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“El Comandante Teto”, el autodefensa que le hace frente a “El Mencho”

Hace seis años sacó a “Los Caballeros Templarios” de su pueblo, ahora comanda a un grupo para sacar al CJNG de Michoacán

Escrito en ESTADOS el

Héctor Zepeda, mejor conocido como “El Comandante Teto”, lidera un grupo de hombres armados quienes dicen defender su pueblo, un municipio de Michoacán que se encuentra en los límites con Colima: Coahuayana.

Entrevistado por El País, “El Comandante Teto” relata cómo hace seis años sacó a “Los Caballeros Templario” de sus calles, ahora evita que sean tomadas por el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización criminal con mayor presencia en México y una de las más peligrosas del mundo.

“Hace seis años nos jugamos la vida para echar al cartel de ‘Los Caballeros Templarios’ a puro balazo y ahora no vamos a dejar que vengan los de Jalisco a meterse”

Zepeda protagoniza una caravana con automóviles, todos modificados, tienen blindaje hasta en las ventanas, las puertas tienen placas de hierro, en la manija hay orificios como un buzón por los que asoma el cañón del arma.

Entre los 15 vehículos de estas autodefensas comandadas por “El Comandante Teto” destacan una Ford, un Jeep, una Lincoln y una Dodge.

Avanza la caravana por la calle principal de Coahuayana, van hacia las entradas claves al municipio, cuando ven el letrero que les anuncia se acercan a Colima, los vehículos dan la vuelta y continúan el rondín.

Zepeda no suelta su arma R-15, pero tampoco su teléfono, donde se comunica a través de Whats App con demás miembros de su grupo de autodefensa.

En su arsenal presume, aparte de su R-15, un rifle automático, dos calibre 22, un AR-15 que lleva su copiloto, César, cuatro pistolas más dos AK-47, sin mencionar una ametralladora Barret con mira telescópica y un lanzagranadas.  

“Todo (las armas) se lo hemos quitado a ellos cuando salen corriendo”, dice sonriente Héctor Zepeda al diario español.

“El Comandante Teto” sostiene que renacer de las autodefensas ha provocado la baja en la incidencia delictiva, por lo menos en Coahuayana.

“No permitiremos que vuelvan los asesinatos, las extorsiones ni los secuestros. Y ahí están los datos para demostrarlo. Desde que las autodefensas vigilan Coahuayana todos los delitos de alto impacto se han reducido a cero. Somos el pueblo unido para defender a nuestras familias”.

Mientras avanza la entrevista con El País, Zepeda recibe mensajes de las autodefensas de Tepalcatepec a 180 kilómetros de ahí. Del otro lado de la línea le dicen que un grupo de alrededor de 100 sicarios del CJNG han intentado entrar y tomar el control del pueblo.

Entonces le llega un mensaje, tras horas de espera, que lo deja contento: “Ni una baja. Bueno, de nosotros. A ellos les chingamos nueve cabrones”.

Sobre la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, “El Comandante Teto” ironiza: “Tú crees que a estos hijos de su chingada madre hay que darles abrazos y no balazos”.

Las autodefensas son los únicos que han parado al CJNG en Michoacán, los pobladores están solos, las fuerzas del orden –dicen– tiene el mandato de no intervenir y solo acudir cuando la violencia termine, solo para levantar un informe.  

“Es humillante el abandono en que nos han dejado las autoridades. Estamos haciendo su trabajo de dar seguridad a la población y encima nos desprecian”

En 2013, cuando “Los Caballeros Templarios”, comandados por Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, generaban temor en toda la entidad michoacana un grupo de pobladores en medio del hartazgo se levantaron en armas.

El movimiento creció tal que, con al apoyo del gobierno federal, terminaron desapareciendo a “Los Caballeros Templarios” prácticamente del mapa y “La Tuta” terminó en la cárcel.

El vació criminal dejado tras el destierro de “Los Templarios” fue llenado por grupos criminales pequeños, alguno de ellos encabezados por los propios líderes de autodefensas, varios de ellos incluso aliados con el CJNG.

Actualmente y mostrando la fragilidad de los pactos del narcotráfico, son estos mismos aliados con los que el CJNG se pelea en Michoacán: “Los Viagras” y el llamado cártel de “El Abuelo”, encabezado por Juan José Farías, este último quien ha reiterado en más de una ocasión que no es criminal, hecho que los propios pobladores respaldan.

También se pelean con “La Familia Michoacana”, exaliados de igual manera; y los restos de “Los Caballeros Templarios”.

El debilitamiento de “Los Zetas” y el “cártel de Sinaloa” le abrieron paso al CJNG encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, uno de los capos más buscados del mundo con recompensas sobre sus hombros por 10 millones de dólares y 30 millones de pesos.

Ante esta situación, las autodefensas han surgido de nuevo en Michoacán, principalmente en las zonas colindantes con Colima y Jalisco.

Jalisco es el bastión criminal del CJNG, en Puerto Vallarta opera su cerebro financiero: “Los Cunis”, un grupo de hermanos donde se encuentra Rosalinda González Valencia, la esposa de “El Mencho”.

En Michoacán es fundamental para el narcotráfico, quien controla este estado controla el negocio, sentencia Ricardo Ravelo, escritor y periodista experto en seguridad.

En esta entidad se siembra marihuana y amapola, también es parte del trasiego de droga, pero lo más importante es el puerto de Lázaro Cárdenas, puerta principal hacia Asia, de donde vienen precursores químicos para las drogas sintéticas, especialidad del CJNG, sin mencionar el dinero que las minas y el sector aguacatero, así como limonero de la zona pueden generar.

El caso de Colima es similar al de Michoacán, su punto fuerte es su puerto, el de Manzanillo. Sin mencionar que se encuentra rodeado por Jalisco y Michoacán.

Hasta el momento, ninguna estancia de gobierno, ni local o federal, ha anunciado algún despliegue o estrategia en particular para mitigar la violencia en esta zona.  


rgg