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Los estudiantes asesinados en Puebla fueron hallados por un celular

Desde el domingo los estudiantes se ausentaron, hasta que fueron encontrados un día después del carnaval, gracias a un teléfono celular

Escrito en ESTADOS el

Ximena Quijano y José Antonio Parada, originarios de Colombia, llegaron de intercambio a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), provenientes de la universidad Unisánitas de Bogotá.

Los estudiantes colombianos estudiaban Medicina, ambos se encontraban haciendo su Internado Rotatorio de Pregrado en el Hospital General de Cholula. Llegaron a México en agosto del año pasado.

También estudiante de medicina, Francisco Javier, por su parte, realizaban su servicio social en una comunicad de Izúcar Matamoros.

Los colombianos conocían a Francisco Javier Tirado Márquez de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien anteriormente se había ido de intercambio a Colombia.

Previo a semana santa, los carnavales inundan tierras mexicanas, por lo que la triada de amigos decidió  ir al de Huejotzingo, realizado el pasado fin de semana.  Sin embargo ya no regresaron.

Los cuerpos de Ximena, José Antonio y Francisco Javier fueron encontrados sin vida cerca del aeropuerto de Huejotzingo junto al de un cuarto varón identificado como Josué Emanuel Vital Castillo.

Con huellas heridas con arma de fuego, las cuatro víctimas recibieron un disparo en la frente, el llamado tiro de gracia.

Desde el domingo los estudiantes se ausentaron hasta que fueron encontrados un día después del carnaval, gracias a un teléfono celular.

La clave del hallazgo fue José Antonio, él estaba en constante comunicación con sus padres en Colombia, les mandó fotos y videos del carnaval, incluso su ubicación en tiempo real.    

El domingo José Antonio les dijo a sus padres que regresaría, junto con sus dos amigos, de Huejotzingo en Uber a la ciudad de Puebla tras asistir al carnaval. Pero nunca llegó.

Los padres del colombiano comenzaron a preocuparse la mañana del lunes cuando vieron que la ubicación del celular de su hijo quedó inmóvil en un paraje desconocido.  

Pensaron en un primer momento que le habían robado su celular, aun así se comunicaron con uno de sus compañeros en la universidad poblana.

El compañero dio aviso a las autoridades, acudieron al lugar que marcaba el GPS del celular de José Antonio, donde los cuatro cuerpos fueron encontrados.

El cuarto cuerpo, luego supieron, se trataba del conductor de Uber, quien lo llevaría de Huejotzingo a Puebla.              

Se desconoce hasta el momento el móvil del asesinato. En un primer momento se aseguró que habían sido víctimas de la delincuencia, sin embargo, el celular de José Antonio aún continuaba con él, hecho que podría descartar esta posibilidad.

 

Con información de El Universal, Periódico Central y El Tiempo de Colombia

(Rodrigo Gutiérrez)