que ahora es ahí, en donde los ciudadanos viven y conviven día a día.

Buscando en esos y otros lugares, el colectivo ha encontrado ya 80 cuerpos, osamentas y restos humanos, desde que iniciaron en febrero de 2019.

La mayoría de ellos ya han logrado reunirlos con sus familiares, otros están a la espera de las pruebas de genética.

En dos años hemos encontrado 80 cuerpos, la mayoría han sido identificados y entregados también. Faltan muchos más, pero estamos con prueba de ADN, pero gracias a dios el trabajo de nosotros ha sido placentero porque hemos encontrado, identificado y entregado a sus familiares

“ENCONTRÉ A MI ÁNGEL, PERO SEGUIRÉ BUSCANDO”

La líder de este grupo de mujeres y hombres que buscan a sus desaparecidos inició en este camino después de la privación de la libertad de su hija Fernanda Sañudo Lira, de 17 años, el 2 de octubre de 2018.

Nora decidió a unirse a un grupo a cuatro meses de no saber nada de su hija, pero decidió formar otro colectivo en mayo del 2019, lo que es ahora Rastreadoras de Ciudad Obregón, conformado por 18 mujeres y tres hombres.

Después de dos años de búsqueda, el mismo día que desapareció Fernanda, el 2 de octubre, pero de 2020, la madre encontró los restos de su hija enterrados en un predio del municipio de Bácum, ubicado a 20 minutos de Cajeme.

“La encontré el mismo día que desapareció, pero dos años después. Yo sabía que la iba a encontrar, era una promesa, y no lo hice yo sola, no; lo hice con la ayuda de mis compañeras. Cuando encontramos la fosa yo sabía que era ella por su ropa y también encuentro sus pulseras. Espere 15 días a que llegara el ADN y me lo confirmó la prueba, era ella”, relata con la voz entrecortada.

Así, Nora le dio una despedida a su hija, como se lo merece y mantiene vivo su recuerdo. Además, asegura que continuará en el colectivo que tanto la ayudó, para que otras madres también puedan encontrar a sus hijos.

Todo este tiempo, para mí no ha muerto. Todos sus recuerdos siguen, su alma… y yo sigo en el colectivo por ella, por mis compañeras, les hice una promesa de ayudarlas a encontrar a sus hijos y mi hija me metió en esto y aquí voy a seguir, eso lo tengo muy claro

El municipio de Cajeme también tiene los primeros lugares en feminicidio en todo Sonora; organizaciones civiles y grupos feministas también han contabilizado más de 50 desapariciones de mujeres, desde el 2019 a la fecha.

A pesar de que esa cifra no se refleje en los datos oficiales, ya que, de acuerdo con los colectivos, la mayoría de las familias deciden no interponer denuncias por temor a represalias.

Fue en este mismo municipio donde la modelo Yessenia Estefanía fue privada de su libertad por hombres armados en agosto del 2020 y su cuerpo fue hallado también en una fosa clandestina, en octubre de ese año.

La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano y la fiscal Claudia Indira Contreras Córdova han mencionado el trabajo que realizan para atender los casos de violencia hacia las mujeres y las desapariciones. Una de estas acciones es la implementación del Protocolo Alba, en septiembre del año pasado.

Con este, se busca una coordinación entre las dependencias de todos los niveles para dar con las mujeres, adolescentes y niñas desaparecidas en la entidad.