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El mito de ‘Susana’ en Guanajuato

Médicos y epidemiologos lo han dicho hasta el cansancio: guardar distancia podría salvar millones de vidas. Pocos han escuchado con atención el llamado

Escrito en ESTADOS el

Desde el inicio de la pandemia el gobierno federal presentó un personaje cuyo nombre se ha colado en cientos de conversaciones. 

La llamaron “Susana Distancia” y le dieron la forma de una atlética heroína. El juego de palabras que alude al distanciamiento social se popularizó. Su práctica, sin embargo, es casi un mito ahora en el día 160 de la llamada “nueva normalidad”. O lo es al menos para varios guanajuatenses. 

Juan Carlos González, titular de la jefatura de la jurisdicción sanitaria número uno con sede en la capital estatal, enfatizó que la sana distancia es una de las medidas más fáciles, pero a la vez más eficientes para evitar la propagación del virus. 

“Recordemos que el virus se aloja en las vías respiratorias y al no tener un método de barrera, que es el cubrebocas y por lo menos un metro y medio de distancia, se expone a las personas al toser o al hablar (…) recordemos que las personas jóvenes manifiestan de una manera muy leve la infección y por lo tanto se convierten en portadores”, explicó el funcionario.

La indicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la de separarse al menos 1.5 metros. Otras organizaciones como Healthy Childen recomiendan hasta 2 metros al menos. 

El 23 de marzo de 2020 la Secretaría de Salud federal presentó la Jornada Nacional de Sana Distancia. Los casos confirmados en Guanajuato justo ese día eran 55. Hoy superan los 5 mil. 

La entidad, que acaba de retroceder de semáforo amarillo a naranja, ya es la tercera del país con más contagios solo por debajo de la Ciudad de México y Nuevo León. Hugo López Gatell, secretario de salud federal, hizo un llamado a extremar precauciones en la entidad hace  apenas unos días. 

“(…) En Guanajuato debemos de tener cierta precaución (…) desde la semana 39 ha tenido un crecimiento sostenido de los casos nuevos estimados”, expuso el martes pasado en conferencia de prensa.

En la calle Emiliano Zapata, en el centro de León, Guanajuato, la fila para pagar el servicio de agua es un claro ejemplo de que la sana distancia se ha olvidado.

“La verdad no me había dado cuenta que estábamos tan pegados”, dice apenado Jorge, un hombre joven, que está formado para usar un cajero a menos de 50 centímetros de una mujer de la tercera edad. Ella reacciona molesta a la petición de separarse un poco más.

La escena de las filas sin las medidas de sana distancia es recurrente. Se pueden ver en la parada de los autobuses o afuera de una sucursal bancaria en un centro comercial. Justo entre el martes 3 y el 4 de noviembre, tres sucursales fueron clausuradas en la capital del estado y en San Miguel de Allende por no cumplir con las disposiciones sanitarias. El reporte de la policía municipal de Guanajuato indicó que en reiteradas ocasiones solicitaron cuidar la distancia entre sus clientes.

Cristian Morales Fuhrimann, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó a El Universal que las gotas de los fluidos que secretamos no viajan más allá de un metro de distancia cuando hablamos o tosemos y por lo anterior fue determina esta medida sanitaria, al ser la vía de transmisión del nuevo coronavirus. 

Un grupo de motociclistas se abrazan y comparten cervezas en un estacionamiento en el bulevar López Mateos. “No, nada nos da miedo”, comenta a manera de broma uno de ellos y se ríe cuando es cuestionado sobre su cercanía con otro motociclista. 

“Si nos vamos a morir de algo”, lanza socarrón el “biker”.

Solo en León más de mil personas han sido detenidas por negarse a usar el cubrebocas pero tampoco eso ha provocado que la distancia sea respetada. Una panadería tradicional en San Juan de Dios, en León, Guanajuato, nos da otro ejemplo de lo laxos que han sido los guanajuatenses con esta sencilla indicación. “Como que ya ni pensamos en eso de separarnos y no está bien”, reconoce Martha, quien al hacerle la observación de su cercanía en la fila para el pan se aleja, aunque ratifica lo que muchos han usado como excusa para no cuidarse: 

“de todos modos todos nos vamos a contagiar”.