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Abuso de autoridad y homicidios, constante en policías de Yucatán

Osmar López perdió la vida a manos de 4 policías el 3 de noviembre; en Yucatán 20 personas han fallecido bajo la tutela de la policía en los últimos dos años

Escrito en ESTADOS el

MÉRIDA.- El 3 de noviembre, Salvador Osmar López Manzanilla perdió la vida a manos de cuatro agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Pese a las declaraciones para desvirtuar la causa de su muerte, el dictamen médico del Servicio Médico Forense (Semefo) fue irrefutable: el joven de 31 años falleció por asfixia mecánica por estrangulamiento. Los involucrados ya se encuentran en prisión preventiva vinculados a proceso por homicidio calificado.

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Su padre, el señor Roque López, hoy es la voz de su hijo. Lamenta que los agentes de la corporación intentaran protegerse acusando a Osmar de portar sustancias ilícitas.

Mi hijo era un muchacho alegre y, como a la mayoría, le gustaba la fiesta, era muy amiguero, que me digan que fue detenido con algo ilícito, bueno si ya lo detuviste ponlo a disposición, no tenían por qué golpearlo y acabar con su vida. No sé cuáles fueron los motivos, pero eso lo tendrá que determinar la autoridad competente

En esta ocasión, la justicia no le falló a una familia que perdió a su hijo en condiciones extremas de violencia, a manos de quien –legamente- debería protegerlo. Y aunque Roque se dijo tranquilo con el trabajo de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la SSP al no encubrir a sus elementos, nada le devolverá la vida a ser querido.

Si como policía lo agarras y le quieres bajar dinero o extorsionar, entonces te vuelves delincuente. En el informe pericial no se señala ni la más mínima afección cardíaca de mi hijo y no se detectó alcohol en su cuerpo. No estaba borracho, ni drogado

Osmar fue detenido alrededor de las 10:30 de la noche en un puesto de control que se encontraba instalado en la carretera Chicxulub Puerto-Uaymitun, donde únicamente había policías. Pero fue hasta las 4 de la tarde del día siguiente que a Roque le avisó un amigo de la muerte de su hijo.

Sin demora, acudió a la Semefo donde le indicaron que debería ir primero a la oficina de homicidios en la Fiscalía General del Estado (FGE). Una vez ahí, interpuso una denuncia para recuperar el cuerpo de su hijo, quien inicialmente se encontraba en calidad de desconocido.

La próxima audiencia de la causa penal 24/2020 se llevará a cabo el 18 de marzo de 2021; en tanto, los policías R.C.B, G.R.S., J.R.B.C. y S.I.R.M. permanecerán en prisión preventiva por el asesinato de Osmar.

ABUSOS CON PLACA

Como el caso de Osmar, en Yucatán 20 personas han fallecido bajo la tutela de la Policía en los últimos dos años.

La muerte de Osmar a manos de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán no es un caso aislado. La Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey) informó que, hasta noviembre, 10 personas habían perdido la vida a manos de policías, de los cuales seis corresponden a corporaciones municipales y cuatro a la policía estatal.

Además, durante los últimos dos años se han documentado 22 procesos de quejas de personas que fallecieron bajo custodia de la policía. En 2018 registraron ocho muertos y en 2019 cuatro, todos bajo custodia de agentes de seguridad.

A estas muertes se le han atribuido diversas causas, como el suicidio, en las cárceles municipales. En el caso de Osmar, el joven fue asesinado en el retén por cuatro policías estatales que lo sometieron hasta cortarle la respiración. 

Su padre, Roque López, enfatiza que seguirá hasta el fin del proceso para que su hijo tenga justicia y espera que en el trayecto las autoridades hagan su trabajo.

LA CONSTANTE DE LA POLICÍA EN YUCATÁN

El 11 de noviembre, Carlos Cua Sulú fue torturado por la policía municipal de Chicxulub Pueblo, al grado que lo colgaron de un árbol para golpearlo. Su único error fue pedirles su ayuda para retirar un cable de alta tensión en la calle.

Se burlaron de mí y dijeron que no eran electricistas. Luego se bajaron de su unidad, me rodearon, me pidieron mi documentación y me dieron dos golpes, eran como ocho o diez policías

Los oficiales arrestaron a Carlos y en la patrulla lo siguieron golpeando todo el camino hasta llegar a una brecha, punto donde la violencia subió de intensidad. “En las esposas amarraron una soga donde me colgaron a un árbol y me estuvieron golpeando con sus puños”, lamentó.

Carlos no recuerda exactamente cuánto tiempo pasó en ese árbol, pero luego lo llevaron a la comandancia del municipio y de ahí a la Fiscalía General del Estado (FGE); sin embargo, hasta el día de hoy desconoce la razón de su arresto. Salió libre con ayuda de un abogado.

Carlos adelantó que demandará a la Policía de Chicxulub Pueblo e interpondrá una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codhey) por abuso de autoridad.